Deportes
Vecinos cuidan rancho
A las afueras de los complejos panamericanos hay de todo. Vecinos se quejan de la falta de información, mientras que los comerciantes esperan más gente
GUADALAJARA, JALISCO (21/OCT/2011).- Pedro López no ha cambiado de trabajo desde hace nueve años, es el conserje de uno de los edificios de enfrente de la Unidad Revolución, sobre la avenida Pablo Neruda. Sólo que él, al igual que varios vecinos, han tenido que cambiar de quehaceres. Por ejemplo, Pedro pasa 12 horas al día sentado en el zaguán del edificio cuidando que nadie se estacione afuera de la cochera “si uno no les dice les vale”.
Para Bertha Alicia Mejía Olmedo la fiesta de América sí es una fiesta para sus bolsillos. Vende periódicos. “La gente se está llevando mucho los que traigan lo de los Panamericanos, incluso más que los de policiaco” dice.
“Está pa´ la madre, antes me había dicho que me consiguiera un ayudante porque iba a estar bien movido”, cuenta el abarrotero Jorge Santiago , cerca del CODE Paradero. Los controles de seguridad no dejan llegar a sus clientes.
Karla Mata, una empleada de un restaurante de comida mexicana por el rumbo de Plaza del Sol, que patrocina los Juegos confirma: “está bien raro, de hecho tenemos menos gente que la semana pasada, después de las tres de la tarde nada más cuatro o cinco mesas, pero esperábamos más”.
Los vecinos de los estadios no son los únicos que creen que a estos juegos les hace falta la fiesta, y derrama económica, el malabarista Enrique opina lo mismo.
ZONA CODE PARADERO
Cecilia Jaime, propietaria de un cibercafé
Las ventas están muy bajas, yo creo que en mi negocio han bajado por 40%
Para Bertha Alicia Mejía Olmedo la fiesta de América sí es una fiesta para sus bolsillos. Vende periódicos. “La gente se está llevando mucho los que traigan lo de los Panamericanos, incluso más que los de policiaco” dice.
“Está pa´ la madre, antes me había dicho que me consiguiera un ayudante porque iba a estar bien movido”, cuenta el abarrotero Jorge Santiago , cerca del CODE Paradero. Los controles de seguridad no dejan llegar a sus clientes.
Karla Mata, una empleada de un restaurante de comida mexicana por el rumbo de Plaza del Sol, que patrocina los Juegos confirma: “está bien raro, de hecho tenemos menos gente que la semana pasada, después de las tres de la tarde nada más cuatro o cinco mesas, pero esperábamos más”.
Los vecinos de los estadios no son los únicos que creen que a estos juegos les hace falta la fiesta, y derrama económica, el malabarista Enrique opina lo mismo.
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Cecilia Jaime, propietaria de un cibercafé
Las ventas están muy bajas, yo creo que en mi negocio han bajado por 40%
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