Economía

Análisis: Crisis económica ayudó a confirmar a Geithner

La votación en el pleno del Senado podría tener lugar el lunes, pese a persistir las dudas sobre la idoneidad de un funcionario que no pagó en tiempo y forma los impuestos por el salario que ganó en el 2001

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- La confirmación de Timothy Geithner como secretario del Tesoro es un indicio de la severidad de la recesión y la voluntad del Congreso a otorgar al presidente Barack Obama el beneficio de la duda y hacer la vista gorda ante las violaciones fiscales del funcionario.

La votación en el pleno del Senado podría tener lugar el lunes, pese a persistir las dudas sobre la idoneidad de un funcionario que no pagó en tiempo y forma los impuestos por el salario que ganó en el 2001 cuando trabajo en el Fondo Monetario Internacional, omisión que repitió en los tres años siguientes.

"En otros tiempos mejores, habría sido rechazado sin miramientos", afirmó el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Rutgers Ross Baker. Sugirió además que contribuyeron a la confirmación de Geithner la crisis financiera creciente, la buena voluntad inicial con el nuevo presidente y la reputación de Geithner como genio de las finanzas.

Baker mencionó a manera de ejemplo varios precedentes: "Abraham Lincoln estuvo dispuesto a ignorar el excesivo consumo de alcohol de Ulysses S. Grant por ser un genio en el campo de batalla".

Dada la severidad de la presente crisis, el gobierno y los legisladores de ambos partidos parecen dispuestos a otorgar a Geithner una salvedad. Mencionan como razón su enorme experiencia como gobernador del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y su trabajo en el Departamento del Tesoro bajo tres presidentes.

Obama ha respaldado sin reservas la candidatura de Geithner, e insistió en que el Senado lo confirme pese a sus "errores inocentes".

Geithner tiene el mandato de sacar a la economía de una profunda recesión y, para ello, convencer a los legisladores que deben aprobar cuanto antes un plan de estímulo de 825 mil  millones de dólares o más  diseñado por Obama. Como aval para esa tarea cuenta con su experiencia en el diseño del plan de estímulo económico por 700 mil millones de dólares bajo la presidencia de George W. Bush.

"No son estos tiempos normales", aseveró el senador demócrata Kent Conrad.

De ser rechazado, la elección de un sustituto podría demorar semanas en un momento en que Obama necesita sin más tardanzas un secretario del Tesoro con amplia experiencia.

"Creo que todo el mundo aceptó al candidato, pese a las profundas reservas, para poder encarar cuanto antes la situación de los mercados bursátiles, que andan de capa caída, además de contar con alguien en la Tesorería que defienda el plan de estímulo", dijo el profesor de servicios públicos de la Universidad de Nueva York, Paul Light. "Es considerado demasiado inteligente para fracasar" en el empeño, agregó.

Para algunos senadores renuentes, esa presunción requerirá grandes dosis de fe.

Pese a sus antecedentes y reputación de ser un analista minucioso, Geithner reconoció que no ejerció el cuidado debido en la preparación y pago de sus impuestos, pese a su meteórica carrera en el mundo de las finanzas.

Se confundió al utilizar un popular programa cibernético en la preparación de su declaración de la renta, utilizado sin problema alguno por millones de personas. No leyó debidamente las advertencias anuales del FMI sobre sus obligaciones en el pago de los impuestos a la Seguridad Social y el seguro médico Medicare, pese a que firmó las declaraciones indicando que las comprendió y aceptó en su totalidad. Después contrató los servicios de un contador que, según sostuvo, tampoco descubrió los errores de sus declaraciones fiscales.

Y por si fuera poco, Geithner dedujo erróneamente el coste de los campamentos veraniegos de sus hijos.

Además, pagó los impuestos atrasados, con intereses, del 2003 y el 2004 solamente tras sufrir una auditoría del Servicio de Recaudación de Rentas Internas (IRS por sus siglas en inglés). Empero, no pagó los impuestos que debía de los años 2001 y 2002 pese a que cometió esos mismos errores en sus declaraciones  hasta el cuarto trimestre del año pasado, poco antes de ser postulado por Obama como secretario del Tesoro. Fueron en total unos 34 mil dólares

Ese tipo de conducta despierta profundas reservas, cuando no la indignación en grado sumo, de muchos contribuyentes.

"Mi teléfono no deja de sonar", afirmó el representante republicano Pat Roberts. Agregó que la gente se pregunta "¿Por qué consideramos para secretario del Tesoro a un candidato que no paga los impuestos que debe?".

"Cometí graves errores, aunque no fueron errores intencionales", dijo Geithner a la Comisión de Hacienda del Senado. "Los corregí. Pero fueron responsabilidad mía".

Ese alarde de humildad dio fruto. La postulación de Geithner fue respaldada el jueves en el comité por votación de 15-8 y enviada al pleno del Senado.
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