Economía

Caso de espionaje industrial amenaza ganacias de Renault

Tres altos directivos son sospechosos de haber difundido informaciones consideradas sensibles y fueron cesados de sus cargos

PARÍS, FRANCIA (06/ENE/2011).- El constructor automotor francés Renault admitió  el jueves que sus "activos estratégicos" están amenazados por un caso de  espionaje industrial, que el propio gobierno no dudó en asimilar a una "guerra  económica".

"Para Renault, se trata de hechos muy graves que implican a personas en  posición particularmente estratégica en la empresa", indicó Christian Husson,  director jurídico y deontológico de la multinacional francesa, en una  declaración escrita.

Justificó la destitución el lunes de tres altos directivos sospechosos de  haber difundido en el exterior informaciones consideradas sensibles, por la  necesidad de "proteger sin más demora los activos estratégicos, intelectuales y  tecnológicos de nuestra empresa",

"La expresión 'guerra económica', a veces excesiva, en este caso resulta  adaptada", afirmó por su parte el ministro de Industria francés, Eric Besson,  quien confirmó el jueves la gravedad de los hechos, en declaraciones a una  radio.

"Sí, desgraciadamente, el caso parece serio", declaró Besson a la emisora  privada RTL, señalando que había discutido el tema con la dirección general del  gigante automotor francés.

"Parece que (el caso) tiene relación con el automóvil eléctrico, pero no  quiero decir más", precisó.

Renault, donde el Estado francés posee 15%, y su aliado japonés Nissan ya  han invertido cuatro mil millones de euros en el desarrollo del vehículo eléctrico.

Tras la revelación de este caso, Besson indicó que había reclamado que se  refuercen las obligaciones en materia de secreto industrial para las empresas  que se benefician de fondos públicos.

Según Renault, la investigación interna lanzada en agosto de 2010 "permitió  identificar un conjunto de elementos convergentes que atestaban que las  acciones" de los directivos suspendidos de sus funciones "eran contrarias a la  ética (...) y ponían en riesgo consciente y deliberadamente los activos de la  empresa".

El constructor decidió su destitución tras esta investigación lanzada por  el comité de deontología del grupo, que preside Husson.

"El procedimiento sigue su curso, pero en el momento actual, Renault no  desea hacer más comentarios", dijo Husson, y añadió que Renault prefiere  "respetar y preservar la identidad de los tres directivos implicados".

Renault prevé comercializar a mediados de este año dos modelos en versión  eléctrica, el vehículo de tipo familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express.

La gama eléctrica es el programa estrella del constructor, y contará con  otros dos modelos: el pequeño vehículo Twizy y el auto Zoe, que se prevé sean  comercializados en el segundo semestre de este año y a mediados de 2012.

Según fuentes informadas, los tres directivos dirigían programas relativos  a los vehículos eléctricos de Renault.

Uno de ellos integra el comité de dirección del grupo, que cuenta con 30  directores y está dirigido por el presidente de Renault, Carlos Ghosn,  indicaron esas fuentes.

Los despidos temporales se produjeron el lunes, y los directivos fueron  instados a dejar de inmediato sus oficinas, indicaron otras fuentes. Este tipo  de medida se adopta a la espera de una eventual sanción disciplinaria.

En derecho francés, este tipo de medida provisional y de duración  indeterminada, permite excluir al empleado de la empresa a la espera de una  eventual sanción. Su contrato de trabajo queda suspendido y el empleado no  cobra su salario.

El presidente del otro gran constructor automotor francés, PSA Peugeot  Citroen, Philippe Varin, afirmó el jueves que su grupo se muestra  "extremadamente vigilante" ante los riesgos de espionaje industrial, y que para  ello tiene "una serie de mecanismos de protección".
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