Economía

Callan acoso laboral para no perder el empleo

En Jalisco no se registran en las instancias correspondientes denuncias por esta práctica

GUADALAJARA, JALISCO (21/MAY/2014).- Presión sicológica a los empleados para que trabajen más, condiciones de trabajo adversas para obligar a la renuncia, orillarlos a hacerse cargo de sus gastos y recuperación cuando sufren un accidente en cumplimiento de sus funciones, son algunos ejemplos de acoso laboral que se viven en las unidades de trabajo ya sean pequeñas, medianas y grandes.

A pesar de que está penalizado en la Ley Federal del Trabajo, en Jalisco no se tiene una sola denuncia por acoso laboral porque la legislación perjudica al empleado.

“Los trabajadores pueden ser sujetos a que el patrón diga: ‘sabes qué, esto (cualquier incidente) no sucedió jamás’, empiezan a ejercer presión de tal manera que el trabajador resulta afectado y por la cultura que tenemos hay un temor fundado de los trabajadores de quedarse sin empleo y por eso no denuncian”, explica Francisco Valderrama, director General del Trabajo, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de Jalisco (STPSJ).

“Al final de cuentas esto se traduce en presión que puede traducirse en tortura sicológica; sin embargo, los trabajadores tienen temor y no vienen a denunciar ese tipo de conductas. No hay ni una sola”, agrega el funcionario, quien reconoce que este tipo de casos son una realidad de la que se conoce, pero que nadie señala de manera legal.

Hay un motivo de peso por el que al menos en Jalisco no se tienen juicios abiertos por acoso u hostigamiento laboral, tipificado en la Ley Federal del Trabajo en su Artículo 3 bis, y es que al abrir un proceso legal, vendrá inminentemente la separación del cargo del demandante, pues la ley indica que este tipo de conductas ameritan la disolución del vínculo laboral entre empleado y patrón.

“De lograrse acreditar, difícilmente puede seguir el empleo porque si te va estar acosando, difícilmente la relación es sana. Tú como trabajador vas a estar frente al patrón ocho horas mínimo diario, ¿qué va a suceder? que si no te despidió porque lo denunciaste va a empezar a tomar otro tipo de represalias, y te enfadas y renuncias”.

Si ya se tomó la decisión de levantar la voz por el hostigamiento laboral, otra cosa será comprobarlo, pues de acuerdo al funcionario esto es complejo debido a que se necesitan testigos y una serie de interrogatorios que generan tal tensión que se opta por la renuncia voluntaria o el despido.

Pese a esto, el funcionario llama a los empleados a no permitir estas situaciones, aunque reconoce que al decidir quejarse hay que estar conscientes de que hay una gran probabilidad de perder el cargo.

La plaza de por medio

Carlos sufrió una quemadura de segundo grado en el brazo por una fuga de amoniaco que lo alcanzó mientras reparaba un sistema de enfriamiento en una empresa dedicada a la fabricación de alimentos y para la que trabaja desde hace casi 18 años.

Lo llevaron con el médico de la planta, quien lo revisó y le dijo que estaba fuera de peligro, por lo que lo envió de regreso a trabajar.

A lo largo del día su brazo comenzó a inflamarse. Al enterarse el supervisor, molesto porque tendría que levantar un acta por el accidente laboral, lo envió a descansar tres días sin goce de sueldo.

Carlos no estuvo conforme pero no dijo nada. Fue con su médico de cabecera y le dijo que esa lesión ameritaba incapacidad por al menos una semana; pero esa opción no se la dieron y Carlos no quiso reclamarla: su trabajo estaba de por medio.

Volvió a trabajar. Una semana después lo castigaron con cinco días de descanso no pagado por haber tenido el accidente. Aceptó porque se rumoraba que perdería su plaza.

“Preferí dejarlo así, sin ir al IMSS porque las cosas están difíciles”, relata Carlos, quien no se registró su caso, pues de haberlo hecho implicaría un aumento a las cuotas que la empresa, lo cual evitaron sus superiores.

Trabajo forzoso afecta a 21 millones

Las ganancias ilegales provenientes del trabajo forzoso ascienden a 150 mil millones de dólares anuales a nivel mundial. De este total, 12 mil millones se generan en América Latina reveló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe Ganancias y Pobreza: Aspectos Económicos del Trabajo Forzoso publicado por el organismo laboral, estima que este flagelo afecta a cerca de 21 millones de personas.

La OIT dijo que dos terceras partes de estas ganancias (99 mil millones de dólares), provienen de la explotación sexual comercial, mientras que 51 mil millones de la explotación forzosa con fines económicos, que abarca el trabajo doméstico, la agricultura y otras actividades económicas.

La OIT destacó que más de la mitad de las víctimas son mujeres y niñas.

El informe identifica las crisis de los ingresos y la pobreza como los principales factores que empujan a los individuos hacia el trabajo forzoso. Otros factores de riesgo y de vulnerabilidad comprenden la falta de educación, el analfabetismo, el género y las migraciones.

Con información de Notimex
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