Economía
Buscan emplear a discapacitados desarrollando una patente
Se trata de una cortina de baño con secado propio y automatizada con la que busca sustituir las puertas corredizas de acrílico y los canceles de vidrio
IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial). Se trata de una cortina de baño con secado propio y automatizada con la que busca sustituir las puertas corredizas de acrílico y los canceles de vidrio.
El proyecto ya está en desarrollo, pero el ingeniero quiere manufacturarlo y ponerlo a la venta. Su objetivo principal es ayudar a los discapacitados con la instalación de este dispositivo y darles entrada en el campo laboral, logrando así cumplir un sueño de arrancar con una ensambladora que empleé a personas con capacidades diferentes.
El mismo Jaime padece una discapacidad. Hace dos años sufrió una parálisis cerebral que le impide caminar cómodamente y subir escaleras.
Hace cinco años, el ingeniero Jaime tenía su residencia en los Estados Unidos. "Vi que había que mejorar las formas para introducirse a un baño, sobre todo para aquellos que tienen capacidades diferentes (...) y me di cuenta que en México también hace falta eso, de ahí vino la idea para dar pie el proyecto.
Desde entonces, busca un incentivo para poder iniciar con la ensambladora y sacar esta cortina al mercado. El proyecto arrancó de la mano con la Universidad Autónoma de Guadalajara, en donde le apoyaron con estudios técnicos y de mercado de su proyecto. Al recibir la patente, el ingeniero Cubeiro se ha encargado de conseguir el material y hacer sus propios estudios. A la fecha, ha invertido alrededor de 600 mil pesos en la consecución de su sueño.
"Espero ahorita cumplir un sueño de abrir una ensambladora para darle trabajo a personas con capacidades diferentes, en dado caso que el gobierno no me de un incentivo por los obstáculos que representa, mejor prefiero vender la patente". Jaime indicó que la patente tiene un valor aproximado a los cuatro millones de dólares.
La ensambladora que espera abrir el ingeniero no requiere de mucha inversión. Cada pieza de su cortina se manufactura de forma independiente "yo me encargaría de solo adquirir equipo para ensamblarla, pero dándole trabajo en su mayoría a personas discapacitadas"
Cubeiro Martínez espera pronto ver cristalizado en su totalidad este proyecto "yo espero que con algún apoyo, tuviésemos esa oportunidad de hacerlo posible. Veo ahora a jóvenes que se asustan al decir que tienen una innovación y no se animan sacarla a la luz por falta de dinero, yo les digo que acudan al IMPI que son quienes dan ese apoyo; yo necesito que el gobierno de Zapopan tenga incentivos directos; si hay dinero para otras cosas, que faciliten algo para abrir una empresa que busca darle un trabajo digno a personas con otro tipo de capacidad".
SABER MÁS
La cortina cuenta con un switch que puede ser instalado en una de las paredes del baño; con éste se activa un motor que da arranque a un sistema de subido y bajado de la cortina, la cual cubre el espacio comprendido por la regadera. Cuenta también con un sistema de secado que funciona al subir la cortina, que está hecha de un material plástico antibacterial.
El motor principal de la cortina es fabricado en Japón. El resto de las piezas, dice el ingeniero, busca que sean hechas en México, lo cual le ahorraría costos en su producción. Actualmente, desarrollar una sola cortina le cuesta alrededor de 120 dólares. El ingeniero Cubeiro espera poner este dispositivo en el mercado con un valor cercano a los dos mil 350 pesos.
EL INFORMADOR / ALAN RODRIGUEZ
GUADALAJARA, JALISCO (11/ENE/2014).- El ingeniero Jaime Cubeiro Martínez recibió en 2012 una patente ante el
El proyecto ya está en desarrollo, pero el ingeniero quiere manufacturarlo y ponerlo a la venta. Su objetivo principal es ayudar a los discapacitados con la instalación de este dispositivo y darles entrada en el campo laboral, logrando así cumplir un sueño de arrancar con una ensambladora que empleé a personas con capacidades diferentes.
El mismo Jaime padece una discapacidad. Hace dos años sufrió una parálisis cerebral que le impide caminar cómodamente y subir escaleras.
Hace cinco años, el ingeniero Jaime tenía su residencia en los Estados Unidos. "Vi que había que mejorar las formas para introducirse a un baño, sobre todo para aquellos que tienen capacidades diferentes (...) y me di cuenta que en México también hace falta eso, de ahí vino la idea para dar pie el proyecto.
Desde entonces, busca un incentivo para poder iniciar con la ensambladora y sacar esta cortina al mercado. El proyecto arrancó de la mano con la Universidad Autónoma de Guadalajara, en donde le apoyaron con estudios técnicos y de mercado de su proyecto. Al recibir la patente, el ingeniero Cubeiro se ha encargado de conseguir el material y hacer sus propios estudios. A la fecha, ha invertido alrededor de 600 mil pesos en la consecución de su sueño.
"Espero ahorita cumplir un sueño de abrir una ensambladora para darle trabajo a personas con capacidades diferentes, en dado caso que el gobierno no me de un incentivo por los obstáculos que representa, mejor prefiero vender la patente". Jaime indicó que la patente tiene un valor aproximado a los cuatro millones de dólares.
La ensambladora que espera abrir el ingeniero no requiere de mucha inversión. Cada pieza de su cortina se manufactura de forma independiente "yo me encargaría de solo adquirir equipo para ensamblarla, pero dándole trabajo en su mayoría a personas discapacitadas"
Cubeiro Martínez espera pronto ver cristalizado en su totalidad este proyecto "yo espero que con algún apoyo, tuviésemos esa oportunidad de hacerlo posible. Veo ahora a jóvenes que se asustan al decir que tienen una innovación y no se animan sacarla a la luz por falta de dinero, yo les digo que acudan al IMPI que son quienes dan ese apoyo; yo necesito que el gobierno de Zapopan tenga incentivos directos; si hay dinero para otras cosas, que faciliten algo para abrir una empresa que busca darle un trabajo digno a personas con otro tipo de capacidad".
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La cortina cuenta con un switch que puede ser instalado en una de las paredes del baño; con éste se activa un motor que da arranque a un sistema de subido y bajado de la cortina, la cual cubre el espacio comprendido por la regadera. Cuenta también con un sistema de secado que funciona al subir la cortina, que está hecha de un material plástico antibacterial.
El motor principal de la cortina es fabricado en Japón. El resto de las piezas, dice el ingeniero, busca que sean hechas en México, lo cual le ahorraría costos en su producción. Actualmente, desarrollar una sola cortina le cuesta alrededor de 120 dólares. El ingeniero Cubeiro espera poner este dispositivo en el mercado con un valor cercano a los dos mil 350 pesos.
EL INFORMADOR / ALAN RODRIGUEZ
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