Economía

Economía y fisco

Los robos a las pensiones de trabajadores

En varias ocasiones los fondos para pensiones y vivienda de los trabajadores han sido vulnerados por el Gobierno. La ley que creó el Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) entró en vigor el 24 de abril de 1972. Desde esa fecha ha sufrido varias reformas en prejuicio de los trabajadores.

Originalmente, cuando un trabajador dejaba de prestar sus servicios por más de 12 meses, tenía derecho a optar por la devolución de sus depósitos o por la continuación de sus obligaciones con el Instituto. Los trabajadores que se jubilaban, en un principio podían optar por la devolución de los depósitos a su favor o  por la continuación bajo el régimen del Instituto.

Diez años después, el 7 de enero de 1982, se hicieron modificaciones que trajeron como consecuencia que los patrones efectuaran mayores aportaciones al calcularlas sobre el salario diario integrado; se aumentó la edad para optar por las devoluciones de aportaciones a 50 años, en vez de los 10 años de continuidad en las cuotas se establecía la disposición legal anterior, sin importar edad por lo que los trabajadores  que estaban esperando la llegada del 1 de mayo de 1982, se vieron desilusionados, pues ahora sólo tendrían derecho a recibir las aportaciones a su favor en los casos de incapacidad total permanente, de jubilación o muerte del trabajador.

Ésta fue la primera ocasión en que se violó una ley en perjuicio de los ahorros de los los trabajadores al no entregar las cuotas acumuladas durante 10 años, y no lo hizo el Infonavit, por una razón obvia: no tenía dinero. Es más, las arcas nacionales no tenían un centavo, estaban quebradas.

Posteriormente, el presidente Fox pidió prestados a las Afores, empresas que manejan los fondos del Sistema del Ahorro para el Retiro, 25 mil millones de pesos que aún no se les devuelven.

Otra agresión a estos ahorros la perpetró el actual gobierno, al permitir que 30% de los ahorros se invirtieran en fondos de renta variable, con el consiguiente descalabro de la crisis de 2008, de la cual aún no se reponen estos fondos.

Mientras tanto, los ciudadanos pacientemente agachamos la cerviz como una yunta de bueyes.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando