Deportes
Quieren alejarse de los reflectores
Los hermanos Harbaugh buscan que la atención del partido se centre en los jugadores y no en ellos
Aún queda mucho que hacer rumbo al Super Bowl XLVII, el 3 de febrero, preparándose para enfrentar a los equipos que cada uno dirige, para el día que marcará un hito en la NFL, un duelo que ha sido publicitado como “Harbowl” o “Superbaugh”.
“No importa quién sea el entrenador, qué relación tengas con la persona del otro bando”, dijo Jim, el entrenador de los 49ers, al hablar con un tono indiferente sobre las circunstancias en torno al Super Bowl.
Sus padres han esquivado tomar partido por ninguno de los dos para el choque en Nueva Orleans.
En estos días, el padre de los Harbaugh, Jack, también entrenador durante mucho tiempo, se mantiene alejado de la preparación de partidos o las sesiones de estrategia con sus hijos.
John Harbaugh, al frente de los Cuervos de Baltimore, y su hermano menor Jim, tienen la suficiente experiencia, que ya no necesitan la opinión de su progenitor.
“Probablemente el mejor consejo que me han dado y el único que he encontrado que es cierto como entrenador, y creo que se lo mencionamos a ambos es ‘tomen la iniciativa y no la suelten’’’, dijo Jack Harbaugh.
“Si me piden algún consejo, voy a repetir el mismo mensaje”, agregó.
Sus hijos hablan seguido a casa para saludar al hombre que los convirtió en entrenadores profesionales hace años, y la madre que ha manejado todo tras bambalinas durante décadas en una familia altamente competitiva y enloquecida por los deportes.
Los Harbaugh se convertirán en los primeros hermanos que se enfrentan como head coaches, cuando sus equipos disputen el campeonato de la NFL en el Super Dome.
“Bueno, creo que es una bendición y una maldición”, dijo Jim Harbaugh. “Una bendición porque es el equipo de mi hermano. Y también, en lo personal, yo jugué con los Cuervos. Mucho respeto para esa organización.
“La maldición es la atención sobre los hermanos que se enfrentan en el Super Bowl y lo que le quita a los jugadores que están en el partido. Cada momento que la prensa habla de mi o de John, es menos tiempo que les dedicarán a los jugadores”.
Ambos son entusiastas de la historia, pero no la que están haciendo.
“Me gusta mucho leer sobre historia. Creo que es genial”, dijo John Harbaugh. “¿Pero en verdad van a escribir sobre esto? No es como si fuéramos Churchill y Roosevelt o algo así. Es interesante, pero hasta ahí”.
Pero queda en el intento. Los hermanos estuvieron al pendiente uno del otro el domingo. Y no pueden negar su origen competitivo, el que no tienen miedo a hacer cambios sobre la marcha que a la vista lucen cuestionables o lidiar de frente con los obstáculos.
Antes de los partidos del pasado domingo, Jack y Jackie Harbaugh dijeron que esperarían antes de decidir si viajarían a Nueva Orleans en caso de que ambos equipos avanzaran o seguir haciendo lo que ha funcionado muy bien hasta ahora: ver los partidos desde la comodidad del sillón de su casa en Mequon, Wisconsin.
“Nos la pasamos muy bien, nadie nos molesta y podemos disfrutar todo lo que envuelve a la actividad en este deporte”, confesó Jack Harbaugh.
Los caminos que tomaron fueron distintos. Jim Harbaugh fue quarterback en la NFL durante más de una década, aunque nunca llegó al Super Bowl. Mientras que John jamás llegó a ser profesional, e hizo carrera como coach desde los equipos universitarios.
Entre ellos, ya hay un enfrentamiento, el Día de Acción de Gracias 2011, donde los Cuervos vencieron 16-6 a los 49ers, en la temporada de novato para Jim. Aunque los hermanos han declarado de forma contundente que eso ya no cuenta para nada.
LA CIFRA
15 años que jugó Jim Harbaugh en la NFL, con cinco equipos distintos
FRASE
''No somos tan interesantes, tampoco hay gran cosa nueva para aprender, somos una familia como cualquier otra''.
John Harbaugh, coach de Baltimore
Tony González queda a un paso del sueño
Lo único que falta en la historia de vida de Tony González es un Super Bowl.
Uno de los grandes alas cerradas en la historia de la NFL tendrá que hacerse a la idea de que nunca ganará un campeonato de la NFL luego de que los Halcones de Atlanta dejaron escapar otra victoria de postemporada.
Matt Ryan hizo pases para 396 yardas y tres touchdowns, pero los Halcones fueron silenciados en la segunda mitad y terminaron perdiendo 28-24 ante los 49ers de San Francisco en la final de la Conferencia Nacional.
“No voy a derramar lágrimas”, dijo González al completar su décima sexta temporada. “Me voy con la satisfacción de que lo di todo, absolutamente todo, cada vez que salí al campo de juego”.
“Me hubiera gustado haber terminado con un Super Bowl, pero no pudo ser”, agregó.
González, de 36 años, todavía tiene por delante el Pro Bowl, pero después de haber estado diciendo toda la temporada que había un 95 por ciento de probabilidades de que se retirarse, ahora parece que está en el 100 por ciento.
Los Halcones se pusieron temprano 17-0 arriba y ganaban 24-21 al comenzar el cuarto periodo. El segundo touchdown por tierra de Frank Gore promediando esa etapa le dio a San Francisco la delantera por primera vez.
A Ryan y los Halcones les faltaron 10 yardas para completar otra remontada de último momento. Avanzaron desde su propia yarda 20 hasta la 10 de los 49ers. En cuarta oportunidad y cuatro yardas por avanzar, un pase de Ryan a Roddy White fue desviado por el linebacker NaVorro Bowman y ahí se acabó todo.
“Nos quedamos cortos. Todos pusimos empeño, pero no alcanzó”, se lamentó Ryan.
LA CIFRA
103 recepciones de touchdown que Tony González acumuló en su carrera
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