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Uruguay muerde clasificación

Cesare Prandelli traicionó su estilo ofensivo y jugó al empate; los charrúas lucharon hasta el final

NATAL, BRASIL (24/JUN/2014).- Al borde del abismo en la Copa del Mundo, un cabezazo de Diego Godín a los 81 minutos le dio a Uruguay el martes un triunfo 1-0 sobre Italia y clasificó a la Celeste a la segunda ronda, la de los mejores 16.

Por segundo partido consecutivo, Uruguay se embolsó los tres puntos al amparo de un gol en el tramo final, y eliminó a Italia en la primera ronda de un Grupo D, que ganó Costa Rica.

“Otra vez, la verdad que el trabajo del equipo fue impresionante, descomunal”, expresó el defensor Godín. “La confianza que teníamos era impresionante, y la fe y el deseo de ganar lo demostramos en todo momento”.

Los uruguayos parecían despedirse del torneo frente al catenaccio italiano, aplicado otra vez para un partido de vida o muerte, y la brillantez del portero Gianluigi Buffon.

Otro naufragio italiano en el Mundial, el segundo seguido en el que el campeón de 1934, 1938, 1982 y 2006 se despide a las primeras de cambio, marcando un amargo adiós para veteranas figuras como Buffon y el mediocampista Andrea Pirlo.

Como consecuencia adicional, el entrenador Cesare Prandelli presentó su renuncia al cargo.

Tras un letárgico comienzo, seguido por un tenso trámite, el partido acabó de manera trepidante.

La expulsión de Claudio Marchisio a los 59 minutos, tras ir temerariamente con los tacos de frente en un lance con Egidio Arévalo, le dio al final una cuota enorme de dramatismo. El árbitro mexicano Marco Rodríguez no titubeó en mostrarle la roja directa al volante italiano.

Y otro episodio para la polémica por parte de Luis Suárez y su dentadura. A los 80, el ariete uruguayo entró en un forcejeo con Giorgio Chiellini. En las repeticiones de televisión se pudo ver al delantero charrúa aparentemente morder el hombro izquierdo de Chiellini.

Pero el árbitro pareció que no se percató de lo ocurrido y el partido siguió.

Chiellini arremetió contra Rodríguez, tachando de “absurdo” su criterio por no haber expulsado a Suárez. “Fue tan clarísimo. Me ha quedado hasta una marca”, dijo Chiellini sobre el mordisco.

Obligado a ganar para seguir con vida, Uruguay se había volcado al ataque en procura del gol de la diferencia. Y lo encontró tras un tiro de esquina cobrado por Gastón Ramírez y cabeceado por Godín.

Apostarle al empate fue una arriesgada, tal vez contraproducente, estrategia de Prandelli, quien hasta ahora había recibido elogios por darle a Italia un estilo más abierto.

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