Deportes
Yahel Castillo se cuelga el bronce en el Mundial
El clavadista nacional consigue el tercer sitio desde el trampolín de tres metros con puntuación de 498.30
Castillo iba en quinta posición antes del último salto, pero logró la mejor puntuación en ese sexto clavado final (99,45), lo que le permitió lograr su segunda medalla en Mundiales, tras el bronce en Shanghai 2011 en saltos sincronizados de tres metros junto a Julián Sánchez.
El oro lo ganó He Chong con 544,95 puntos, la plata fue para Kuznetsov con 508,00 y el bronce para Castillo con 498,30.
Castillo en el primer salto se colocó en tercera posición con 88,40, pero en el segundo ya era cuarto detrás de los dos chinos y el ruso Evgeni Kuznetsov.
En el tercer clavado, los dos chinos cometieron un error y el mexicano se colocó segundo detrás del ruso Kuznetsov. El chino Qin Kai recibió una calificación de 38,50 y pasó a la décima plaza a casi 50 puntos del mexicano.
Si Castillo mantenía su regularidad en los tres últimos saltos el bronce estaba a su alcance.
En el cuarto, el ucraniano Illya Kvasha hizo el mejor clavado y se puso tercero, desplazando a Castillo a la cuarta posición.
El mexicano estaba en la lucha por el bronce pero el quinto fue fatal para él, ya que obtuvo una puntuación de 57, la más baja entre los finalistas, lo que le puso quinto, recuperándose en el sexto clavado.
Castillo fue séptimo en la prueba individual en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y sexto en Londres 2012.
Es el resultado de su trabajo
"La verdad es que estoy muy contento. Es el resultado del trabajo y ahora a seguir echándole ganas. Me acuerdo en un momento como éste de mi familia y de mis entrenadores", dijo el mexicano tras conseguir la medalla.
Las mejores actuaciones de Castillo, de 26 años, en la prueba individual en grandes competiciones habían sido un sexto puesto en el Mundial de Shanghai-2011 y en los Juegos de Londres-2012. En Pekín-2008 había obtenido la séptima plaza.
"Es verdad que la medalla se me resistía. Por eso veo ahora que estoy mejorando mi nivel y esto me ayudar a motivarme para trabajar más fuerte y que vengan más competencias", indicó Castillo.
Su entrenador, Jorge Carreón, le daba ánimos desde la grada, durante la final.
"Siempre hablamos. Él nunca perdió la esperanza. Siempre me estuvo apoyando, en todo momento. Fue poco tiempo la final, pero se me hizo eterno. La verdad es que me siento muy contento con él, motivado, me siento como un niño entrenando, un novato. Me ha cambiado las ganas de trabajar", explicó Castillo.
Ahora su sueño es ganar una medalla olímpica en Río 2016. "Me gustaría ganar una medalla si Dios me presta vida y salud", concluyó.
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