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Velocidad samurái

Con un cierre de infarto, Takuma Sato gana la edición 101 de la carrera

ESTADOS UNIDOS (29/MAY/2017).- Takuma Sato ganó ayer las 500 Millas de Indianápolis, para dar a la escudería de Michael Andretti su segundo triunfo consecutivo en la famosa carrera, que esta vez resultó sumamente accidentada.

Los pilotos de Andretti han conquistado la Indy 500 tres veces en los últimos cuatro años. En 2016, fue el novato Alexander Rossi quien se llevó la victoria.

Esta vez le tocó el turno a Sato, quien se incorporó al equipo apenas en esta campaña y quien no figuraba entre los protagonistas en el Indianapolis Motor Speedway, dado que el número de participantes de Andretti para esta competición se amplió a seis, con la incorporación de Fernando Alonso.

El español Alonso se ausentó del Gran Premio de Mónaco en la Fórmula Uno a fin de probar suerte en las 500 de Indianápolis.

Los problemas principales que enfrentó Andretti Autosport se relacionaron con la fiabilidad de sus motores Honda. Alonso brindó un espectáculo emocionante y tuvo la delantera durante 27 vueltas, la tercera mayor cantidad en la carrera. El bicampeón de la F1 terminó retirándose por un problema de motor, a 20 vueltas del final.

En las últimas vueltas, Sato tuvo que resistir un embate del brasileño Helio Castroneves, quien trataba de ganar por cuarta vez, para empatar un récord.

Castroneves, de la escudería Penske y con motor Chevrolet, tomó la delantera de forma fugaz, pero no pudo responder al reto que le impuso Sato.

“Es enorme. Es megagrande (el triunfo). No puedo imaginar la reacción de la gente. Los fans japoneses son muy agradecidos y esto es especial. Hoy en día hay mucha gente que sigue la Indy Car y muchos aficionados han volado hasta aquí para seguir hoy la carrera. Estoy orgulloso de lo conseguido”, señaló el piloto al terminar la carrera.

Alonso bebe leche

Aunque abandonó en su debut en Indianápolis, el español Fernando Alonso protagonizó una simpática estampa al despedirse del evento, bebiendo de un cartón de leche, una tradición reservada a los campeones de la carrera.

“Vine aquí a ponerme retos. Sé que puedo ser tan rápido como cualquiera en la Fórmula Uno, pero no sabía si podría serlo también en la IndyCar. Quería experimentar esa sensación”, apuntó bicampeón de la Fórmula Uno.

“Lideré la carrera. Fue genial. Vi el número 29 en lo más alto de la clasificación y pensé: ‘Espero que hayan sacado una foto de ese momento porque la quiero en casa’”, reconoció el piloto.  

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