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Sophia Sheridan y su obsesión por la LPGA
La golfista tapatía se prepara con ahínco para obtener en diciembre su tarjeta a la gira profesional
Con el fenómeno de Lorena Ochoa surgieron un buen número de jugadoras mexicanas como Tanya Dergal, la regiomontana Marcela León, la duranguense Lilí Alvarez, Pamela Ontiveros, quienes compitieron constantemente en la temporada 2010 de la Futures Tour, antesala de la LPGA.
La Futures Tour, después de un año de viajes, competencia, con poco de bolsa, tan sólo otorga cinco lugares directos a la LPGA y los siguientes cinco, condicionados a ciertos torneos.
Así que la mejor opción de lograr un lugar de la LPGA, es buscar quedar entre las 20 mejores del llamado torneo “Q. School” o calificación de la escuela, donde entran jugadoras de todas partes del mundo, primero a un torneo eliminatorio, y las mejores a un torneo final a jugarse la primera semana de diciembre en Daytona Beach, Florida, donde las 20 mejores jugadoras entran con la credencial para la temporada 2010 de la LPGA.
Una de las jugadoras más constantes y peleadoras dentro de la Futures Tour, es la tapatía Sophia Sheridan, quien ha intentado una y otra vez llegar a la LPGA. Lo consiguió en 2006, pero perdió la credencial y no ha logrado regresar a donde pertenece, que es la LPGA y crecer como golfista, ya que la Futures Tour poco o nada le ha aportado, pero debe hacer algo y lo hace en la Futures Tour.
Sophia terminó en el lugar número 27 del ranking de la Futures Tour, jugó el torneo previo y calificó, y está en la gran final en la “Q. School” en Daytona Beach.
Además, Sophia jugará como la mejor mexicana en el Lorena Ochoa Invitational, que se disputará del 11 al 14 de noviembre en el Guadalajara Country Club y será su mejor preparación para el Q. School.
Sophia ha tomado las cosas con calma y quiere de una vez por todas entrar a la LPGA y ganarse la vida jugando torneos de golf, que es su gran pasión.
Sheridan se prepara concienzudamente, trabaja fuerte bajo el mando de Rafael Alarcón, quien ha sido su entrenador desde que era niña y la entrena al igual que lo hace con Lorena Ochoa.
En una de sus sesiones de trabajo, en el putting green del Guadalajara Country Club, habló sobre sus metas y aspiraciones cuando termine 2010.
¿Lista para el Q. School de diciembre?
“Sí, ahora tengo mucho tiempo, el torneo es en la segunda semana de diciembre, hay mucho tiempo de práctica y hay que estar relajado para enfrentar estos entrenamientos con miras a este importante torneo, apenas inicio el trabajo después de unas vacaciones e iremos subiendo el nivel de práctica poco a poco”.
¿No es injusto que la Futures Tour otorgue tan pocos lugares? Son cinco para un año de trabajo, ¿es muy poco?
“Desde el punto de vista de la jugadora, nosotros quisiéramos que la Futures Tour diera muchos más lugares, ya que es una temporada entera de estar jugando, hay que tomar en cuenta que cada año es más difícil, deberían de subirlo, mínimo a siete lugares con tarjeta completa, ya que actualmente dan cinco lugares con tarjeta completa y cinco condicionadas, estas últimas están muy limitadas”.
¿Han tratado de convencer al comisionado de la LPGA para que otorgue más lugares?
“Al principio del año, Lilí Álvarez lo invitó e incluso fue su caddie en el torneo de Puerto Vallarta, pero yo ni siquiera lo salude, no tengo idea que es lo que piense la LPGA de aumentar los lugares”.
¿En qué etapa de tu preparación estás?
“La semana pasada inicié con una práctica ligera, pero ya empiezo a trabajar con mi entrenador, Rafael Alarcón, para llegar lo mejor posible al Q. School”.
¿En qué vas a trabajar más?
“Es un poquito de todo, siempre hay que apretar tuercas en el swing, estar más sólida, hay que trabajar en el putt, pero sobre todo en el juego corto, creo que son de las cosas más importantes, creo que nos vamos enfocar más al juego corto”.
¿Qué se necesita para entrar a la LPGA?
-Se necesita trabajar, entrenar fuerte, llegar bien preparada, sabiendo que tengo de respaldo toda una temporada y tener la confianza de llegar bien.
¿Qué significa para ti jugar el Lorena Ochoa Invitational?
“Es lo máximo para mí, es lo mejor que me puede pasar a mí o para cualquiera jugadora, sobre todo la que va a jugar la Q. School, ya que vienen las mejoras 30 jugadoras del mundo, en mi propio campo, se necesita mucha concentración y se juega a tres semanas del Q. School, es muy buena preparación”.
¿Estás contenta con lo realizado en 2010?
“No fueron los resultados como esperábamos, sobre todo al principio, pero como golfista voy mejorando mucho, cada vez juego mejor, maduro como jugadora y he aprendido mucho esta temporada y creo que tengo buenas posibilidades en diciembre para jugar en el 2011 en la LPGA”.
¿Ayuda jugar el torneo previo de la Q. School?
“Al principio no me gustó la idea de ir a la primera etapa del Q. School, pero ya que la jugué, que me preparé, creo que me ayudó mucho, porque al final de cuentas es una etapa de Q. School, con esa presión, con esos nervios, que son diferentes, que te ayudan a prepararte para el evento grande de diciembre”.
¿Cómo es el campo de Daytona?
“Son dos campos diferentes, pero muy diferentes, uno es con árboles, donde jugamos dos rondas de 18 hoyos y el otro completamente abierto hacemos tres rondas, ambos son difíciles porque son largos, las condiciones del clima son diferentes cada año, en ocasiones hace frío, otras calor, ha llovido; además los greenes son de Bermuda, difíciles de leer, además los ponen rapiditos, son campos que tienes que estar concentrado en todos los hoyos”.
¿Cada año es más difícil calificar?
“La competencia sube, hay muchas más y mejores jugadoras que quieren un puesto en la LPGA, también habemos muchas que tenemos mucho tiempo intentandolo, que al final te da cierta ventaja en un torneo de estas características, la experiencia es importante, pero sí, cada vez es más difícil, como en todo en la vida”.
¿Qué pasa con las otras mexicanas?
“Habemos muchas en la Futures Tour, más que nunca, somos siete, hay algunas que no se sintieron suficientemente preparadas para el Q. School, que es mucho dinero, no cualquiera lo puede pagar, cuesta cinco mil dólares sólo la entrada, más viajes, caddie, hotel, comida, muchos gastos que hay que solventar. Si no estás completamente segura que tienes posibilidades no lo juegas, no es como otros torneos que los puedes tomar como práctica, la Q. School es diferente, Tanya Dergal va intentar en la última etapa y yo también; Lilí Álvarez lo intentó en la etapa previa pero no lo logró, ni modo, para el próximo año”.
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