Deportes

Un fin de semana con restricciones viales

La Vía RecreActiva será suspendida sólo en los tramos afectados por las competencias, que cubren una parte del eje Juárez-Vallarta

GUADALAJARA, JALISCO (21/OCT/2011).- Si usted tiene planes para el sábado o el domingo, revíselos, porque las vialidades más importantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara serán tomadas por los deportistas panamericanos. Eso sí: serán todo un espectáculo de bicicletas y atletas, sólo que, para disfrutarlo, la Secretaría de Vialidad recomendó que los tapatíos tomen su tiempo, busquen estacionamiento a distancia, caminen y permanezcan en lugares seguros para observar. “Tomemos previsiones y, si no tenemos mucho que hacer en esos lugares, evitemos esas avenidas”, recomendó el secretario DiegoMonráz.

Mañana habrá ciclismo de ruta en dos pruebas diferentes: femenil y varonil. Para esto, parte del poniente del ciudad se convertirá en un circuito que implicará cierres de calles desde las 0:00 horas y hasta las 14:00 horas, pero escalonados, por lo cual habrá cruces para autos y peatones por varias avenidas principales.

El domingo se inauguran las competencias de atletismo con la marcha de 20 kilómetros (varonil y femenil) y el maratón femenil. Los atletas recorrerán una sección de calles en forma de “L”: Juárez-Vallarta desde La Minerva a 16 de Septiembre-Alcalde, y ésta hasta Herrera y Cairo.

Las medidas serán las mismas: cortes escalonados a la circulación desde las 0:00 horas; cruces por varias avenidas —Federalismo, Enrique Díaz de León, Américas y el paso a desnivel de López Mateos—, pero por 16 de Septiembre-Alcalde no se podrá circular por transversales entre Juárez y Herrera y Cairo.

Con el circuito del sábado, habrá que tomar nota de las rutas alternas para autos: La Paz, Niños Héroes, Agustín Yáñez, Washington, Avenida México, Naciones Unidas, Circunvalación, López Mateos y Lázaro Cárdenas; el domingo estará bloqueado un tramo de Alcalde

HORARIOS
Así será el sábado 22


9:00-12:00

Dos competencias de ciclismo de ruta

14:00 horas

Reabre la circulación vial.

LA CAMINATA
La joven que quiso ser voluntaria


Paola Ruvalcaba habla a mil por hora y, en los últimos meses, siempre habla de los Panamericanos, se queja su amiga Blanca Zermeño. Mientras habla, Paola se pone besos en la mano, los arroja al cielo y sonríe, mientras sus ojos cafés se hacen dos platos redondos y brillantes. Está convencida de que las competencias deportivas son lo mejor que ha visto y de que las jornadas de 12 horas diarias, durante los últimos 90 días, son lo mejor que le ha pasado en sus 22 años de vida.

Lo cierto es que Paola no ha visto una sola competencia y no ha recibido un cinco por las 990 horas de chamba ardua. Es una de los más de 12 mil voluntarios de los XVI Juegos Panamericanos, en la categoría “Ceremonias”. Dice que supo lo que quería hacer desde que tenía 16 años, una tarde en que abrió el periódico y leyó que las autoridades habían solicitado la sede. Ese día sintió algo similar al enamoramiento y comenzó a rezar por Guadalajara.

Un año después supo que sus oraciones había llegado a quienes iban dirigidas. Quizá, a los integrantes de la Odepa, que en mayo de 2006 le dieron la sede a la capital de Jalisco. La cosa fue que, a partir de eso, las exigencias divinas de Paola subieron de tono. “Dije: ‘Yo quiero estar ahí; voy a estar ahí’”, así que puso de nuevo a los santos de cabeza. Y éstos volvieron a hacer su trabajo. A mediados de 2010, un grupo de reclutadores acudió a su escuela.

La siguiente escena en la vida de Paola fue la inauguración de los Juegos, el 14 de octubre. Le tocó estar en el centro del escenario, justo donde ningún espectador la podía ver. Tres meses de ensayo fueron muy ilustrativos para entregarle a los bailarines y voladores su traje “y unas medallas que tenían luz”. Blanca Zermeño, la mejor amiga de Paola, se quedó dormida.

Después, Paola no ha hecho mucho: impresión, enmicado de documentos y lo que se ofrezca, en el domo contiguo al Estadio Omnilife, a donde llega a las once de las mañana y permanece hasta las once de la noche. ¿No te van pagar? “¡Sí!”, grita satisfecha, mientras lanza un beso al cielo: “Dos uniformes, una chamarra, una cangurera y un par de calcetines. Y la experiencia de estar aquí: ¿qué más puedo pedir?”.

Después de la inauguración, Paola no ha hecho mucho: impresión, enmicado y lo que se ofrezca; llega a las 11 de la mañana y se va a las 11 de la noche...

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