Deportes

Tierra de porteros

Por Jaime Gallardo

Cada que se anuncia una convocatoria para la Selección se tiene el hacha bien afilada para empezar a destrozarla en el marco del más apasionado de los debates con los amigos en el trabajo en el dominó o en donde quiera que se hable de futbol; los llamados siempre empiezan por los guardametas y la polémica también. Normalmente el primer contrapunto de los comentarios es quién debe defender la portería de nuestro equipo y siempre se pretende que sea el mejor.

Como en muchas cosas, los que discutimos con vehemencia, pretendiendo ser los tenedores de la verdad absoluta, y asumiéndonos como el más grande director técnico que el mundo ha dado pontificamos, respecto a las torpezas de las designaciones del entrenador en turno.

Más allá de cualquier punto de vista la realidad es que desde hace tiempo el puesto que mejor cubierto está en la Selección mexicana es justamente el de portero, Oswaldo Sánchez, Guillermo Ochoa, José de Jesús Corona, Luis Ernesto Michel, Alfredo Talavera Díaz, Jonathan Orozco, Moisés Muñoz, Óscar Pérez, seguramente se tendrá preferencia por alguno considerándolo el mejor para esa posición, pero seguramente también se reconocerá que el resto son muy competentes en su labor y que en mayor o menor medida son confiables guardianes de la meta mexicana.

Como dato significativo, Oswaldo, Paco Memo, Chuy, Michel y Tala, son de Jalisco, mera anécdota tal vez, pero detrás de estos futbolistas profesionales está el trabajo de formación, horas de dedicación y esfuerzo en los clubes tapatíos hay destacados especialistas en el oficio del arco, los héroes anónimos que están detrás de la gran historia de éxito.

Afirman los que saben, en este caso los propios aludidos, que Raúl Morales, en Atlas, y Luis Valls, en Chivas, son algunos de los que mejor trabajan, y como dicen los rancheros: “contra hechos no hay argumentos”; de manera generacional ellos dos han trabajado con muy buenos resultados manteniendo el buen nivel de los cancerberos de estas dos instituciones por varias generaciones y esta labor no siempre tiene el reconocimiento que merece.

Desde luego que no son los únicos que hacen bien su labor, Alberto Aguilar, con la Selección, su puesto que hoy ocupa Nicolás Navarro tras magnífica labor en Monterrey, quien a su vez fue relevado por otro buen elemento, Robert Dante Siboldi; Néstor Rafael Verderi trabaja en el América y todos ellos han convertido su trabajo en una especialización que se ha vuelto prácticamente indispensable.

Siendo el de portero el puesto más individual que hay en la cancha no aplicando una regla transitiva y en una visión que puede rayar en la ingenuidad para la reflexión, está la idea que de manera atemporal se pretende incorporar en Chivas a personas que trabajen de manera específica con un grupo de jugadores de acuerdo a su posición en la que juegan, será tan descabellada como lo pesamos a priori, más allá de la conclusión a la que podamos llegar sí será interesante conocer qué resultados puede dar este experimento del Rebaño de trabajar con un entrenador por línea.

Sería muy prometedor que quienes colaboraran en este proyecto tengan resultados medianamente favorables, aunque en el papel es algo que parece utópico.

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