Deportes
Termina en el hospital tras ganar medalla de plata
El atleta alemán Thomasz Wylenzek fue atendido tras sufrir un problema circulatorio
BEIJING, CHINA.- El canoísta alemán Thomasz Wylenzek fue atendido en un hospital de Beijing tras sufrir un colapso del sistema circulatorio, que le impidió recoger en el podio la medalla de plata, junto a su compañero Christian Gille, como subcampeones olímpicos de C-2 en 1000 metros.
Wylenzek y Gille lograron su segundo podio olímpico tras haber conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, y además están clasificados para disputar la final de C-2 500.
Pocos minutos después de haber finalizado la regata, Gille compareció solo en el podio para recoger la medalla y el ramo de flores, que correspondían al C-2 alemán por su segundo puesto, y fue quien explicó la ausencia de su compañero.
El presidente de la Federación Internacional de Canoa, el alemán Ulrich Feldorf, participante en el acto de premiación, conversó durante unos instantes con su compatriota, Christian Gille, que aparecía en solitario en el cajón del segundo clasificado, y posó junto a bielorrusos y húngaros para la foto en la que figuraban cinco palistas, en lugar de los seis habituales.
La pareja germana fue la dominadora de la regata de C-2 1000 metros durante casi toda la distancia, y después de liderar la prueba terminó perdiendo la supremacía en los últimos metros en los que resultó superada por la embarcación bielorrusa.
Wylenzek y Gille lograron su segundo podio olímpico tras haber conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, y además están clasificados para disputar la final de C-2 500.
Pocos minutos después de haber finalizado la regata, Gille compareció solo en el podio para recoger la medalla y el ramo de flores, que correspondían al C-2 alemán por su segundo puesto, y fue quien explicó la ausencia de su compañero.
El presidente de la Federación Internacional de Canoa, el alemán Ulrich Feldorf, participante en el acto de premiación, conversó durante unos instantes con su compatriota, Christian Gille, que aparecía en solitario en el cajón del segundo clasificado, y posó junto a bielorrusos y húngaros para la foto en la que figuraban cinco palistas, en lugar de los seis habituales.
La pareja germana fue la dominadora de la regata de C-2 1000 metros durante casi toda la distancia, y después de liderar la prueba terminó perdiendo la supremacía en los últimos metros en los que resultó superada por la embarcación bielorrusa.
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