Economía

Economía y fisco

¿Qué pasa con los bancos?

MÉXICO (15/JUL/2010).- Pasa con los bancos que su sistema de pagos está fuera del país: en Nueva York, Madrid, Canadá o Hong Kong. Lo que se hizo con la Banca fue un error del Gobierno que todos los mexicanos estamos pagando con creces. Fue una reforma mal hecha. Se nacionalizó la Banca por una razón ideológica.

La debilidad del Gobierno de López Portillo lo hizo pensar que con esta intrépida acción iba a conseguir el respaldo del pueblo, y no lo logró.

Esa absurda acción desencadenó una cascada de errores que hasta la fecha no para. Le quitó a la Banca una buena parte de sus beneficios para dárselos a las casas de bolsa, que crecieron en una forma exponencial al grado de ser el pie de cría de muchos millonarios, entre los que se encuentra el hombre más rico del mundo.

Continuamos con los errores al privatizarla de nuevo, al combinarla con la apertura financiera, quitar los mecanismos reguladores. Se suprimió el crédito preferencial enfocado al crecimiento de la economía; se liberó la fijación de las tasas de interés y se permitió a los bancos prestar con supina ligereza.

Se multiplicaron las licencias de funcionamiento bancarias. El crédito se disparó de 20% del PIB a más de 70% en un breve lapso de tres años, que desembocó en la crisis de 1995. Los deudores no pudieron pagar, vino la ruina de muchas empresas y bancos; tuvo que intervenir el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), socializando la enorme deuda con cargo a las espaldas del pueblo.

Continúan los errores —¿involuntarios?— y la Banca se empieza a extranjerizar. A estas alturas ya 80% o 90% de los títulos bancarios están en manos de accionistas extranjeros. Esto no ocurre en ninguna parte del mundo, que yo sepa. Los gobiernos han sido muy celosos en mantener su autonomía financiera. Esto provoca que las grandes empresas acudan al financiamiento exterior, mientras las empresas chicas se asfixian por falta de crédito que la Banca les da como haciéndoles el favor.

Por su parte, el Gobierno nada hace para paliar la situación, a no ser las migajas de micro créditos a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

La Banca de desarrollo la sube al segundo piso, quitándole su capacidad de fomento a la producción y queda a la voluntad de la Banca comercial privada llevar adelante determinados proyectos. Sólo que ésta está concentrada solamente en obtener utilidades para sus matrices internacionales. Su nicho de mercado está en los créditos a corto plazo y sin riesgo.

Le presta al consumo y al Gobierno, a tasas elevadísimas que no se ven en ningún otro país. Los cobros por servicios son una burla.

Esto es lo que pasa con los bancos. Hacen lo que quieren con nosotros y se llevan el ahorro nacional, mientras que el Gobierno continúa enfrascado en una guerra sangrienta.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando