Economía
Centrales de abastos piden a SHCP facilidades administrativas
Autoridades tienen un plazo de 50 días para atender al 'estado de indefensión' en que se encuentran los comerciantes
Reforma Fiscal, y de las que hoy aún gozan "otros sectores".
El director de medios de la Conacca (Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abastos), Alfredo Neme Martínez, expone que la situación actual ha puesto en riesgo a 10 importantes centrales de abastos en el país, cuyo cierre significaría un "problema gravísimo" para el flujo económico en el país.
El representante de comerciantes expone que ya se han hecho llegar las peticiones a la instancia de competencia, por lo que esperan que se conteste a la formalidad dentro del plazo establecido. Entretanto, se ha pedido que no haya movimiento o manifestación alguna que pueda "violentar" la situación. "Esperar la respuesta, esperemos que positiva, de la autoridad hacendaria".
En las facturas está el gran problema. Alfredo Neme precisa que la solicitud de datos personales a los productores para concretar ese procedimiento, ha generado inconformidad. "Hubo hasta balazos en una ocasión por pedir datos personales a los productores; o simplemente terminan no vendiendo".
El presidente de la Conacca, Arturo Salvador Fernández Martínez, acota que la solicitud es que, al no haber autofactura, se pueda retener un porcentaje de 1.5% (sujeto a negociación) en los Comprobantes Fiscales Digitales (CFD).
Las afectaciones de la reglamentación en curso son graves. Y se notan en aspectos tan elementales como en la compra de frijol, que en muchas veces es importado aunque en países como Estados Unidos cueste más y tenga una menor calidad que el frijol mexicano.
"Allá sí nos dan factura; en cambio aquí no podemos ni siquiera autofacturar: nos limitan a 900 mil pesos. Y aunque a veces sea un peso más caro allá, lo tengo que comprar porque allá sí me dan la comprobación fiscal".
De acuerdo con el vocero, en cinco años la importación de productos para centrales de abastos ha aumentado en un 46%. "Y si el gobierno no entiende esta parte, seguirá en crecimiento (...) Es imposible adaptarnos a la realidad (fiscal en el país), y podríamos ver simulaciones o posibles evasiones, e incluso animar a los productores a irse a la informalidad: algo que no estamos dispuestos a permitir".
Según la Conacca, 16 mil comerciantes mayoristas en alimentos y más de tres millones de productores se ven afectados con la medida en curso.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
GUADALAJARA, JALISCO (25/JUL/2014).- Las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tienen un plazo de 50 días para atender al "estado de indefensión" en que se encuentran los comerciantes de centrales de abastos en el país. La exigencia es simple: contar con las "facilidades administrativas" que se tenían antes de la
El director de medios de la Conacca (Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abastos), Alfredo Neme Martínez, expone que la situación actual ha puesto en riesgo a 10 importantes centrales de abastos en el país, cuyo cierre significaría un "problema gravísimo" para el flujo económico en el país.
El representante de comerciantes expone que ya se han hecho llegar las peticiones a la instancia de competencia, por lo que esperan que se conteste a la formalidad dentro del plazo establecido. Entretanto, se ha pedido que no haya movimiento o manifestación alguna que pueda "violentar" la situación. "Esperar la respuesta, esperemos que positiva, de la autoridad hacendaria".
En las facturas está el gran problema. Alfredo Neme precisa que la solicitud de datos personales a los productores para concretar ese procedimiento, ha generado inconformidad. "Hubo hasta balazos en una ocasión por pedir datos personales a los productores; o simplemente terminan no vendiendo".
El presidente de la Conacca, Arturo Salvador Fernández Martínez, acota que la solicitud es que, al no haber autofactura, se pueda retener un porcentaje de 1.5% (sujeto a negociación) en los Comprobantes Fiscales Digitales (CFD).
Las afectaciones de la reglamentación en curso son graves. Y se notan en aspectos tan elementales como en la compra de frijol, que en muchas veces es importado aunque en países como Estados Unidos cueste más y tenga una menor calidad que el frijol mexicano.
"Allá sí nos dan factura; en cambio aquí no podemos ni siquiera autofacturar: nos limitan a 900 mil pesos. Y aunque a veces sea un peso más caro allá, lo tengo que comprar porque allá sí me dan la comprobación fiscal".
De acuerdo con el vocero, en cinco años la importación de productos para centrales de abastos ha aumentado en un 46%. "Y si el gobierno no entiende esta parte, seguirá en crecimiento (...) Es imposible adaptarnos a la realidad (fiscal en el país), y podríamos ver simulaciones o posibles evasiones, e incluso animar a los productores a irse a la informalidad: algo que no estamos dispuestos a permitir".
Según la Conacca, 16 mil comerciantes mayoristas en alimentos y más de tres millones de productores se ven afectados con la medida en curso.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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