Economía

Antonio Marts hace de su Paraíso Perdido un modelo empresarial rentable

A partir de 2010 se trabajó a profundidad para hacerla una compañía consolidada

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2017).- Con 19 años recién cumplidos, la Editorial Paraíso Perdido ha logrado consolidarse como una empresa creativa exitosa en un sector particularmente difícil, dentro de un sistema que no fomenta la lectura y con pocos apoyos oficiales a la industria cultural del libro.

Antonio Marts, coordinador general de Paraíso Perdido, considera que la diversificación de servicios (es decir, no solo vender libros), utilizar las redes sociales y mercadotecnia para encontrar nichos de lectores fieles, y la incursión en nuevas plataformas como los libros electrónicos, son algunas de la principales razones de la permanencia y rentabilidad del proyecto.

El editor tapatío considera que fue a partir de 2010 cuando realmente se trabajó a profundidad para hacer de Paraíso Perdido una compañía consolidada. Marts divide la vida de la editorial en dos etapas, una primera donde “no teníamos un plan de negocios, salvo mucha pasión y ganas por hacer las cosas, y una segunda etapa donde empezamos a buscar elementos más formales: nos registramos como sociedad y tuvimos apoyos en fechas recientes”.

Antonio Marts asegura que es compatible combinar el amor por los libros y la literatura, y ganar dinero por ello. “Está claro que se puede hacer algo cultural o artístico, pero al mismo tiempo con una visión de empresa, son objetivos que pueden ir parejos”, explicó.

Paraíso Perdido tuvo que diversificarse. “Nos dimos cuenta que la situación actual en el país dificulta vivir únicamente de editar libros, entonces, a la par de la literatura, ofrecemos servicios de diseño, producción editorial, asesoría, y todo una gama de servicios que están alrededor del libro”.

Para atraer nuevos lectores, la editorial tapatía mantiene presencia en las principales librerías de la ciudad (Gonvill, Porrúa, El Sótano, Fondo de Cultura Económica), participa activamente en festivales y ferias del libro, y trabajan con lectores jóvenes en escuelas, haciendo visitas y lecturas en voz alta para promover a sus autores. “Varias de nuestras lecturas se identifican o se adaptan a los muchachos, no hablamos de problemáticas de superación, sino de cosas que les suceden y son cercanas a ellos”, dijo Marts.

TÓMELO EN CUENTA

Estrategias alcanzables

Antonio Marts, coordinador general de Paraíso Perdido, recomienda a emprendedores fijarse estrategias alcanzables, no depender solo de apoyos oficiales de Gobierno y tratar de hacer lo que nadie ha hecho. Pero pese al romanticismo que pueda tener un proyecto, se debe cuidar mucho la parte administrativa. “Queramos o no, los recursos económicos son los que permiten mantener cualquier tipo de proyecto”.

Un abanico de apuestas editoriales

En casi dos décadas, Paraíso Perdido ha publicado 124 libros, principalmente de jóvenes autores jaliscienses. Tiene tres colecciones activas: el Taller del amanuense (cuentos y noveles de autores jóvenes emergentes), la Biblioteca Instantánea (con libros más pequeños, especialmente primeras publicaciones de noveles escritores) y los Cuadernos de Leyndármal (enfocado al libro ilustrado).

La editorial incrementa año con año la publicación de nuevos títulos (en 2017 serán 15 libros, cinco más que los presentados en 2016), y apuesta por fomentar el libro electrónico o e-book, además de desarrollar audiolibros y ofrecerlos vía streaming. Asi mismo, mantiene presencia constante en redes sociales y se ha asesorado con agencias creativas para elevar la penetración de la marca.

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