Rodrigo Diego, con paso firme a Tokio 2020
El joven de 19 años se perfila como carta fuerte rumbo a los próximos Juegos Olímpicos
GUADALAJARA, JALISCO (22/SEP/2016).- Participar en unos Juegos Olímpicos a sus 19 años ha significado para él una experiencia inolvidable. Con la madurez que un evento como este le puede otorgar a cualquier deportista, el clavadista tapatío Rodrigo Diego habló sobre su participación en Río 2016, sus alegrías y frustraciones, su vida personal, sus otras pasiones y sus deseos para Tokio 2020.
Un nuevo ciclo olímpico comenzará para Rodrigo Diego y todos los clavadistas jaliscienses que buscarán un lugar en la máxima justa deportiva del orbe. Vivirán un proceso de cuatro años repleto de intensa actividad con el fin de ganarse un boleto rumbo a Japón y ver su nombre inscrito en la lista de los mejores clavadistas del mundo. Sobre esta situación, el clavadista jalisciense aseguró que hará hasta lo imposible por llegar a la siguiente justa olímpica como una de las grandes esperanzas de medalla para México.
“Quiero trabajar estos cuatro años para llegar como una fuerte promesa de medalla en los próximos Juegos Olímpicos. Quiero la medalla que es el sueño que me he trazado desde pequeño, quiero regalarme eso a mí mismo, representar a mi país de una manera digna y hacer sentir orgullosa a mi familia. Una medalla sería todo”.
Luego de haber culminado su participación en el lugar 16 de la prueba de clavados de trampolín de tres metros de Río 2016, el jalisciense describió la emoción que sintió al debutar en la fosa olímpica, aunque aceptó sentirse triste por no haberse metido entre los 10 mejores competidores del mundo.
“Es una competencia sin igual, cuando llegué y sentí que estaba de verdad en unos Juegos Olímpicos, fue algo que me llenó de emoción, lo quiero volver a vivir. Esto es lo más positivo que me deja, la enseñanza de estar en Juegos Olímpicos. Quieres vivirlo siempre, hacerlo siempre, toda la adrenalina por estar en el nivel más alto de competencia. Toda la competencia traté de disfrutarlo, no se me dieron las cosas y por ese lado me siento triste, pero son cosas que me dejan esa ‘espinita’, pero que me ayudan a ser mejor”.
Actualmente, Diego López está considerado por el profesor Iván Bautista Vargas, encargado de la escuela de clavados del Code Jalisco, como uno de los atletas jaliscienses con mayor proyección a futuro, ya que su corta edad y sus condiciones físicas lo podrían convertir en uno de los mejores clavadistas del mundo. Ante esto, Rodrigo señala que es una motivación extra para seguir trabajando en lo que más le apasiona.
LA FRASE
“Los Juegos Olímpicos me dejaron el conocimiento de que puedo competir al más alto nivel, tengo todos los materiales y herramientas para crecer y ser uno de los mejores del mundo”.
Rodrigo Diego, clavadista.
Bautista y Alcántara, sus pilares
Diego López no olvida la importancia de quienes están detrás de la formación de un deportista y reconoce la labor de sus entrenadores Iván Bautista y Jonathan Alcántara, quienes han forjado a un excelente grupo de clavadistas jaliscienses.
“Somos un grupo muy unido, tenemos a los mejores entrenadores del país y el claro ejemplo está en Iván Bautista, doble ganador del Premio Nacional del Deporte, uno de los mejores entrenadores del mundo. Todo el grupo hace que tengamos estos resultados, tanto doctores, como terapeutas, psicólogos, nutriólogos y los mismos entrenadores. Jonathan Alcántara, que nos acompañó a Brasil también fue un punto importante tanto para Melany Hernández como para mí y gracias a ellos al final del día nos ayudan a ser mejores clavadistas”.
Destaca compañerismo del “Duva”
En Río 2016, Germán “Duva” Sánchez, compañero, amigo y consejero de Rodrigo, se colgó de manera casi milagrosa la medalla de plata en la prueba de plataforma de 10 metros. Diego López señaló que este resultado fue más que merecido para alguien como Germán debido a que es un gran compañero y amigo que siempre ha aconsejado a los compañeros más jóvenes.
“Fui de los primeros en felicitarlo porque ahí estábamos echando porras, la verdad es que no se la creía. Somos muy unidos como equipo, aunque un buen resultado no sea el tuyo, si es de algún compañero te pone muy feliz y eso demuestra el trabajo que realizamos. Germán es de los que más se merecía este logro”.
Destacó que tanto Germán Sánchez, como Iván García “me han ayudado mucho a controlar los nervios en las competencias, me han estado guiando para hacer las cosas bien y que todo al final del día valdrá la pena. Es uno de los mayores motores, que tengamos medallistas olímpicos en Jalisco y de los mejores clavadistas a nivel mundial, eso te habla de que todo se puede lograr”.
El motor que lo impulsa es su mamá
Sin olvidar el esfuerzo que ha realizado por convertirse en un atleta de élite, Rodrigo Diego recordó que el trago más amargo que le ha tocado pasar sucedió en 2013, cuando su madre padeció un derrame cerebral que la mantuvo en coma por alrededor de dos semanas. Tras esta situación, el clavadista tuvo en su mente dejar el deporte y buscar ayuda, pero fueron sus propios compañeros y mentores quienes lo apoyaron para que siguiera adelante.
“Ese fue el punto crítico en mi carrera deportiva, yo estaba en competencia y tuve que decidir si en realidad me quería dedicar a esto. En ese momento es cuando todo el equipo de clavados me apoya, aposté por seguir en los clavados y creo que fue una apuesta correcta. Desde ese momento todas las competencias y todos los entrenamientos por los que he tenido que pasar han sido por mi mamá, ella es mi punto de apoyo y gracias a sus enseñanzas he salido adelante”.
Un año después del incidente que padeciera uno de sus seres más queridos, Diego López fue acreedor al Premio Nacional del Deporte por su destacada participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing 2014.
Su inspiración, Fernando Platas
Hace 16 años, el clavadista capitalino Fernando Platas se consagraba como medallista olímpico en Sidney 2000. La imagen de Platas subiendo al segundo sitio del podio olímpico dejó una profunda huella en la vida de Rodrigo Diego y desde entonces el saltarín jalisciense ha tenido el sueño de repetir la hazaña de quien considera su ídolo.
“La razón por la que yo estoy en los clavados es muy fuerte y se dio gracias a Fernando Platas. Yo no tenía nada que ver con los clavados cuando él ganó una medalla en Sidney 2000, pero desde ahí me nació la chispa para poder hacer algo por mi país y representarlo de alguna manera y ahora estoy aquí. Ese niño que vio a Fernando Platas en la televisión ahora ya lo conoce, ya me ha dado consejos y poco a poco quiero lograr el impacto en los niños, así como Fernando lo logró conmigo”.