Deportes
Santos rompe la ilusión de Chivas
El Rebaño ofrece su peor versión de la temporada y es eliminado en casa por los Guerreros, que disputarán la final contra Querétaro
GUADALAJARA, JALISCO (25/MAY/2015).- El que a hierro mata... Guadalajara murió de la misma forma en que una semana antes había liquidado al Atlas. El Rebaño mató con el hierro del gol de visitante en el Estadio Jalisco, y de la misma forma fue aniquilado ayer por el Santos.
Tras enseñar todos sus temores en el Estadio Corona el jueves, donde se conformó con el 0-0, el Guadalajara fue víctima del Santos y de su peor actuación en el torneo, para caer 0-3 en casa ante los Laguneros y hacer añicos la ilusión del pueblo chiva, que soñaba con la primera Final en el Estadio Omnilife.
En el recuento de los daños, el Rebaño se queda con la certidumbre del deber cumplido en el tema de salvarse del descenso. A cambio, los rojiblancos supuran decepción al sentirse tan cerca de una Final y quedar tan estrepitosamente lejos.
El comienzo del fin
Una hora antes del partido una sorpresiva lluvia parecía anticipar lo que ocurriría en la cancha del Omnilife.
En la cancha, sólo hubo un cambio en los 22 futbolistas que jugaron el jueves en Torreón. Así, mientras Chivas mandó el mismo cuadro, Pedro Caixinha puso a Jesús Escoboza de inicio en lugar de Andrés Rentería.
El movimiento era parte del plan maestro del portugués: presión asfixiante a partir del primer tercio del campo y desdoble por las bandas con las asociaciones Aldrete-Escoboza por izquierda y Abella-Calderón por derecha.
Chivas no tuvo ni la actitud ni las ideas para contrarrestar lo que ocurría en la cancha. Por si no fuera suficiente, “el Chatón” e Israel Castro encabezaban el nerviosismo y la ansiedad del equipo rojiblanco. Era sintomático que los hombres que tenían que darle la calma al Rebaño, eran los que más crispaban los nervios del plantel y cuerpo técnico.
Y a pesar de todo, Santos parecía inofensivo al momento de ir al frente, mientras que Chivas daba sensación de superioridad en las escasas ocasiones en que se encontraban sus hombres de talento.
Vino entonces un factor preponderante en la debacle rojiblanca: la determinación. Al minuto 38 Castro pierde el balón en una salida, Calderón recibe con ventaja, pero “el Chatón” lo alcanza en dos zancadas; sin embargo, Enríquez va con miedo y Néstor va decidido a que esa acción se convierta en el primer gol del juego. El resultado: “Chatón” queda sembrado en el césped víctima de su ansiedad convertida en torpeza, y Calderón escapa para servir a la jugada que culmina Tavares con un pase a la red para silenciar y congelar el Omnilife.
Chivas reaccionó más con furia que con futbol, pero le alcanzó para engrandecer la figura del arquero Marchesín, que sacó un tiro libre de Fabián y un remate de Pereira sobre el cierre del primer tiempo.
Final anticipado
En el complemento, José Manuel de la Torre deja en la banca a Castro para ingresar a De Nigris. La idea era bombardear el área rival para buscar a Aldo de Jesús y a un inédito Omar Bravo.
Caixinha puso en marcha la segunda parte del plan: obstruir las bandas para evitar que esos centros llegaran al área de Marchesín.
El abastecedor por excelencia del Rebaño, Raúl López, estaba tan desconocido que ya jugaba por el centro, donde estaba cada vez más perdido. Por izquierda, Giovani Hernández, ya para entonces abucheado por su afición.
Y en lo que Chivas intentaba resolver sus problemas, regalaron el segundo gol en un tiro de esquina, donde Izquierdoz apareció solo en el área para rematar un tiro de esquina y poner el 0-2 al 56’, que obligaba al Rebaño a hacer tres.
Entraron entonces Fierro y Reyna por Giovanni y López. En el Omnilife la esperanza luchaba por quedarse en el recinto.
Pero no hubo modificación. Las bandas seguían selladas y el área de Santos era un búnker. Ya no había velocidad en las piernas ni en la mente de ningún rojiblanco.
Faltaba lo peor. Al más lúcido de la cancha, Néstor Calderón, le habían contado que a Luis Michel le gustaba jugar adelantado. Así, al 68’, “el Labión”, como le dicen por su prominente boca, desde tres cuartos de cancha y cargado a la banda derecha, metió un disparo milimétrico al ángulo superior derecho que se coló en la portería, el ánimo y los sueños rojiblancos, para sentenciar el juego y la eliminatoria.
La mitad del estadio se fue, mientras la otra mitad se quedó para velar al Rebaño los siguientes 25 minutos en los que no pasó nada.
ALINEACIONES
Guadalajara.- Luis Michel, Raúl López (Ángel Reyna, 57), Jair Pereira, Carlos Salcedo, Néstor Vidrio (Rodolfo Salinas, 79), Miguel Ponce, Israel Castro (Aldo de Nigris, 46), Jorge Enríquez, Giovani Hernández (Carlos Fierro, 52), Marco Fabián de la Mora y Omar Bravo. DT. José Manuel de la Torre.
Santos.- Agustín Marchesín, José Abella, Néstor Araujo, Carlos Izquierdoz, Adrián Aldrete, Jesús Molina, Diego González, Néstor Calderón (Rodolfo Salinas, 79), Jesús Escoboza (Edson Rivera, 88), Djaniny Tavares y Javier Orozco (Sergio Ceballos, 70). DT. Pedro Caixinha (POR).
JUGADOR DEL PARTIDO
Néstor Calderón (Santos)
El volante del Santos fue el hombre que le dio equilibrio a una escuadra que corría mucho. Néstor calmaba la pelota o era el encargado de los lanzamientos a Tavares. Por si no fuera suficiente, hizo un golazo para cerrar su actuación con broche de oro.
Tras enseñar todos sus temores en el Estadio Corona el jueves, donde se conformó con el 0-0, el Guadalajara fue víctima del Santos y de su peor actuación en el torneo, para caer 0-3 en casa ante los Laguneros y hacer añicos la ilusión del pueblo chiva, que soñaba con la primera Final en el Estadio Omnilife.
En el recuento de los daños, el Rebaño se queda con la certidumbre del deber cumplido en el tema de salvarse del descenso. A cambio, los rojiblancos supuran decepción al sentirse tan cerca de una Final y quedar tan estrepitosamente lejos.
El comienzo del fin
Una hora antes del partido una sorpresiva lluvia parecía anticipar lo que ocurriría en la cancha del Omnilife.
En la cancha, sólo hubo un cambio en los 22 futbolistas que jugaron el jueves en Torreón. Así, mientras Chivas mandó el mismo cuadro, Pedro Caixinha puso a Jesús Escoboza de inicio en lugar de Andrés Rentería.
El movimiento era parte del plan maestro del portugués: presión asfixiante a partir del primer tercio del campo y desdoble por las bandas con las asociaciones Aldrete-Escoboza por izquierda y Abella-Calderón por derecha.
Chivas no tuvo ni la actitud ni las ideas para contrarrestar lo que ocurría en la cancha. Por si no fuera suficiente, “el Chatón” e Israel Castro encabezaban el nerviosismo y la ansiedad del equipo rojiblanco. Era sintomático que los hombres que tenían que darle la calma al Rebaño, eran los que más crispaban los nervios del plantel y cuerpo técnico.
Y a pesar de todo, Santos parecía inofensivo al momento de ir al frente, mientras que Chivas daba sensación de superioridad en las escasas ocasiones en que se encontraban sus hombres de talento.
Vino entonces un factor preponderante en la debacle rojiblanca: la determinación. Al minuto 38 Castro pierde el balón en una salida, Calderón recibe con ventaja, pero “el Chatón” lo alcanza en dos zancadas; sin embargo, Enríquez va con miedo y Néstor va decidido a que esa acción se convierta en el primer gol del juego. El resultado: “Chatón” queda sembrado en el césped víctima de su ansiedad convertida en torpeza, y Calderón escapa para servir a la jugada que culmina Tavares con un pase a la red para silenciar y congelar el Omnilife.
Chivas reaccionó más con furia que con futbol, pero le alcanzó para engrandecer la figura del arquero Marchesín, que sacó un tiro libre de Fabián y un remate de Pereira sobre el cierre del primer tiempo.
Final anticipado
En el complemento, José Manuel de la Torre deja en la banca a Castro para ingresar a De Nigris. La idea era bombardear el área rival para buscar a Aldo de Jesús y a un inédito Omar Bravo.
Caixinha puso en marcha la segunda parte del plan: obstruir las bandas para evitar que esos centros llegaran al área de Marchesín.
El abastecedor por excelencia del Rebaño, Raúl López, estaba tan desconocido que ya jugaba por el centro, donde estaba cada vez más perdido. Por izquierda, Giovani Hernández, ya para entonces abucheado por su afición.
Y en lo que Chivas intentaba resolver sus problemas, regalaron el segundo gol en un tiro de esquina, donde Izquierdoz apareció solo en el área para rematar un tiro de esquina y poner el 0-2 al 56’, que obligaba al Rebaño a hacer tres.
Entraron entonces Fierro y Reyna por Giovanni y López. En el Omnilife la esperanza luchaba por quedarse en el recinto.
Pero no hubo modificación. Las bandas seguían selladas y el área de Santos era un búnker. Ya no había velocidad en las piernas ni en la mente de ningún rojiblanco.
Faltaba lo peor. Al más lúcido de la cancha, Néstor Calderón, le habían contado que a Luis Michel le gustaba jugar adelantado. Así, al 68’, “el Labión”, como le dicen por su prominente boca, desde tres cuartos de cancha y cargado a la banda derecha, metió un disparo milimétrico al ángulo superior derecho que se coló en la portería, el ánimo y los sueños rojiblancos, para sentenciar el juego y la eliminatoria.
La mitad del estadio se fue, mientras la otra mitad se quedó para velar al Rebaño los siguientes 25 minutos en los que no pasó nada.
ALINEACIONES
Guadalajara.- Luis Michel, Raúl López (Ángel Reyna, 57), Jair Pereira, Carlos Salcedo, Néstor Vidrio (Rodolfo Salinas, 79), Miguel Ponce, Israel Castro (Aldo de Nigris, 46), Jorge Enríquez, Giovani Hernández (Carlos Fierro, 52), Marco Fabián de la Mora y Omar Bravo. DT. José Manuel de la Torre.
Santos.- Agustín Marchesín, José Abella, Néstor Araujo, Carlos Izquierdoz, Adrián Aldrete, Jesús Molina, Diego González, Néstor Calderón (Rodolfo Salinas, 79), Jesús Escoboza (Edson Rivera, 88), Djaniny Tavares y Javier Orozco (Sergio Ceballos, 70). DT. Pedro Caixinha (POR).
JUGADOR DEL PARTIDO
Néstor Calderón (Santos)
El volante del Santos fue el hombre que le dio equilibrio a una escuadra que corría mucho. Néstor calmaba la pelota o era el encargado de los lanzamientos a Tavares. Por si no fuera suficiente, hizo un golazo para cerrar su actuación con broche de oro.
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