Deportes
San Marcos abre el año en la Plaza México
La casa ganadera jalisciense hace una digna presentación en la primera tarde del coso capitalino
La primera corrida de la Plaza México en este año que acaba de iniciar, sirvió como marco para la confirmación de alternativa de Antonio García “El Chihuahua”, quien ratificó su doctorado como matador de toros en la plaza más importante del País. Su padrino de confirmación fue el español Ruíz Manuel, quien le cedió de nueva cuenta los trastos para consolidarse como profesional de la tauromaquia.
El encierro dejó notar una crianza exhaustiva. Tanto en edad como presencia, San Marcos se presentó dignamente con una sexta de bureles dignos de una plaza como la México. Distintos en juego, pero redundando todos en bravura indiscutible, acometiendo en varas todos, pero con lidias distintas.
Con el que abrió plaza, el toro de la confirmación del chihuahuense, el diestro se mostró voluntarioso. El toro no fue fácil, pero presentó cualidades que Antonio supo entender, dejando notar sus ganas al cubrir los tres tercios. Lo mejor de la corrida estuvo a cargo de “El Chihuahua”, quien despenó al astado de San Marcos de un soberbio estoconazo, que le fue premiado con una oreja, la única de la tarde.
Ya con su segundo, un toro que destacó por su trapío e imponencia, el diestro no logró consolidar con muleta, aunque se dejó ver en banderillas, para cuajar por lo menos dos pares en todo lo alto, que le fueron reconocidos por el ausente público.
El toro vino a menos, aunque los detalles que manifestó durante la lidia con muleta, fueron los justos para que el diestro consiguiera destellos de buen quehacer taurino.
El mayor de antigüedad en cuanto a alternativa se refiere, el español Ruíz Manuel, pechó con el mejor toro de la tarde, el cuarto en turno de la lidia ordinaria. “Decidido” llevó por nombre el astado jalisciense que cumplió, como el resto de sus hermanos al caballo peleando duro. Ya con la muleta, dejó notar recorrido en su embestida, metiendo bien el morro, cualidades que el español no logró entender ni aprovechar, quedando su enemigo por encima de su labor. Se perdió con el acero hasta escuchar un aviso.
El tercero en hacer el paseíllo fue Miguel Ortas “Miguelete”, quien pechó con el lote más complicado del encierro. Ambos astados fueron complicados, aunque un poco menos su primero de la tarde; a pesar de ello nada pudo hacer el diestro y se fue en blanco la primera tarde de 2012 de la Plaza México, en lo que fue la novena en la temporada grande del coso capitalino.
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