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Roger Clemens la libra en esta ocasión

Un jurado declara “no culpable” al lanzador, acusado de usar esteroides

ESTADOS UNIDOS (19/JUN/2012).- La lucha del gobierno federal de Estados Unidos contra el consumo de sustancias prohibidas por parte de los deportistas profesionales sufrió otro duro revés cuando un jurado en Washington encontró “no culpable” de perjurio al exlanzador de las Grandes Ligas, Roger Clemens.

El ganador de dos Series Mundiales con los Yanquis de Nueva York, que había sido acusado de haber mentido bajo juramento a una comisión del Congreso, en el 2008, quedó libre de todos los cargos legales, lo que no quiere decir que durante su carrera profesional no se dopase.

Los expertos juristas recuerdan que el término de “no culpable” no quiere decir que sea inocente, pero los miembros del jurado que siguieron el juicio durante 10 semanas, sólo necesitaron 10 horas de deliberaciones para dar su veredicto.

El desenlace pone fin a una costosa investigación federal de cinco años sobre uno de los más grandes lanzadores en la historia de las Grandes Ligas, que también evitó el ir a la cárcel, como anteriormente consiguió el rey de los jonrones Barry Bonds.

Clemens, de 49 años, fue acusado de perjurio, al hacer declaraciones falsas y obstruir las acciones del Congreso cuando testificó en una deposición y luego en una audiencia televisada a nivel nacional en febrero de 2008 sobre el dopaje en las Grandes Ligas.

Los cargos se centraron en sus repetidas negaciones de haber usado esteroides y la hormona de crecimiento humano durante su trayectoria de 24 temporadas en las Grandes Ligas, donde jugó con Boston, Toronto, Houston y los Yanquis.

Aunque el propio entrenador personal de Clemens, Brian McNamee, declaró ante el jurado que él mismo le puso las inyecciones de la hormona de crecimiento humano y guardó las jeringas con las que lo hizo, el gobierno federal volvió a sufrir un gran revés legal en cuanto a la persecución de los deportistas que se dopan.

El gobierno federal tampoco pudo encontrar culpable al exciclista Lance Armstrong, otro texano como Clemens, después de dos años de investigación y un juicio que se siguió en Los Ángeles.

Ahora la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés) ha acusado formalmente a Armstrong de participar en un programa de sistemático de dopaje, lo que podría costarle la perdida de los siete Tours de Francia que ganó.

La USADA presentó quince páginas de cargos contra Armstrong en los que establece que usó la hormona EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011, junto a otros compañeros de los equipos con los que competió.

Nada más conocerse el veredicto, Clemens y su familia se abrazaron en la sala del juzgado, mientras que la única que mostró algo de emoción fue su esposa Debbie Clemens, que sí admitió que McNamee le inyectó la hormona de crecimiento humano, al secarse ligeramente los ojos con un pañuelo.


BAJO LOS REFLECTORES

El “Rocket” no, Pettitte sí


Roger Clemens, ganador de siete premios Cy Young y 354 victorias como lanzador ha negado haber utilizado esteroides y la hormona de crecimiento humano a finales de la década de los noventa y principios del 2000.

Sin embargo, su excompañero de equipo en los Yanquis y los Astros de Houston, Andy Pettitte, que admitió haber utilizado dos veces la hormona de crecimiento que le inyectó el propio Brian McNamee, dijo que fue Clemens el que le orientó que su uso le ayudaría a recuperarse de una lesión.

“Me arrepiento de todo corazón haberme inyectado la hormona de crecimiento humano, no me ayudó para nada”, declaró Pettitte, que estuvo como testigo federal.
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