Deportes
Un imán de calamidades
El Atlas fue víctima de sus errores
Y es que los Zorros se habían plantado como pocos en el Nou Camp, proponiendo, marcando el ritmo del partido, y arrebatando la posesión de la pelota a un equipo que acostumbra maniatar a sus rivales.
Pero los Zorros son sus propios victimarios. Primero, cuando Héctor Mancilla se olvidó de que su equipo se juega la categoría en cada partido, y quiso definir de sexto año una gran jugada del "Negro" Sandoval.
Y después, cuando Gregorio Torres no pudo despejar en un par de ocasiones una pelota que era para mandarla a la fila 25 del estadio, y terminó por estrellarla en un rival. El rebote quedó como pase perfecto para la entrada de Delgado, que penetró al área y sirvió a Loboa para el primer gol del partido.
La otra calamidad llegaría unos minutos después. El dibujo defensivo del Atlas en un tiro de esquina, se fue a la basura por un resbalón de Flavio Santos, que su marca, Matías Brito, cambió por gol.
Después, los reclamos del "Goyo" Torres a su técnico, de Mancilla a sus compañeros, y para colmo, Héctor, el más indolente sobre la cancha, hace el gol de los Zorros, como para presumir en el vestidor que sólo él y nadie más mereció algo en la cancha.
La despedida rojinegra a nadie sorprende, estaba dentro del presupuesto. Pero en el aire queda el futuro del Atlas, un club convulsionado que, como nunca, esperaba anoche un silbatazo final.
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