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Ritmo, color y belleza en el Maracaná en estas olimpiadas

Río de Janeiro inauguró, con su estilo festivo, la cita olímpica número XXXI

RÍO DE JANEIRO, BRASIL (06/AGO/2016).- Como era de esperarse de un país como Brasil, hubo música, historia y belleza. Y entre un alucinante remolino de colores, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro dejó un mensaje de hermandad y conciencia ecológica.

Desde la selva amazónica hasta la “Chica de Ipanema” personificada por la supermodelo Gisele Bundchen, el espectáculo en el Estadio Maracaná recorrió el amplio espectro de la historia de Brasil, tan rico en recursos e historia como plagado de desigualdad y pobreza.

La gran ausencia fue la del ex futbolista Pelé, ícono de la nación, favorito sentimental para que encendiera el pebetero. Al final lo hizo al ex maratonista Vanderlei de Lima.

El líder olímpico Thomas Bach ensalzó la determinación del pueblo brasileño por hacer los Juegos, pese a la crisis económica que traviesa: “Los admiramos incluso más, porque pudieron hacer esto en un momento muy difícil de la historia brasileña”.

Los directores del show, entre los que figura el cineasta Fernando Meirelles, echaron mano de la inagotable cantera de ritmos brasileños para pintar un lienzo de bossa nova, samba y funk tan intoxicante como la sensualidad de Gisele, que arrancó vítores de la multitud al desfilar sola a lo largo del escenario mientras Daniel Jobim interpretaba la canción “La Chica de Ipanema”.

Hacia el final de la ceremonia se puso otra vez de manifiesto la riqueza de la música brasileña con la presentación de Anitta y las leyendas Gilberto Gil y Caetano Veloso, quienes pusieron el ritmo al paso de escuelas de samba en el Maracaná.

Mientras, chicos y chicas vestidos de blanco se contorsionaron en un escenario en forma de favela al ritmo del funk, el ritmo más popular en los barrios pobres de Río y el resto del país. El público se sumó a la celebración al entonar a capela la canción “País Tropical”.

El capítulo dedicado a la historia brasileña repasó la génesis misma de los bosques tropicales del país, la colonización portuguesa y posteriores 400 años de esclavitud negra, y el nacimiento de algunas de las metrópolis.

Después del festejo, viene la resaca. Un sobrio mensaje sobre los efectos del calentamiento global, con imágenes aéreas de algunas de las principales ciudades del planeta y simulaciones digitales del avance de las aguas sobre la tierra a medida que se derriten las capas polares. Mientras se iluminaba la tarima de líneas verdes para simbolizar la reforestación del planeta, las actrices Judi Dench y Fernando Montenegro leyeron un poema del brasileño Carlos Drummond de Andrade con un mensaje de esperanza para el futuro. “El calor está derritiendo la capa polar”, advirtió una voz. “Está desapareciendo muy rápido”.

Terminado el espectáculo artístico, fue el momento de los verdaderos protagonistas de los Juegos. Los atletas. Desfilaron 10 mil 500.

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