Economía
A México lo rezaga la escasa competencia comercial
Limitar la competencia en sectores como el enérgetico condena a México al subdesarrollo, señala especialista durante la Cumbre de Negocios
GUADALAARA, JALISCO (21/OCT/2013).- La reciente Ley Federal de
Telecomunicaciones es sólo uno de los tantos pasos que el país debe dar para abrir las puertas de la competencia comercial, pues si bien ese sector está marcado por los monopolios no es el único donde se necesita una reforma legislativa como la ya citada, aprobada en el 2011.
Y es que limitar la competencia en sectores como el energético e incluso el educativo condena a México al subdesarrollo, esas fueron algunas de las apreciaciones que se vertieron en la Cumbre de Negocios sobre la apertura comercial en el país, donde participaron empresarios.
"Nuestro país es un país con fuertes deficiencias en los sectores económicos que no está expuesta a la competencia internacional, casi donde tengamos la vista hay oportunidades de mejora muy significativas", señaló Roberto Newell García, vicepresidente del Instituto Mexicano para la Competitividad, quien ejemplificó a Australia como un país que se propuso la apertura de competencias en todos los sectores y activó su economía.
En su intervención, Newell propuso que la apertura debería de darse también en el sector educativo para dejar de ver al estado como principal proveedor de estos servicios, pues hacerlo implica que los maestros se establezcan en una plaza y sin mejorar su práctica docente sigan teniendo empleo.
"Me encantaría que el maestro de la sección 22 que está haciendo una serie de fechorías pueda regresar plácidamente a su chamba, cuando tuviera que estar cuidando una oferta que está en competencia", ejemplificó.
Por su parte, Luis Miguel González, director editorial de El Economista, dijo sobre la reforma en telecomunicaciones que no es suficiente por si sola, aunque sí es un paso.
"Los resultados de esa reforma tiene que ver con cómo reaccionan esos actores involucrados. Es decir, cómo reaccionarán Televisa, Telmex, TvAzteca, la calidad de las reformas se va a ver en la calidad de la respuesta de estos actores aludidos, entre éstos estamos hablando de los consumidores".
También se habló de uno de los temas que más les preocupa a los empresarios, que es el sector energético, pues al no haber opciones de abasto, coinciden en que la Comisión Federal de Electricidad deberá mejorar sus procesos y servicios. Y aunque la reforma energética plantea una diversificación de fuentes energéticas limpias, los panelistas no se dijeron convencidos de que esto signifique "competencia".
Oscar Peralta Cásares, vicepresidente de Grupo Mental Intra México, al aclarar que la diferencia entre los países ricos y pobres es su variedad de competencias, criticó al sector proveedor de energía mexicano al señalar que los monopolios siempre son ineficientes por la falta de presión comercial.
"No va a venir otra competencia a la CFE, no va a existir, pero viene una reforma energética y en esa reforma van a entrar jugadores que van a permitir a la CFE hacer su trabajo mucho más eficiente porque es una práctica monopólica indirecta la que hay ahí", dijo.
Finalmente, señalaron que las reformas estructurales del gobierno federal no son la "panacea", sino que para cambiar las deficiencias del país hará falta el involucramiento cercano del sector productivo mexicano.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
Y es que limitar la competencia en sectores como el energético e incluso el educativo condena a México al subdesarrollo, esas fueron algunas de las apreciaciones que se vertieron en la Cumbre de Negocios sobre la apertura comercial en el país, donde participaron empresarios.
"Nuestro país es un país con fuertes deficiencias en los sectores económicos que no está expuesta a la competencia internacional, casi donde tengamos la vista hay oportunidades de mejora muy significativas", señaló Roberto Newell García, vicepresidente del Instituto Mexicano para la Competitividad, quien ejemplificó a Australia como un país que se propuso la apertura de competencias en todos los sectores y activó su economía.
En su intervención, Newell propuso que la apertura debería de darse también en el sector educativo para dejar de ver al estado como principal proveedor de estos servicios, pues hacerlo implica que los maestros se establezcan en una plaza y sin mejorar su práctica docente sigan teniendo empleo.
"Me encantaría que el maestro de la sección 22 que está haciendo una serie de fechorías pueda regresar plácidamente a su chamba, cuando tuviera que estar cuidando una oferta que está en competencia", ejemplificó.
Por su parte, Luis Miguel González, director editorial de El Economista, dijo sobre la reforma en telecomunicaciones que no es suficiente por si sola, aunque sí es un paso.
"Los resultados de esa reforma tiene que ver con cómo reaccionan esos actores involucrados. Es decir, cómo reaccionarán Televisa, Telmex, TvAzteca, la calidad de las reformas se va a ver en la calidad de la respuesta de estos actores aludidos, entre éstos estamos hablando de los consumidores".
También se habló de uno de los temas que más les preocupa a los empresarios, que es el sector energético, pues al no haber opciones de abasto, coinciden en que la Comisión Federal de Electricidad deberá mejorar sus procesos y servicios. Y aunque la reforma energética plantea una diversificación de fuentes energéticas limpias, los panelistas no se dijeron convencidos de que esto signifique "competencia".
Oscar Peralta Cásares, vicepresidente de Grupo Mental Intra México, al aclarar que la diferencia entre los países ricos y pobres es su variedad de competencias, criticó al sector proveedor de energía mexicano al señalar que los monopolios siempre son ineficientes por la falta de presión comercial.
"No va a venir otra competencia a la CFE, no va a existir, pero viene una reforma energética y en esa reforma van a entrar jugadores que van a permitir a la CFE hacer su trabajo mucho más eficiente porque es una práctica monopólica indirecta la que hay ahí", dijo.
Finalmente, señalaron que las reformas estructurales del gobierno federal no son la "panacea", sino que para cambiar las deficiencias del país hará falta el involucramiento cercano del sector productivo mexicano.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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