Economía
Economía y fisco
Presupuesto de egresos base cero
El Presidente Calderón declaró ante los medios a fines de agosto, que en unos días más enviaría el paquete económico conteniendo el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2011, planteado sobre la “base cero”.
Explicó claramente que la base cero consistía en que cada partida que integra el presupuesto está debidamente ponderada y corresponde a las necesidades que va a solventar, sin tomar en cuenta los antecedentes de años anteriores, ni la costumbre de agregar un porcentaje al presupuesto anterior.
Sin embargo, lo que recibió el Congreso y ahora se debate, es un presupuesto con un aumento de 113 mil 386 millones de pesos adicionales de gasto corriente. Así se le llama al gasto improductivo, como los sueldos, suministros para el desempeño de labores, asesorías externas, arrendamiento de locales y oficinas, propaganda. Éste asciende a 59% del total del Presupuesto de Egresos.
Hay dos situaciones en este paquete que molestan al contribuyente: Una: ¿Por qué el Presidente anuncia que se planteará un presupuesto base cero?, y dos: ¿A quién, cómo y porqué le quitan cuánto, para darle cuánto, cómo y a quién? O los asesores que le hacen los discursos a Calderón —tal vez siguiendo sus lineamientos— tratan de impactar favorablemente; o las órdenes que él imparte sobre cómo quiere el presupuesto se enfrentan con la barrera infranqueable de la burocracia, que ya está acostumbrada a hacer las cosas de otra manera; o bien, una tercera hipótesis, el señor Presidente no puede controlar a su gente.
En cuanto a quién le quitan, los perjudicados son los pequeños y medianos empresarios, pequeños arrendadores, profesionistas de bajos ingresos y los trabajadores. A quién le reparten, basta analizar el presupuesto para observar que se aumenta al Poder Legislativo, al Judicial y al Ejecutivo, todos los que tienen ingresos de alto nivel. Inexplicablemente le quitan también al ramo de educación.
Si analizamos este presupuesto desde el punto de vista constitucional, el Artículo 3º, Fracción II, inciso a) establece que el criterio que oriente a la educación será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Observaremos que definitivamente no está orientado para satisfacer estas necesidades.
Pagamos contribuciones para mejorar el nivel de vida de los mexicanos. No para mejorar nuestra posición en reservas, ni para formar una reserva oculta en gastos presupuestados y no ejercidos, porque lo que menos podemos pensar es que esas reservas se están guardando para campañas políticas.
Se necesita revisar las políticas públicas en educación, economía, agricultura, salud y seguridad para que el presupuesto se oriente adecuadamente. El Ejecutivo no lo hizo, queda en manos del Congreso esta tarea en bien de la nación. Se requiere que la propaganda machacante que hacen las cámaras de que están para servir al pueblo, se demuestre en esta ocasión. No deben dejar ir la oportunidad de convencernos que de verdad trabajan.
Explicó claramente que la base cero consistía en que cada partida que integra el presupuesto está debidamente ponderada y corresponde a las necesidades que va a solventar, sin tomar en cuenta los antecedentes de años anteriores, ni la costumbre de agregar un porcentaje al presupuesto anterior.
Sin embargo, lo que recibió el Congreso y ahora se debate, es un presupuesto con un aumento de 113 mil 386 millones de pesos adicionales de gasto corriente. Así se le llama al gasto improductivo, como los sueldos, suministros para el desempeño de labores, asesorías externas, arrendamiento de locales y oficinas, propaganda. Éste asciende a 59% del total del Presupuesto de Egresos.
Hay dos situaciones en este paquete que molestan al contribuyente: Una: ¿Por qué el Presidente anuncia que se planteará un presupuesto base cero?, y dos: ¿A quién, cómo y porqué le quitan cuánto, para darle cuánto, cómo y a quién? O los asesores que le hacen los discursos a Calderón —tal vez siguiendo sus lineamientos— tratan de impactar favorablemente; o las órdenes que él imparte sobre cómo quiere el presupuesto se enfrentan con la barrera infranqueable de la burocracia, que ya está acostumbrada a hacer las cosas de otra manera; o bien, una tercera hipótesis, el señor Presidente no puede controlar a su gente.
En cuanto a quién le quitan, los perjudicados son los pequeños y medianos empresarios, pequeños arrendadores, profesionistas de bajos ingresos y los trabajadores. A quién le reparten, basta analizar el presupuesto para observar que se aumenta al Poder Legislativo, al Judicial y al Ejecutivo, todos los que tienen ingresos de alto nivel. Inexplicablemente le quitan también al ramo de educación.
Si analizamos este presupuesto desde el punto de vista constitucional, el Artículo 3º, Fracción II, inciso a) establece que el criterio que oriente a la educación será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Observaremos que definitivamente no está orientado para satisfacer estas necesidades.
Pagamos contribuciones para mejorar el nivel de vida de los mexicanos. No para mejorar nuestra posición en reservas, ni para formar una reserva oculta en gastos presupuestados y no ejercidos, porque lo que menos podemos pensar es que esas reservas se están guardando para campañas políticas.
Se necesita revisar las políticas públicas en educación, economía, agricultura, salud y seguridad para que el presupuesto se oriente adecuadamente. El Ejecutivo no lo hizo, queda en manos del Congreso esta tarea en bien de la nación. Se requiere que la propaganda machacante que hacen las cámaras de que están para servir al pueblo, se demuestre en esta ocasión. No deben dejar ir la oportunidad de convencernos que de verdad trabajan.
Síguenos en