Deportes
Saldívar triunfa en Plaza México
El aguascalentense corta cuatro orejas y un rabo en el arranque de la Temporada Grande
CIUDAD DE MÉXICO (06/NOV/2011).- El aguascalentense Arturo Saldívar se alzó hoy como el primer gran triunfador en el arranque de la Temporada Grande 2011-2012 en la Plaza México, al cortar cuatro orejas y un rabo, por un apéndice del español Enrique Ponce.
En este triunfal festejo, Saldívar y Ponce alternaron con el debutante capitalino Diego Silveti, quien confirmó hoy su alternativa como matador de toros.
Se lidiaron ocho ejemplares de la ganadería de San Isidro, los dos últimos de regalo, cuya presencia fue regular en términos generales. El corrido en segundo lugar tuvo que ser regresado debido a las protestas, mientras el resto pasó el examen. El último ejemplar mereció arrastre lento.
Abrió la tarde Silveti con una labor valiente y voluntariosa, ante un ejemplar que no le colaboró en el lucimiento, de ahí que terminó con pinchazos y estocada para escuchar palmas. Con su segundo ya no tuvo nada de suerte y se retiró con algunos aplausos.
El español Ponce tuvo una primera labor desapercibida ante un toro de pésimo juego, para salir con abucheos. Con su segundo mejoró en los tres tercios hasta cortar una merecida oreja y con el de regalo se esforzó para dar vuelta al ruedo.
Saldívar se llevó la tarde con tres faenas variadas, pero todas emotivas y lucidas que lo alzaron como el máximo triunfador. En su primero escuchó palmas, después cortó dos orejas y cerró con un regalo que le rindió como fruto los máximos trofeos.
En este triunfal festejo, Saldívar y Ponce alternaron con el debutante capitalino Diego Silveti, quien confirmó hoy su alternativa como matador de toros.
Se lidiaron ocho ejemplares de la ganadería de San Isidro, los dos últimos de regalo, cuya presencia fue regular en términos generales. El corrido en segundo lugar tuvo que ser regresado debido a las protestas, mientras el resto pasó el examen. El último ejemplar mereció arrastre lento.
Abrió la tarde Silveti con una labor valiente y voluntariosa, ante un ejemplar que no le colaboró en el lucimiento, de ahí que terminó con pinchazos y estocada para escuchar palmas. Con su segundo ya no tuvo nada de suerte y se retiró con algunos aplausos.
El español Ponce tuvo una primera labor desapercibida ante un toro de pésimo juego, para salir con abucheos. Con su segundo mejoró en los tres tercios hasta cortar una merecida oreja y con el de regalo se esforzó para dar vuelta al ruedo.
Saldívar se llevó la tarde con tres faenas variadas, pero todas emotivas y lucidas que lo alzaron como el máximo triunfador. En su primero escuchó palmas, después cortó dos orejas y cerró con un regalo que le rindió como fruto los máximos trofeos.
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