Deportes
Puerto Vallarta se emociona con el voleibol de playa
El México, México era el grito de batalla con el que buscaban alentar a la pareja local
PUERTO VALLARTA, JALISCO (09/MAY/2014).- Inmejorable es el ambiente que se vive en Puerto Vallarta, el paradisíaco destino jalisciense que desde el pasado martes y hasta el próximo domingo 11 de mayo alberga un evento de talla internacional: el Open
Puerto Vallarta 2014 de voleibol de playa, un torneo que forma parte del Tour Mundial de la especialidad de la Federación Internacional de Voleibol.
El sol abrasador, la brisa marina, la arena de las cinco canchas y la emoción de cada partido que de despierta en los aficionados que asisten a este evento, son los elementos que en conjunto brindan el marco perfecto para un torneo de esta categoría.
Y este viernes no podía ser la excepción. Entrando a sus instancias finales, el torneo se vuelve más atractivo para los asistentes, que aunque no se veían en gran cantidad desde el inicio de la jornada, al final de la misma llegaron a llenar las zonas oriente y poniente del estadio principal.
Entre turistas y nativos, cada persona hizo sentir su apoyo hacia su pareja favorita, pero cuando se trataba de las parejas mexicanas, toda la tribuna se volcaba a favor de los anfitriones.
Y eso quedó más que claro en el enfrentamiento que la pareja varonil, conformada por Lombardo Ontiveros y Juan Virgen sostuvo ante la pareja australiana. Toda la afición sufría cada punto del partido, celebraba cada unidad conseguida por los mexicanos y se lamentaba por cada buena jugada en la que los australianos se anotaban puntos a su favor.
Hasta los aficionados se animaron a importar el característico y sonoro grito originado en las tribunas de futbol en el que demeritan al rival en cada saque. Alentados desde el sonido local, el México, México era el grito de batalla con el que buscaban alentar a la pareja local.
El nerviosismo y la ansiedad de los aficionados locales llegaron a partir del segundo set, cuando vieron como los locales perdían su ventaja frente a los australianos. Había tercer set, muerte súbita dicen desde el sonido local. Al principio del parcial todo era algarabía, pues los mexicanos tomaban cómoda ventaja y se acercaban a la victoria.
Después, la reacción australiana no hizo más que doblar la tensión que ya se veía. Algunas mujeres expresaban con palabras su desesperación, mientras un trío de jóvenes australianos, estudiantes de intercambio y residentes en Puerto Vallarta ondeaban una bandera amarilla con la estampa de un canguro y celebraban que sus coterráneos se empataran el marcador.
Pero los locales a pesar del nerviosismo nunca dejaron de apoyar. Al final, con el décimo sexto punto logrado por los mexicanos, toda la tribuna en un grito de júbilo logró desahogar el nerviosismo provocado por el partido.
Al finalizar, casi todas las butacas que estaban ocupadas se vaciaron, pero unos cuantos se quedaron para tomarse la foto con los ganadores y sacarles un autógrafo.
Con esa emoción se vivió la antepenúltima jornada de este certamen, una emoción que promete crecer en sus últimos días.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ
El sol abrasador, la brisa marina, la arena de las cinco canchas y la emoción de cada partido que de despierta en los aficionados que asisten a este evento, son los elementos que en conjunto brindan el marco perfecto para un torneo de esta categoría.
Y este viernes no podía ser la excepción. Entrando a sus instancias finales, el torneo se vuelve más atractivo para los asistentes, que aunque no se veían en gran cantidad desde el inicio de la jornada, al final de la misma llegaron a llenar las zonas oriente y poniente del estadio principal.
Entre turistas y nativos, cada persona hizo sentir su apoyo hacia su pareja favorita, pero cuando se trataba de las parejas mexicanas, toda la tribuna se volcaba a favor de los anfitriones.
Y eso quedó más que claro en el enfrentamiento que la pareja varonil, conformada por Lombardo Ontiveros y Juan Virgen sostuvo ante la pareja australiana. Toda la afición sufría cada punto del partido, celebraba cada unidad conseguida por los mexicanos y se lamentaba por cada buena jugada en la que los australianos se anotaban puntos a su favor.
Hasta los aficionados se animaron a importar el característico y sonoro grito originado en las tribunas de futbol en el que demeritan al rival en cada saque. Alentados desde el sonido local, el México, México era el grito de batalla con el que buscaban alentar a la pareja local.
El nerviosismo y la ansiedad de los aficionados locales llegaron a partir del segundo set, cuando vieron como los locales perdían su ventaja frente a los australianos. Había tercer set, muerte súbita dicen desde el sonido local. Al principio del parcial todo era algarabía, pues los mexicanos tomaban cómoda ventaja y se acercaban a la victoria.
Después, la reacción australiana no hizo más que doblar la tensión que ya se veía. Algunas mujeres expresaban con palabras su desesperación, mientras un trío de jóvenes australianos, estudiantes de intercambio y residentes en Puerto Vallarta ondeaban una bandera amarilla con la estampa de un canguro y celebraban que sus coterráneos se empataran el marcador.
Pero los locales a pesar del nerviosismo nunca dejaron de apoyar. Al final, con el décimo sexto punto logrado por los mexicanos, toda la tribuna en un grito de júbilo logró desahogar el nerviosismo provocado por el partido.
Al finalizar, casi todas las butacas que estaban ocupadas se vaciaron, pero unos cuantos se quedaron para tomarse la foto con los ganadores y sacarles un autógrafo.
Con esa emoción se vivió la antepenúltima jornada de este certamen, una emoción que promete crecer en sus últimos días.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ
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