Economía
Ataque al centro de la economía
La lucha antiterrorismo originó crisis y déficit en Estados Unidos
- LOS CIMIENTOS DE LA GRAN POTENCIA
SE TAMBALEAN (INFOGRÁFICO)
CIUDAD DE MÉXICO (31/AGO/2011).- Una década ha pasado desde aquella mañana en que el poderío estadounidense parecía desmoronarse con las Torres Gemelas desplomándose en el corazón de Wall Street.
La caída de las colosales columnas en 2001 como imagen de fondo, anticiparía una de las más fuertes sacudidas económicas que el mundo ha presenciado y que persiste a la fecha.
La cadena de decisiones tomadas tras el atentado del 11 de septiembre dio origen a la Gran Recesión global de 2008 y al abultado déficit que el gobierno estadounidense tiene y que hoy pone en jaque a la recuperación.
La guerra contra el terrorismo, promovida por George W. Bush en contra de Irak y Afganistán como respuesta al 9-11, propulsó una deuda gubernamental que abarca un poco menos de la mitad del saldo total que actualmente debe Estados Unidos.
El aumento en el gasto para la defensa de Estados Unidos en la “guerra contra el terrorismo”, ayudó a reactivar temporalmente a una economía que venía en desaceleración desde mediados de 2000, pero también creó las bases del problema de endeudamiento que enfrenta hoy ese país, explicó Eduardo Loría, director del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Decisiones de política económica tomadas entonces, como el inicio de un largo periodo de reducidas tasas de interés para promover el crecimiento económico, sentaron las bases de la burbuja inmobiliaria de 2008.
Una crisis que no para
A partir de 2000, Estados Unidos enfrentó una corta recesión que comenzó con la desaceleración del sector manufacturero y que dejó atrás un periodo de expansión económica sin precedentes en los noventas.
“La economía comenzó a desacelerarse entre 2000 y 2001 y con el desplome de las Torres Gemelas se generó más incertidumbre que se tradujo en una caída de 7.13% de la Bolsa de Valores estadounidense”, expuso José Luis De la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
La breve crisis de 2001 creó una mezcla particular de ingredientes que prevalecen: la falta de credibilidad en el manejo contable de empresas estadounidenses (Enron); una excesiva desregulación, que con tasas de interés muy bajas generó burbujas especulativas, primero en torno a la “nueva economía o empresas.com” y después al “sector de vivienda subprime”.
“En 2001 no existía una regulación adecuada del sistema financiero ni una supervisión del manejo contable en las empresas, y ese es un tema que todavía estamos viviendo; la arquitectura del sistema financiero respecto a la revisión contable no ha ocurrido y era una de las modificaciones que se tenían que instrumentar desde esa época al sistema financiero internacional y particularmente al de Estados Unidos”, dijo De la Cruz.
Por otro lado, a la breve recesión de 2001 le sucedió un periodo de baja exponencial en las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense orientada a reactivar la economía, que sin embargo dio origen a la burbuja especulativa en el sector de vivienda y a la actual crisis de la cual no nos hemos recuperado, expuso Eduardo Loría.
Fuerte impulso a la deuda de EU
El acto terrorista del 11 de septiembre de 2001 se tradujo en un fuerte repunte del gasto público en defensa que tuvo implicaciones en el consumo y la industria de defensa e innovación aeroespacial, que a su vez, se tradujo en una reactivación de la economía durante los dos años posteriores, expuso Raymundo Tenorio, director de la carrera de economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Fue entre 2001 y 2009, cuando la deuda pública de Estados Unidos repuntó más en la historia de ese país con las guerras en Irak y Afganistán, la desaceleración económica de 2001 y los recortes en impuestos ocurridos en ese lapso.
De acuerdo con datos del Departamento del Tesoro, la Fed y el Buró de deuda pública, el gasto público aumentó en 6.1 billones de dólares en los dos periodos de gobierno de George W. Bush, saldo que representa más de 43% del total de la deuda de Estados Unidos.
El elevado endeudamiento estadounidense asciende a 14.3 billones de dólares; que sumado a la debilidad del empleo y del ingreso de los hogares aumenta la probabilidad de una doble recesión.
Deuda del mundo desarrollado
El problema de la deuda se extiende a la mayoría de las naciones desarrolladas, que incurrieron en desequilibrios por un exceso de gasto.
Analistas de BBVA Research previeron que de ocurrir una reestructura desordenada de la deuda en las naciones desarrolladas, escenario adverso que está latente, podría verse una moderada recesión en Europa y un menor crecimiento del Estados Unidos.
Este escenario, se traduciría en una reducción del Producto Interno Bruto global de entre 1 y 1.5 puntos porcentuales y Estados Unidos, crecería sólo 0.5%.
En tanto, México se enfrentaría un deterioro en la confianza de consumidores e inversionistas, que se traduciría en una menor demanda interna, al estar más ligado al ciclo económico de Estados Unidos.
+ + + gráfico + + +
Recuperación, en riesgo por pasivos
La recuperación de la economía global está en riesgo ante el elevado déficit fiscal que hoy enfrentan Estados Unidos y otras naciones desarrolladas.
Los abundantes recursos que estos países deben erogar para el pago de su deuda, limitan las posibilidades de realizar políticas expansivas adicionales para fomentar el empleo y el ingreso interno, y por el contrario, restringirán más el crecimiento ante la necesidad de reducir el gasto público y eventualmente aumentar impuestos.
En Estados Unidos, el déficit público tiene origen en forma importante en el gasto erogado en la “guerra contra el terrorismo” durante la administración de George W. Bush.
Durante los dos periodos de Bush Jr. (2001-2009) se registró un fuerte repunte del déficit, que sumó 6.1 billones de dólares, pero que no estuvo acompañado de aumentos en los ingresos del sector público, sino al contrario, de reducciones de impuestos, sobre todo para los más ricos.
Además, si bien la economía de guerra animó a las finanzas, creó una infraestructura productiva que ahora está parada, expuso Raymundo Tenorio, director de la carrera de economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
En la actualidad el elevado déficit estadounidense, que supera al PIB de México, limita el margen de acción de la economía más grande del mundo, pues no hay mucho margen de maniobra en el tema de gasto para impulsar la economía de Estados Unidos.
“Actualmente, se vive lo que John Maynard Keynes definió como trampa de liquidez, en la que la política monetaria, es decir, un incremento de la oferta monetaria, tiene escaso impacto sobre la economía real o actividad económica, en tanto, debido al elevado endeudamiento la política fiscal está limitada”, expuso Eduardo Loría del CEMPE de la UNAM.
“De hecho, el alto endeudamiento implicará reducciones fuertes al gasto federal en programas sociales e incrementos de impuestos”, agregó Eduardo Loría.
Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Base Casa de Bolsa, explicó que la “trampa de liquidez”, significa que sin importar cuánto se baje la tasa de interés o se inyecte liquidez al sistema, la demanda de dinero se vuelve inelástica, es decir no responde.
“La evidencia muestra que cuando una economía cae en una trampa de liquidez y además tiene un elevado gasto de gobierno, se entra en una etapa de estancamiento, tal como le pasó a Japón”, expuso.
Lo anterior significa que la recuperación en Estados Unidos tomará más tiempo de lo que inicialmente se esperaba y el consumo seguirá deprimido hasta que la confianza en ese país mejore, ahondó.
SE TAMBALEAN (INFOGRÁFICO)
CIUDAD DE MÉXICO (31/AGO/2011).- Una década ha pasado desde aquella mañana en que el poderío estadounidense parecía desmoronarse con las Torres Gemelas desplomándose en el corazón de Wall Street.
La caída de las colosales columnas en 2001 como imagen de fondo, anticiparía una de las más fuertes sacudidas económicas que el mundo ha presenciado y que persiste a la fecha.
La cadena de decisiones tomadas tras el atentado del 11 de septiembre dio origen a la Gran Recesión global de 2008 y al abultado déficit que el gobierno estadounidense tiene y que hoy pone en jaque a la recuperación.
La guerra contra el terrorismo, promovida por George W. Bush en contra de Irak y Afganistán como respuesta al 9-11, propulsó una deuda gubernamental que abarca un poco menos de la mitad del saldo total que actualmente debe Estados Unidos.
El aumento en el gasto para la defensa de Estados Unidos en la “guerra contra el terrorismo”, ayudó a reactivar temporalmente a una economía que venía en desaceleración desde mediados de 2000, pero también creó las bases del problema de endeudamiento que enfrenta hoy ese país, explicó Eduardo Loría, director del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Decisiones de política económica tomadas entonces, como el inicio de un largo periodo de reducidas tasas de interés para promover el crecimiento económico, sentaron las bases de la burbuja inmobiliaria de 2008.
Una crisis que no para
A partir de 2000, Estados Unidos enfrentó una corta recesión que comenzó con la desaceleración del sector manufacturero y que dejó atrás un periodo de expansión económica sin precedentes en los noventas.
“La economía comenzó a desacelerarse entre 2000 y 2001 y con el desplome de las Torres Gemelas se generó más incertidumbre que se tradujo en una caída de 7.13% de la Bolsa de Valores estadounidense”, expuso José Luis De la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
La breve crisis de 2001 creó una mezcla particular de ingredientes que prevalecen: la falta de credibilidad en el manejo contable de empresas estadounidenses (Enron); una excesiva desregulación, que con tasas de interés muy bajas generó burbujas especulativas, primero en torno a la “nueva economía o empresas.com” y después al “sector de vivienda subprime”.
“En 2001 no existía una regulación adecuada del sistema financiero ni una supervisión del manejo contable en las empresas, y ese es un tema que todavía estamos viviendo; la arquitectura del sistema financiero respecto a la revisión contable no ha ocurrido y era una de las modificaciones que se tenían que instrumentar desde esa época al sistema financiero internacional y particularmente al de Estados Unidos”, dijo De la Cruz.
Por otro lado, a la breve recesión de 2001 le sucedió un periodo de baja exponencial en las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense orientada a reactivar la economía, que sin embargo dio origen a la burbuja especulativa en el sector de vivienda y a la actual crisis de la cual no nos hemos recuperado, expuso Eduardo Loría.
Fuerte impulso a la deuda de EU
El acto terrorista del 11 de septiembre de 2001 se tradujo en un fuerte repunte del gasto público en defensa que tuvo implicaciones en el consumo y la industria de defensa e innovación aeroespacial, que a su vez, se tradujo en una reactivación de la economía durante los dos años posteriores, expuso Raymundo Tenorio, director de la carrera de economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Fue entre 2001 y 2009, cuando la deuda pública de Estados Unidos repuntó más en la historia de ese país con las guerras en Irak y Afganistán, la desaceleración económica de 2001 y los recortes en impuestos ocurridos en ese lapso.
De acuerdo con datos del Departamento del Tesoro, la Fed y el Buró de deuda pública, el gasto público aumentó en 6.1 billones de dólares en los dos periodos de gobierno de George W. Bush, saldo que representa más de 43% del total de la deuda de Estados Unidos.
El elevado endeudamiento estadounidense asciende a 14.3 billones de dólares; que sumado a la debilidad del empleo y del ingreso de los hogares aumenta la probabilidad de una doble recesión.
Deuda del mundo desarrollado
El problema de la deuda se extiende a la mayoría de las naciones desarrolladas, que incurrieron en desequilibrios por un exceso de gasto.
Analistas de BBVA Research previeron que de ocurrir una reestructura desordenada de la deuda en las naciones desarrolladas, escenario adverso que está latente, podría verse una moderada recesión en Europa y un menor crecimiento del Estados Unidos.
Este escenario, se traduciría en una reducción del Producto Interno Bruto global de entre 1 y 1.5 puntos porcentuales y Estados Unidos, crecería sólo 0.5%.
En tanto, México se enfrentaría un deterioro en la confianza de consumidores e inversionistas, que se traduciría en una menor demanda interna, al estar más ligado al ciclo económico de Estados Unidos.
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Recuperación, en riesgo por pasivos
La recuperación de la economía global está en riesgo ante el elevado déficit fiscal que hoy enfrentan Estados Unidos y otras naciones desarrolladas.
Los abundantes recursos que estos países deben erogar para el pago de su deuda, limitan las posibilidades de realizar políticas expansivas adicionales para fomentar el empleo y el ingreso interno, y por el contrario, restringirán más el crecimiento ante la necesidad de reducir el gasto público y eventualmente aumentar impuestos.
En Estados Unidos, el déficit público tiene origen en forma importante en el gasto erogado en la “guerra contra el terrorismo” durante la administración de George W. Bush.
Durante los dos periodos de Bush Jr. (2001-2009) se registró un fuerte repunte del déficit, que sumó 6.1 billones de dólares, pero que no estuvo acompañado de aumentos en los ingresos del sector público, sino al contrario, de reducciones de impuestos, sobre todo para los más ricos.
Además, si bien la economía de guerra animó a las finanzas, creó una infraestructura productiva que ahora está parada, expuso Raymundo Tenorio, director de la carrera de economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
En la actualidad el elevado déficit estadounidense, que supera al PIB de México, limita el margen de acción de la economía más grande del mundo, pues no hay mucho margen de maniobra en el tema de gasto para impulsar la economía de Estados Unidos.
“Actualmente, se vive lo que John Maynard Keynes definió como trampa de liquidez, en la que la política monetaria, es decir, un incremento de la oferta monetaria, tiene escaso impacto sobre la economía real o actividad económica, en tanto, debido al elevado endeudamiento la política fiscal está limitada”, expuso Eduardo Loría del CEMPE de la UNAM.
“De hecho, el alto endeudamiento implicará reducciones fuertes al gasto federal en programas sociales e incrementos de impuestos”, agregó Eduardo Loría.
Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Base Casa de Bolsa, explicó que la “trampa de liquidez”, significa que sin importar cuánto se baje la tasa de interés o se inyecte liquidez al sistema, la demanda de dinero se vuelve inelástica, es decir no responde.
“La evidencia muestra que cuando una economía cae en una trampa de liquidez y además tiene un elevado gasto de gobierno, se entra en una etapa de estancamiento, tal como le pasó a Japón”, expuso.
Lo anterior significa que la recuperación en Estados Unidos tomará más tiempo de lo que inicialmente se esperaba y el consumo seguirá deprimido hasta que la confianza en ese país mejore, ahondó.
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