Deportes
Silveti triunfa con dos orejas
''Petatero'', de 480 kilos, es el primero en la tarde para Diego Silveti, un negro bragado al que realiza magnífica faena
En esta ocasión, el escenario colimense rompió con la tradición de la fiesta brava, pues toreros y cuadrillas vistieron a la usanza charra, en lo que se denominó Corrida de Gala Charro Taurina.
Fue en el último de los astados de esta tarde, de nombre "Zarzo", con 500 kilogramos de peso, cuando Silveti obtuvo los dos apéndices, tras cuajar una serie de derechazos y naturales, con varios desplantes al toro, lo que valió el aplauso y las ovaciones del respetable.
Sin embargo, fue la estocada, hasta los gavilanes, lo que motivó al Juez de Plaza para conceder la primera oreja, otorgando la segunda ante la insistencia de los aficionados, que revoloteaban sus albos pañuelos, para que finalmente el diestro saliera en hombros.
La primera corrida de los festejos charro-taurinos de Villa de Álvarez, con 156 años de tradición, y que esta tarde contó con bureles de las ganaderías Montecristo y Carranco, inició con la participación del rejoneador Jorge Hernández, con "Villalvarense", de 490 kilos, al que no pudo sacar provecho, pues incluso escuchó dos avisos.
Le seguiría Alejandro Amaya, con "Charro", de 490 kilos, quien tras una faena regular, apenas voluntarioso, consiguió una buena estocada hasta los gavilanes, que le valió una oreja otorgada por el juez, pero no por el público.
Mientras amenizaba un mariachi con pasos dobles, sustituyendo a la tradicional banda, siguió Octavio García con "Galante", de 475 kilos, al que aplicó una mediana faena y media estocada, que solo le valió el aplauso del respetable, llevándose mayores laureles el astado, al ordenar el juez un arrastre lento.
"Petatero", de 480 kilos, fue el primero en la tarde para Diego Silveti, un negro bragado al que realizó magnífica faena, pero que, a causa de tres pinchazos y dos avisos, sólo le valió salida al tercio.
Los otros dos astados, "Ganador" y "Fuste", que correspondieron a Alejandro Amaya y "El Payo", impidieron a ambos toreros conseguir apéndices, pues a pesar del tesón y la voluntad puesta a sus faenas, apenas consiguieron aplausos del respetable.
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