Deportes
Seduce en el América estilo de Miguel Herrera
''El Piojo'' ha logrado hacer clic con los futbolistas, a dos semanas de su primer partido como oficial como técnico
CIUDAD DE MÉXICO (23/DIC/2011).- Seducción inmediata, amor a primera vista. A dos semanas de su primer partido oficial como director técnico del América, Miguel Herrera ha logrado hacer clic con sus futbolistas.
El capitán Daniel Montenegro lo presume. Jugador al que le agradan los sistemas que ponderan buscar el arco rival desde el primer minuto, aplaude la filosofía que “El Piojo” ya impregnó en un plantel eternamente obligado a dar la vuelta olímpica.
“Tomamos peligros en momentos en los que antes era preferible tirarla [la pelota]... Ahora se juega”, distingue “El Rolfi”. “Hay muchas cosas que se están haciendo que a todos nos gustan”.
“¿A quién no le gusta jugar al futbol, tener la pelota en el piso, tratar de moverse para jugar? Después [viene] lo otro: la exigencia de presionar, ahogarlos [a los rivales], conseguir rápido la pelota para tenerla”.
—¿Con esta postura, se puede vaticinar que el América jugará bonito?
—Esperemos, es la idea. Creemos que es la mejor manera de poder tener una iniciativa, de marcar algo dentro del futbol.
No se atreve a decirlo abiertamente, porque sabe que la perfección estética es una de las asignaturas más difíciles de aprobar en el futbol. Daniel considera que, antes, los azulcrema deben cumplir con otras, como regresar a los sitios de privilegio.
Lo trabajado bajo las órdenes de su nuevo director técnico le permite ilusionarse con que así será. Ya habrá tiempo para enamorar a su siempre exigente pueblo, tal como ellos ya lo están de la manera en la que Herrera concibe el balompié.
“Cuando se habla de los demás equipos, generalmente es sobre el porcentaje que se tiene la pelota, cómo la maneja, las situaciones de gol que crea”, explica. “Todo va a estar encaminado a tratar de jugar bien, no sé si bonito, pero sí a jugar bien, a tener ese protagonismo que el América merece”.
“Es un sistema interesante, que —si lo captamos rápido— nos va a dar muchos resultados”.
La mutación ha sido desde los orígenes. Salvo algunas ocasiones con Carlos Reinoso, los integrantes del América estaban acostumbrados a jugar en un esquema con cuatro zagueros. El de “El Piojo”, fiel a su esencia lavolpista, contempla tres marcadores centrales y dos hombres por las bandas.
“Venimos jugando con línea de cinco, que por ahí muchos no lo hacíamos”, admite el argentino. “El equipo tiene otra dinámica a la hora de presionar, se le da mucho hincapié a jugar, lo cual también es importante”.
“Hay muchas cosas que se han cambiado, pero el futbolista siempre quiere jugar y esta clase de sistemas nos viene bien a los que nos gusta hacerlo...”.
Eso explica el entendimiento casi inmediato, la seguridad de que la doctrina impartida por su carismático entrenador es la adecuada para volver a la élite del futbol mexicano. Herrera lo ha hecho: sus hombres creen en él.
El capitán Daniel Montenegro lo presume. Jugador al que le agradan los sistemas que ponderan buscar el arco rival desde el primer minuto, aplaude la filosofía que “El Piojo” ya impregnó en un plantel eternamente obligado a dar la vuelta olímpica.
“Tomamos peligros en momentos en los que antes era preferible tirarla [la pelota]... Ahora se juega”, distingue “El Rolfi”. “Hay muchas cosas que se están haciendo que a todos nos gustan”.
“¿A quién no le gusta jugar al futbol, tener la pelota en el piso, tratar de moverse para jugar? Después [viene] lo otro: la exigencia de presionar, ahogarlos [a los rivales], conseguir rápido la pelota para tenerla”.
—¿Con esta postura, se puede vaticinar que el América jugará bonito?
—Esperemos, es la idea. Creemos que es la mejor manera de poder tener una iniciativa, de marcar algo dentro del futbol.
No se atreve a decirlo abiertamente, porque sabe que la perfección estética es una de las asignaturas más difíciles de aprobar en el futbol. Daniel considera que, antes, los azulcrema deben cumplir con otras, como regresar a los sitios de privilegio.
Lo trabajado bajo las órdenes de su nuevo director técnico le permite ilusionarse con que así será. Ya habrá tiempo para enamorar a su siempre exigente pueblo, tal como ellos ya lo están de la manera en la que Herrera concibe el balompié.
“Cuando se habla de los demás equipos, generalmente es sobre el porcentaje que se tiene la pelota, cómo la maneja, las situaciones de gol que crea”, explica. “Todo va a estar encaminado a tratar de jugar bien, no sé si bonito, pero sí a jugar bien, a tener ese protagonismo que el América merece”.
“Es un sistema interesante, que —si lo captamos rápido— nos va a dar muchos resultados”.
La mutación ha sido desde los orígenes. Salvo algunas ocasiones con Carlos Reinoso, los integrantes del América estaban acostumbrados a jugar en un esquema con cuatro zagueros. El de “El Piojo”, fiel a su esencia lavolpista, contempla tres marcadores centrales y dos hombres por las bandas.
“Venimos jugando con línea de cinco, que por ahí muchos no lo hacíamos”, admite el argentino. “El equipo tiene otra dinámica a la hora de presionar, se le da mucho hincapié a jugar, lo cual también es importante”.
“Hay muchas cosas que se han cambiado, pero el futbolista siempre quiere jugar y esta clase de sistemas nos viene bien a los que nos gusta hacerlo...”.
Eso explica el entendimiento casi inmediato, la seguridad de que la doctrina impartida por su carismático entrenador es la adecuada para volver a la élite del futbol mexicano. Herrera lo ha hecho: sus hombres creen en él.
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