Deportes
Super Bowl LXIII, el segundo más visto
Los primeros datos de audiencia muestran que más de 95.4 millones de personas vieron el partido de esta edición del Super Bowl
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- La NBC, la emisora de televisión encargada de retransmitir el XLIII Super Bowl, no solo logró batir el récord de ingresos por publicidad con ese partido, sino que además el duelo se convirtió en el segundo más visto en la historia de la NFL.
Los primeros datos de audiencia muestran que más de 95.4 millones de personas vieron el partido de esta edición del Super Bowl, que ganaron los Acereros por 27-23 a los Cardenales para ser el segundo más popular de todos los tiempos, sólo superado por el del año pasado que tuvo como protagonistas a los Gigantes de Nueva York y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
La NBC tuvo, además, la suerte de su lado, pues cuando todo parecía indicar que la final se iba a convertir en un monográfico de los Acereros, al dominar estos el marcador 20-7 tras tres cuartos de partido, los Cardenales lograron reaccionar en el último y marcar 13 puntos, con lo que se llegó a un final lleno de suspense y emoción.
El mariscal de campo Ben Roethlisberger y el receptor profundo Santonio Holmes, de los Acereros, fueron los encargados de, en el último suspiro del partido, darle el triunfo a su equipo con una avanzada de 78 yardas y touchdown cuando sólo quedaban 35 segundos para el final.
La situación fue la misma que se produjo el año pasado entre los Gigantes de Nueva York y los Patriotas de Nueva Inglaterra, pero entonces los protagonistas fueron el mariscal de campo Eli Manning y el receptor profundo Plexico Burress.
El éxito del partido entre los Acereros y los Cardinales fue aún mayor dado que ambos equipos no pertenecen a grandes mercados de publicidad y era una final que nadie se esperaba.
El único otro programa aparte del Super Bowl en superar el partido del domingo en la historia de los Estados Unidos de América fue el capítulo final de la serie "M-A-S-H" en 1983, de acuerdo a la compañía especializada Nielsen Media Research.
Los nuevos datos ofrecidos confirman que los que quisieron calificar a la 43 edición del Super Bowl como el de la "recesión" se equivocaron por completo y, por el contrario, estableció lo que debe ser a partir de ahora el mayor espectáculo deportivo del año en Estados Unidos: una inversión racional y no un despilfarro.
"Hemos mostrado que nuestra política tanto económica como deportiva es la correcta en estos momentos", declaró el comisionado de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Roger Goodill.
La NBC ingresó la cifra récord de 206 millones de dólares en publicidad durante la retransmisión del "Super Bowl".
La cifra se eleva a 261 millones de dólares si se tienen en cuenta los ingresos por publicidad de todo el día, después de vender los 69 espacios publicitarios a 32 anunciantes diferentes para la retransmisión, que tuvieron que pagar tres millones de dólares por cada 30 segundos de publicidad.
La NBC decidió un incremento del 11 por ciento en el precio de los anuncios en comparación con los 2.7 millones de dólares que se habían cobrado el año pasado.
Aunque las grandes compañías estadounidenses del sector del automóvil se quedaron fuera de los anuncios en el Super Bowl por primera vez en la historia del partido, la NBC no tuvo problemas para rellenar sus espacios con otras nuevas.
También se espera que las autoridades municipales de Tampa den a conocer los resultados de los ingresos económicos que dejó la semana de festividades del Super Bowl, que atrajo a entre 100 mil y 150 mil turistas.
Las estimaciones oficiales previstas para el Super Bowl eran de unos ingresos económicos superiores a los 150 millones de dólares.
Los primeros datos de audiencia muestran que más de 95.4 millones de personas vieron el partido de esta edición del Super Bowl, que ganaron los Acereros por 27-23 a los Cardenales para ser el segundo más popular de todos los tiempos, sólo superado por el del año pasado que tuvo como protagonistas a los Gigantes de Nueva York y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
La NBC tuvo, además, la suerte de su lado, pues cuando todo parecía indicar que la final se iba a convertir en un monográfico de los Acereros, al dominar estos el marcador 20-7 tras tres cuartos de partido, los Cardenales lograron reaccionar en el último y marcar 13 puntos, con lo que se llegó a un final lleno de suspense y emoción.
El mariscal de campo Ben Roethlisberger y el receptor profundo Santonio Holmes, de los Acereros, fueron los encargados de, en el último suspiro del partido, darle el triunfo a su equipo con una avanzada de 78 yardas y touchdown cuando sólo quedaban 35 segundos para el final.
La situación fue la misma que se produjo el año pasado entre los Gigantes de Nueva York y los Patriotas de Nueva Inglaterra, pero entonces los protagonistas fueron el mariscal de campo Eli Manning y el receptor profundo Plexico Burress.
El éxito del partido entre los Acereros y los Cardinales fue aún mayor dado que ambos equipos no pertenecen a grandes mercados de publicidad y era una final que nadie se esperaba.
El único otro programa aparte del Super Bowl en superar el partido del domingo en la historia de los Estados Unidos de América fue el capítulo final de la serie "M-A-S-H" en 1983, de acuerdo a la compañía especializada Nielsen Media Research.
Los nuevos datos ofrecidos confirman que los que quisieron calificar a la 43 edición del Super Bowl como el de la "recesión" se equivocaron por completo y, por el contrario, estableció lo que debe ser a partir de ahora el mayor espectáculo deportivo del año en Estados Unidos: una inversión racional y no un despilfarro.
"Hemos mostrado que nuestra política tanto económica como deportiva es la correcta en estos momentos", declaró el comisionado de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Roger Goodill.
La NBC ingresó la cifra récord de 206 millones de dólares en publicidad durante la retransmisión del "Super Bowl".
La cifra se eleva a 261 millones de dólares si se tienen en cuenta los ingresos por publicidad de todo el día, después de vender los 69 espacios publicitarios a 32 anunciantes diferentes para la retransmisión, que tuvieron que pagar tres millones de dólares por cada 30 segundos de publicidad.
La NBC decidió un incremento del 11 por ciento en el precio de los anuncios en comparación con los 2.7 millones de dólares que se habían cobrado el año pasado.
Aunque las grandes compañías estadounidenses del sector del automóvil se quedaron fuera de los anuncios en el Super Bowl por primera vez en la historia del partido, la NBC no tuvo problemas para rellenar sus espacios con otras nuevas.
También se espera que las autoridades municipales de Tampa den a conocer los resultados de los ingresos económicos que dejó la semana de festividades del Super Bowl, que atrajo a entre 100 mil y 150 mil turistas.
Las estimaciones oficiales previstas para el Super Bowl eran de unos ingresos económicos superiores a los 150 millones de dólares.
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