Economía

Economía y fisco

Avance en los 10 puntos

Los 10 puntos para la transformación anunciados por el Presidente Calderón al inicio de su periodo han avanzado mediática y virtualmente más que en la realidad.

En efecto, según el Inegi, 20 millones de mexicanos sostienen legalmente la economía del país, aproximadamente otros tantos viven en Estados Unidos; 85 millones ganan dos dólares diarios o viven del comercio informal y un millón y medio vive de la delincuencia organizada, por lo tanto, el combate a la pobreza ha mantenido el índice estable sin aumentos.

La cobertura en salud aumentó en cuanto a familias beneficiadas con el Seguro Popular y Seguro Social, sin embargo la atención de pacientes, construcción de clínicas y abastecimiento de insumos permaneció estática. El crecimiento de la población fue mayor que el incremento en el presupuesto para este rubro.

En materia de educación no hay avances, ni habrá mientras no se haga una reestructuración a fondo en la capacitación del magisterio y se satisfaga el déficit de planteles escolares y suministros para los existentes.

En la racionalización del gasto no se aprecian más que declaraciones de buenas intenciones. La reforma fiscal está en ciernes cocinándose a fuego lento en el Congreso.

Las reformas al sector energético muestran avances legislativos; nada todavía en la práctica, lo mismo puede decirse del sector telecomunicaciones.

La reforma laboral está empantanada, el secretario del Trabajo no se da abasto a quitarse los golpes que le tiran por considerarlo presidenciable, tanto de dentro como de fuera de su partido.

La reforma regulatoria está debidamente anunciada por el señor Presidente al declarar que el presupuesto del año próximo partirá de la base cero; sin embargo, la simplificación administrativa no se ve por ninguna parte.

En la lucha contra el crimen organizado vamos perdiendo terreno, día con día se posesionan las mafias y cárteles de más territorios estatales y no ha habido una sola plaza de las ocupadas, que se pueda declarar libre de estas lacras.

El combate continúa pero no se avizoran avances.

La reforma política de fondo se quedó en propuestas para reelección de presidentes municipales y diputados, sin tocar el aspecto electoral que se ha deteriorado en credibilidad; falta abrir la posibilidad de candidatos independientes y disminuir la dependencia del presupuesto de los partidos políticos.

La pregunta es si logrará el Presidente traducir la oportunidad del discurso a la realidad para impulsar los cambios que el país necesita.

Debe poner el ejemplo iniciando los cambios que esperamos desde hace nueve años como son: telecomunicaciones, educación, regulación y reforma fiscal a fondo, no nada más para tapar huecos, y esto se puede lograr con el IVA a alimentos y bebidas, eliminación de tasa cero y suprimir los regímenes especiales; reforma a la dupla ISR–IETU, que ha golpeado más a los medianos contribuyentes, sin tocar a quienes pagan más de 17.5% de Impuesto Sobre la Renta, que son los grandes empresarios.
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