Economía
Economía y fisco
La influencia de los poderes fácticos
El ejercicio del poder puede ser mediante el uso de la violencia, en forma oculta o evidente, en forma perversa o negativa, o bien, con el poder de convencimiento, en forma pacífica como: inducir determinadas ideas o actitudes, seducir con una oratoria brillante, incitar al ejercicio de determinadas acciones utilizándolas en forma positiva, o bien, en forma abierta y evidente convenciendo al ente dominado.
Por lo general no se impone por la fuerza. Una mera sugerencia es suficiente para convertir sus deseos en realidad. La fuerza del poder fáctico se obtiene en la capacidad de control de los mecanismos ajenos a la política, del dominio de recursos vitales o estratégicos, que le dan el control de un sector de la economía, de la sociedad o de la ideología.
El poder fáctico no lo ejerce el Estado; se maneja fuera de los cauces formales. Su influencia puede llegar a modificar la actitud del Gobierno sobre determinados asuntos o negocios.
El poder fáctico existe por sí mismo. No está legitimado pero no está condenada su existencia; está reconocido sin siquiera buscar su legitimación. Se ejerce de hecho aun cuando no lo haga legalmente. El hecho de existir le da carta de naturalización en la interrelación social.
Ejemplos de poder fáctico hay muchos, que utilizan su influencia como grupos de poder: el sector financiero, la oligarquía, los grupos empresariales, la plutocracia (influencia de los económicamente poderosos en el Gobierno), la Iglesia, los grupos sindicales, los medios de comunicación.
En otros niveles, el poder fáctico lo ejerce quien gobierna a determinados grupos mediante los cuales ejerce presión, como los universitarios. O bien, quien controla los reclusorios, como el reciente caso del Reclusorio Preventivo de Puente Grande. Miguel Ángel Zazueta Ontiveros, “El Mike”, líder del autogobierno, a quien el propio director de Prevención y Reinserción Social calificó increíblemente como “liderazgo positivo”.
Otros ejemplos: en materia comercial, la capacidad de establecer o cambiar los precios, la calidad de un producto o servicio en el mercado; el establecimiento de barreras no arancelarias para impedir la entrada de un producto (como el cemento), el duopolio de las telecomunicaciones. En materia política, la inducción de conductas de centrales sindicales a sus agremiados y su área de influencia familiar o clientelar para inclinar la opinión en favor o en contra de determinado candidato o legislación.
El poder político se debe usar para gobernar. La conducción de los poderes fácticos es parte de las acciones de Gobierno. La habilidad de un gobernante se mide por su capacidad para resolver los problemas, para evitar que los poderes fácticos lo rebasen y utilizarlos para el bien colectivo.
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