Deportes
Un tatami que enseña respeto
Con 33 años como profesor, Alfonso Cárdenas llegó a Guadalajara en 1999 para colocar al equipo de Jalisco como el mejor del país
El entrenador presume su logro con orgullo, pero también con la humildad de quien lleva años practicando este deporte que exige disciplina, precisión y un entrenamiento paciente y exhaustivo. Él se inició en sus misterios en 1978, en su ciudad natal, Santiago de Cuba. Fue atleta y seleccionado nacional y años más tarde se convirtió en entrenador del equipo juvenil de Cuba. No fue su primer deporte, ni el único: antes había practicado boxeo y luego atletismo, pero fue por más, y estudió las carreras de Psicología y Deportes en Cuba, para dedicarse luego a ser formador de atletas.
En 1999 le llegó una invitación de México y decidió aceptarla. Le dijo que sí a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), hizo maletas, dejó la punta oriental de su isla y aterrizó en el continente, en la occidental Guadalajara, dispuesto a formar judocas.
Once años y, hoy en día, 150 atletas a su cargo. Muchos números positivos y una carrera fructífera: cuando llegó, por ejemplo, no había un entrenador a cargo del equipo, así que muchos jóvenes practicaban luchas. Hoy, entre los pupilos del profesor Alfonso hay cuatro jóvenes del equipo de Jalisco con boleto a los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011: Edna Carrillo, que participará en la categoría de 48 kilogramos; Andrea Cárdenas, en 52 kg; en 78 kg, Lenia Ruvalcaba, e Isao Cárdenas, en el rango de 90 kilogramos.
Respeto
“Estoy más tiempo con los atletas que con mis hijos”, dice el profesor Alfonso sonriendo. Asegura que los jóvenes a los que entrena lo llenan de vida, lo cual justifica las trece horas diarias —de siete de la mañana a ocho de la noche— que les dedica.
Una relación tan estrecha exige bases sólidas. El respeto es la más importante de ellas, y tanto los judocas como su profesor lo han aprendido en el tatami. Allí, en el terreno donde se desarrolla esta disciplina, la regla de oro es el respeto hacia los demás: hay que subirse descalzo, hay que caminar por la línea reglamentaria, hay que saludar al oponente al principio y al final de un combate…
Cárdenas asegura que el judo es considerado el primer arte marcial completo que existe en el mundo. Es su pasión, y pretende transmitir el sentimiento a sus alumnos con disciplina, pero también con confianza. Porque, coincide con sus colegas, la figura de un entrenador es esencial para la vida para un atleta: “Creo que todavía en la pedagogía que habla de que el entrenador y el atleta son como padre e hijo”.
PARA SABER
Deporte de raíz flexible
El judoca combate vestido con un judogi, su traje oficial, compuesto por una chaqueta y un pantalón de algodón y que puede ser blanco o azul. El uniforme lleva un cinturón que mide tres metros y que indica el grado del deportista; se enrolla dos veces alrededor de la cintura.
Tatami es el nombre del terreno de combate del judo y, aunque no sea propiamente un colchón, funciona para amortiguar las caídas; es cuadrado y mide entre ocho y 10 metros de lado.
Tres jueces califican los combates: son un árbitro central y otros dos de esquina y, según los derribes y proyecciones que hagan los atletas, éstos puntuarán a los competidores de acuerdo con la técnica que hayan utilizado. El judo, según el profesor Alfonso Cárdenas, es un deporte técnico- táctico.
En Guadalajara 2011 se competirá en 14 pruebas: siete varoniles y siete femeniles. Los combates de varones duran cinco minutos; los de mujeres, cuatro.
Síguenos en