Deportes
Rugen los leones en Rectoría
La esquina de las avenidas Vallarta y Enrique Díaz de León se tiñó de rojo, negro y amarillo.
GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- Tras el silbatazo final en Aguascalientes, que coronaba a Leones Negros con global de 2-1 ante Necaxa, la esquina donde se ubican Rectoría y el Paraninfo, los dos símbolos de la Universidad de Guadalajara, fue invadida por la comunidad universitaria para festejar el triunfo de sus Leones Negro, llegando a reunirse más de 10 mil.
Maestros, personal administrativo, preparatorianos y alumnos universitarios se dieron cita; pero también Rojinegros en reposo, Rojiblancos hastiados de no festejar nada y hasta niños que todavía no hablan.
La combinación de los inesperado y lo inédito provocaron algunos inconvenientes para algunos automovilistas que nada tenían que ver con el festejo.
Y es que entre aquellos que llegaron en cuanto silbó el árbitro para invadir los carriles de alta de Vallarta, la lentitud en la reacción de la Secretaría de Movilidad que no sabía que los aficionados de UdeG también festejan, y la nula presencia en la primera hora de la policía, provocaron que los automovilistas más ajenos y fríos a la euforia fueran castigados con un zapateado en sus cofres, techos y cajuelas por aficionados de Leones Negros.
Alrededor de las 23 horas fue cerrado el paso por rectoría y el vandalismo terminó, mientras la cervecera que patrocina a los Leones Negros amenizaba con un DJ.
Pocas porras, pocas arengas y mucho punchis punchis. Si no fuera por la presencia de los vendedores de papas fritas y de camisetas, aquello más hubiera parecido un antro callejero.
Pasa que los nuevos aficionados de UdeG no saben como festejar, los antiguos sólo sabían de la hiel del subcampeonato, los infiltrados rojiblancos no podían descararse y los infiltrados rojinegros no saben lo que es cerrar una calle.
Agencia Informador/ Mario Alberto Valdez
Maestros, personal administrativo, preparatorianos y alumnos universitarios se dieron cita; pero también Rojinegros en reposo, Rojiblancos hastiados de no festejar nada y hasta niños que todavía no hablan.
La combinación de los inesperado y lo inédito provocaron algunos inconvenientes para algunos automovilistas que nada tenían que ver con el festejo.
Y es que entre aquellos que llegaron en cuanto silbó el árbitro para invadir los carriles de alta de Vallarta, la lentitud en la reacción de la Secretaría de Movilidad que no sabía que los aficionados de UdeG también festejan, y la nula presencia en la primera hora de la policía, provocaron que los automovilistas más ajenos y fríos a la euforia fueran castigados con un zapateado en sus cofres, techos y cajuelas por aficionados de Leones Negros.
Alrededor de las 23 horas fue cerrado el paso por rectoría y el vandalismo terminó, mientras la cervecera que patrocina a los Leones Negros amenizaba con un DJ.
Pocas porras, pocas arengas y mucho punchis punchis. Si no fuera por la presencia de los vendedores de papas fritas y de camisetas, aquello más hubiera parecido un antro callejero.
Pasa que los nuevos aficionados de UdeG no saben como festejar, los antiguos sólo sabían de la hiel del subcampeonato, los infiltrados rojiblancos no podían descararse y los infiltrados rojinegros no saben lo que es cerrar una calle.
Agencia Informador/ Mario Alberto Valdez
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