Economía

Aprueba Gran Bretaña ajustes para atajar el déficit

El plan contempla retrasar la edad de jubilación, congelar sueldo de funcionarios y retirar subsidios a la población

LONDRES, GRAN BRETAÑA (22/JUN/2010).- El Gobierno británico presentó hoy un duro ajuste presupuestario con el que la coalición de conservadores y liberal-demócratas quiere reducir en el plazo de cinco años el abultado déficit del Estado, estimado actualmente en torno a los 155 mil millones de libras.

El plan incluye recortes en el gasto social e incrementos impositivos y fue presentado ante la Cámara de los Comunes por el ministro de Economía, George Osborne, que calificó las medidas incluidas en el nuevo presupuesto como "duras, pero justas".

"Los años de deuda y de gasto han hecho que esto sea inevitable", dijo Osborne en referencia a los últimos 13 años de gobiernos laboristas y con el objetivo de justificar el ajuste más severo de las cuentas del Estado británico desde la década de 1980.

Osborne anunció una prórroga de la congelación salarial en el sector público durante dos años para quienes cobren anualmente más de 21 mil libras, la suspensión durante tres años de las ayudas por hijos y la eliminación de los incentivos familiares en el caso de hogares con ingresos superiores a las 40 mil libras.

Los recortes en políticas sociales afectarán a amplios sectores de la población, porque también implican una aceleración del proceso para retrasar la edad de jubilación a los 66 años y una limitación de las ayudas de vivienda para los sectores más desfavorecidos.

Además, las personas que reciben subsidios por minusvalía deberán someterse a nuevos exámenes médicos para valorar su situación.

Todo ello forma parte de una reestructuración presupuestaria con la que el Gobierno que lidera el conservador David Cameron quiere ahorrar 11 mil  millones de libras hasta el año fiscal 2014-2015.

La única concesión del nuevo presupuesto fue el aumento de la tasa básica impositiva para las personas físicas, que se incrementa hasta las  siete mil 745 libras anuales, lo que beneficiará a 880 mil personas, que a partir de ahora no tendrán que pagar impuestos.

"Es un presupuesto de emergencia, así que déjenme hablarles con claridad de la emergencia que afrontamos. El Gobierno de coalición ha heredado de su predecesor el mayor déficit presupuestario de cualquier economía en Europa con la excepción de Irlanda", dijo.

"Una de cada cuatro libras que gastamos es prestada. Lo que no hemos heredado de nuestros predecesores es un plan creíble para reducir este déficit récord", señaló el canciller del Exchequer.

De no tomarse estas medidas para reducir el déficit, argumentó Osborne, la credibilidad del país en los mercados internacionales se verá afectada, con "catastróficas" consecuencias.

Otras medidas de calado macroeconómico del presupuesto tienen por objetivo estimular la actividad de las empresas, generar empleo, incrementar los ingresos del Estado y evitar nuevas crisis.

A partir de enero, el Gobierno introducirá un nuevo impuesto a los bancos, mientras que el 4 de enero de 2011 el IVA pasará del actual 17.5% al 20% por ciento, lo que generará unos ingresos anuales de 13 mil millones de libras.

El impuesto de actividades económicas, que está en el 28%, será reducido el año próximo al 27% y después un 1% anual durante los tres años siguiente, hasta el 24por ciento.

Con estas cuentas generales del Estado, el Gobierno esta decidido a "animar a las empresas, porque son los negocios y no el Gobierno las que crearán los empleos en el futuro", explicó Osborne.

El presupuesto se configuró sobre la base de que el crecimiento económico se situará este año en el 1.2% y de que subirá paulatinamente hasta llegar al 2.7% en 2015.

En cuanto a la inflación (que actualmente se sitúa en el 3.4%) el Gobierno prevé que termine 2010 en finales de año en el 2,7%, mientras que la tasa de desempleo (que está en 7,9%) se situará en el 8.1% a finales de año, bajando al 6.1% en 2015.

La oposición laborista calificó de "irresponsable" el presupuesto y su líder en funciones, Harriet Harman, aseguró que serán los que menos tienen los que soportarán el peso de los recortes.

"Este es un presupuesto 'tory' que echará a la gente de sus trabajos, que frenará el crecimiento económico y que dañará servicios públicos vitales", declaró Harman en el Parlamento.

Los principales sindicatos fueron igualmente críticos con el plan del Gobierno, al que acusaron de "declarar la guerra" al sector público, en palabras del Dave Prentis, secretario general de Unison.

El secretario general de Unite, Derek Simpson, aseguró por su parte que es el mayor ataque contra los servicios esenciales del Estado en una generación y añadió: "hoy la máscara ha caído y ha revelado lo que es este Gobierno: tories que recortan drásticamente el gasto social y que son amigos de los ricos y los poderosos".
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