Economía
Apuesta Dione por la calidad y las personas
Entre las claves de su éxito está la lealtad hacia la buena materia prima
GUADALAJARA, JALISCO (25/AGO/2014).- Sobrevivir y destacar en la industria del calzado no es fácil. La entrada de nuevos materiales, el desarrollo de insumos baratos y la llegada de calzado chino ha provocado altibajos en este sector durante los últimos años. En este contexto, la empresa Dione se ha mantenido de pie hasta cumplir este mes 70 años de existencia.
Una de las claves del éxito de Dione es la lealtad que se tiene hacia la buena materia prima, que termina con un producto fino y de calidad para las mujeres que gustan del buen calzado. Tras siete décadas, la empresa se reinventa para seguir calzando a la mujer y competir con las mejores fábricas zapateras, asegura su presidente, Carlos González Lozano.
Cada año, Dione produce alrededor de 120 mil pares que vende en tres canales: las tiendas que tiene en diferentes lugares del país como Guadalajara, Monterrey, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Toluca, Ciudad de México y Morelia; las tiendas departamentales como el Palacio de Hierro, así como los clientes de ruta, es decir, los que compran a Dione para vender en sus zapaterías independientes.
“No ha habido una variación de volumen de producción; cuando yo entré a Dione en 1972, andaba sobre los 250 pares diarios, y ahorita ya llegamos hasta los 500 o hemos llegado hasta 600, pero la situación económica nos ha bajado un poco”.
En Dione laboran 340 personas, entre los empleados que están en fábrica y los de tiendas. “Para mí, nuestro personal es el principal capital, no es el dinero”.
Esto queda patente al ingresar a la fábrica, y observar cómo el trabajo, la dedicación que se le pone a cada suela y trozo de piel, termina en un par de zapatos finos, hechos por cerca de 200 manos.
El reto ahora es seguir manteniendo el ritmo, pero mejorando el modelo de negocios y la productividad.
“El proyecto ahora es más interno, es mejorar el modelo de negocio que tenemos, volvernos más productivos, mejorar nuestros sistemas de producción, volvernos más eficientes”.
Más que un problema, González Lozano ve un área de oportunidad con la entrada de nueva oferta de zapatos extranjeros.
Dione fortaleció su área de diseño, con una profesional de Croacia y con formación en Italia, quien dirige el departamento creativo.
“Queremos lograr que el consumidor pueda darse cuenta del valor que tiene un par de zapatos en el uso, comodidad; a veces no se dan cuenta de la importancia de la calidad del producto hasta que pasan los años y se ven los pies maltratados, porque no usaron un zapato con buena hechura”.
SABER MÁS
Alto nivel
Dione nació en la avenida República número 509; después se trasladó a avenida R. Michel, y desde 2002 se encuentran en un parque industrial de Zapopan.
Entre comercialización y producción, tiene al año 210 millones de pesos en ventas de fábrica y en tiendas.
Todos sus productos se elaboran con pieles naturales y materiales de calidad, como herrajes fabricados en Italia, pieles pintadas a mano, así como sedas utilizadas en diversas creaciones del calzado.
Una de las claves del éxito de Dione es la lealtad que se tiene hacia la buena materia prima, que termina con un producto fino y de calidad para las mujeres que gustan del buen calzado. Tras siete décadas, la empresa se reinventa para seguir calzando a la mujer y competir con las mejores fábricas zapateras, asegura su presidente, Carlos González Lozano.
Cada año, Dione produce alrededor de 120 mil pares que vende en tres canales: las tiendas que tiene en diferentes lugares del país como Guadalajara, Monterrey, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Toluca, Ciudad de México y Morelia; las tiendas departamentales como el Palacio de Hierro, así como los clientes de ruta, es decir, los que compran a Dione para vender en sus zapaterías independientes.
“No ha habido una variación de volumen de producción; cuando yo entré a Dione en 1972, andaba sobre los 250 pares diarios, y ahorita ya llegamos hasta los 500 o hemos llegado hasta 600, pero la situación económica nos ha bajado un poco”.
En Dione laboran 340 personas, entre los empleados que están en fábrica y los de tiendas. “Para mí, nuestro personal es el principal capital, no es el dinero”.
Esto queda patente al ingresar a la fábrica, y observar cómo el trabajo, la dedicación que se le pone a cada suela y trozo de piel, termina en un par de zapatos finos, hechos por cerca de 200 manos.
El reto ahora es seguir manteniendo el ritmo, pero mejorando el modelo de negocios y la productividad.
“El proyecto ahora es más interno, es mejorar el modelo de negocio que tenemos, volvernos más productivos, mejorar nuestros sistemas de producción, volvernos más eficientes”.
Más que un problema, González Lozano ve un área de oportunidad con la entrada de nueva oferta de zapatos extranjeros.
Dione fortaleció su área de diseño, con una profesional de Croacia y con formación en Italia, quien dirige el departamento creativo.
“Queremos lograr que el consumidor pueda darse cuenta del valor que tiene un par de zapatos en el uso, comodidad; a veces no se dan cuenta de la importancia de la calidad del producto hasta que pasan los años y se ven los pies maltratados, porque no usaron un zapato con buena hechura”.
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Alto nivel
Dione nació en la avenida República número 509; después se trasladó a avenida R. Michel, y desde 2002 se encuentran en un parque industrial de Zapopan.
Entre comercialización y producción, tiene al año 210 millones de pesos en ventas de fábrica y en tiendas.
Todos sus productos se elaboran con pieles naturales y materiales de calidad, como herrajes fabricados en Italia, pieles pintadas a mano, así como sedas utilizadas en diversas creaciones del calzado.
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