Deportes
Tapatíos despiden al consentido Brasil con apoyo total
Asisten al encuentro de semifinal 29 mil 315 espectadores
ZAPOPAN, JALISCO (08/JUL/2011).- La Selección brasileña no podrá quejarse que no se sintió como en casa. La afición tapatía se volcó totalmente apoyando a la Verdeamerela, además de que hizo una gran entrada de 29 mil 315 espectadores en el Estadio Guadalajara (Omnilife), que vio cómo sus consentidos perdieron ante Uruguay dentro de la Copa del Mundo Sub-17.
Como lo es desde el Mundial de México 70, la capital jalisciense es la casa de Brasil y lo apoyan como si fuera un equipo de la localidad; así que en esta ocasión no pudo ser la excepción y desde que los jugadores de la canarinha saltaron al campo a realizar sus ejercicios de calentamiento, los aplausos fueron sobresalientes.
La afición confiaba en el pase de los amazónicos a la gran final, sin embargo, ahora sí como decía el héroe ficticio Chapulín Colorado, “no contaban con la astucia” de los uruguayos que, como históricamente lo han hecho ante los amazónicos, sacaron la llamada “garra charrúa” y tal cual balde de agua fría, dejó helados a los espectadores quienes al final, reconocieron el triunfo de los celestes.
Lucas y Guilherme robaron el corazón de las niñas
Los presentes, en su gran mayoría y como lo fue prácticamente en cada uno de los encuentros que se presenciaron en la Perla Tapatía, fueron los alumnos de las diferentes escuelas secundarias los que ocuparon gran parte de las butacas del inmueble y, fieles al estilo, con gritos y relajo, pusieron el ambiente al encuentro.
Pero hay que destacar que las niñas presentes dejaron en claro cuál de los brasileños les gustaba más, puesto que cada que tocaba el balón Lucas Piazón o Guilherme, los alaridos eran todavía más fuertes, tal como si estuvieran en un concierto de su artista favorito.
De los uruguayos sí había porra, pero eran mínimos, se alcanzaba a notar una que otra bandera perdida entre las gradas, pero al final fueron los más contentos, pues su equipo no los defraudó y en el primer gol los jugadores charrúas fueron a festejar con algunos de ellos.
Al final se escuchó el ¡México, México!
Aun cuando en todo momento apoyaron a los de la verdeamarela, cientos de aficionados, faltando cinco minutos para el final del encuentro, abandonaron el inmueble, mientras que los que se quedaron comenzaron a corear el “¡México, México!” en señal de apoyo a la Selección mexicana, que jugaba una hora después.
Como lo es desde el Mundial de México 70, la capital jalisciense es la casa de Brasil y lo apoyan como si fuera un equipo de la localidad; así que en esta ocasión no pudo ser la excepción y desde que los jugadores de la canarinha saltaron al campo a realizar sus ejercicios de calentamiento, los aplausos fueron sobresalientes.
La afición confiaba en el pase de los amazónicos a la gran final, sin embargo, ahora sí como decía el héroe ficticio Chapulín Colorado, “no contaban con la astucia” de los uruguayos que, como históricamente lo han hecho ante los amazónicos, sacaron la llamada “garra charrúa” y tal cual balde de agua fría, dejó helados a los espectadores quienes al final, reconocieron el triunfo de los celestes.
Lucas y Guilherme robaron el corazón de las niñas
Los presentes, en su gran mayoría y como lo fue prácticamente en cada uno de los encuentros que se presenciaron en la Perla Tapatía, fueron los alumnos de las diferentes escuelas secundarias los que ocuparon gran parte de las butacas del inmueble y, fieles al estilo, con gritos y relajo, pusieron el ambiente al encuentro.
Pero hay que destacar que las niñas presentes dejaron en claro cuál de los brasileños les gustaba más, puesto que cada que tocaba el balón Lucas Piazón o Guilherme, los alaridos eran todavía más fuertes, tal como si estuvieran en un concierto de su artista favorito.
De los uruguayos sí había porra, pero eran mínimos, se alcanzaba a notar una que otra bandera perdida entre las gradas, pero al final fueron los más contentos, pues su equipo no los defraudó y en el primer gol los jugadores charrúas fueron a festejar con algunos de ellos.
Al final se escuchó el ¡México, México!
Aun cuando en todo momento apoyaron a los de la verdeamarela, cientos de aficionados, faltando cinco minutos para el final del encuentro, abandonaron el inmueble, mientras que los que se quedaron comenzaron a corear el “¡México, México!” en señal de apoyo a la Selección mexicana, que jugaba una hora después.