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Un oro cardiaco

Pese a ir abajo en puntos, la mexicana saca la casta ante la colombiana Doris Patiño y le dio a México su segunda alegría dorada del día

GUADALAJARA, JALISCO (17/OCT/2011).- La medalla tan esperada en taekwondo por parte de los mexicanos en los Juegos Panamericanos al fin llegó. Irma Edith Contreras fue la encargada de colgarse la de oro en la división de -57kg.

“Apenas estoy asimilando lo que está pasando, estoy muy contenta y agradecida con toda la gente que vino a apoyarme, es impresionante tener la medalla y ver la bandera en alto”, expresó en conferencia de prensa la atleta tricolor, quien le dio a México su segundo metal dorado en el certamen.

Irma Edith Contreras enfrentó en el combate por el título a la colombiana Doris Patiño, quien fue una rival complicada por lo que la mexicana debió esforzarse al máximo para superar a su rival. Así lo consiguió con un cardiaco 4-3.

Mercedes Iberri, presidenta de la Asociación de Taekwondo Jalisco, reconoció que fue un combate impresionante. Además, afirmó que la atleta siempre se mantuvo tranquila, pese a la presión que se pudo haber desatado de los gritos eufóricos del público. Esa concentración, señala la experta, fue la mejor estrategia para conseguir la medalla de oro.

Pero como era de esperarse, el combate no fue sólo un asunto de las dos competidoras. Las tribunas se “metieron” en la pelea con gritos y consignas de apoyo hacia la mexicana.

Una de las frases más sonadas durante los dos días de competencia en la disciplina es “¡Duro, duro, México duro!”.

Como salido de una caricatura de animé, Arturo de 11 años, quien tenía los ojos cristalinos y la boca abierta por la sorpresa de ver a un tatami tan grande, le decía a su mamá: ¡“No manches, nunca me imaginé estar tan cerca”.

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