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Woods se derrumba y Europa se agiganta
El golfista no ganó un título en todo el año, algo que no sucedía desde 1996
Al final de 2010, Tiger Woods redescubrió usar Twitter y la gente más cínica de inmediato pensó que todo forma parte de un truco para ``humanizar'' la imagen del ex número uno del golf mundial, cuya caída libre al abismo marcó la disciplina.
Luego que un accidente automovilístico a fines de noviembre de 2009 hiciese destapar una vorágine de informaciones embarazosas sobre sus infidelidades, la aureola de invencible de Woods se vino abajo. De vuelta al circuito tras una bien coreografeada conferencia de prensa, vista en vivo en todo el mundo, Woods fue la sombra en los campos.
La lista negativa incluye:
_Cedió el puesto de número uno mundial tras 281 semanas consecutivas.
_No ganó un título en todo el año, algo que no sucedía desde 1996.
_Por primera vez perdió un torneo en el que inició la ronda final con una ventaja de tres golpes, lo cual ocurrió en Thousand Oaks, el último del año.
A todo esto hay que sumarle su divorcio (según versiones de prensa pudo haberle costado decenas de millones de dólares), así como los patrocinadores que optaron por romper sus contratos para no querer ver su imagen atada a un personaje bañado de barro.
Graeme McDowell, el primer rival en vencerle con una remontada en el último hoyo, destacó la necesidad de que el golf tenga al mejor Woods.
¨Pero ¿tendrá el mismo efecto intimidante sobre los demás?
``Hay algo especial sobre su juego y estoy plenamente convencido que esa mística volverá'', dijo McDowell.
Mientras Woods trataba de recuperar la mejor versión de su juego, la otra historia de 2010 fue la excelencia del desempeño de los jugadores europeos.
El inglés Lee Westwood fue quien desplazó a Woods del primer lugar del ranking, mientras que el norirlandés McDowell se coronó en el Abierto de Estados Unidos y lideró la conquista de la Copa Ryder al obtener el punto decisivo.
Además, el alemán Martin Kaymer ganó el Campeonato de la PGA y el sudafricano Louis Oosthuizen se llevó la corona en el Abierto Británico en St. Andrews. Los cuatro primeros en la tabla de puntos de la temporada fueron europeos, Westwood, Kaymer, McDowell y el inglés Luke Donald. Phil Mickelson salvó el honor estadounidense con su tercera consagración en el Masters de Augusta.
En el horizonte asoma una talentosa camada de europeos dentro de la cual sobresalen el norirlandés Rory McIlroy, el español Alvaro Quirós, los hermanos italianos Molinari (Francesco y Edoardo) y el compatriota de éstos Matteo Manassero, que con 17 años se convirtió en el jugador más joven en la historia en ganar un torneo del tour europeo.
Hasta hace poco, los golfistas de Europa y otras partes del mundo buscaban la forma de apuntarse a las competencias en Estados Unidos. Pero ya no.
``Me siento orgulloso de ser un jugador del tour europeo y el golf europeo pasa por un excelente momento'', dijo Francesco Molinari. ``Honestamente, ir a Estados Unidos no está en mis planes''.
En tanto, la trascendencia del tour femenino de la LPGA sufrió ante la ausencia de Lorena Ochoa y Annika Sorenstam, sus dos figuras emblemáticas de la última década.
Tras el retiro de Ochoa para formar una familia, el número uno del ranking femenino cambió de manos nueve veces entre tres jugadoras, las surcoreanas Jijay Chin y Na Yeon Choi y la estadounidense Cristie Kerr. Al final de cuentas, Yani Tseng se convirtió en la primera golfista de Taiwán en atrapar el premio a la Jugadora del Año, que la mexicana Ochoa monopolizó las cuatro temporadas previas.
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