Deportes
Potros y Santos podrían tener verdugos en la casa
Potros y Santos podrían perder el Super Bowl, si llegan a depender de sus pateadores o quarterbacks suplentes
CIUDAD DE MÉXICO.- Todos los equipos y más cuando hay un campeonato de por medio deben tener un plan de contingencia, plantearse qué hacer en caso de que vengan los peores escenarios.
De lastimarse Drew Brees o Peyton Manning, tanto Nueva Orleans como Indianapolis estarían metidos en severos aprietos. Lo mismo pasaría si el juego tuviera que decidirse en la línea con un gol de campo de Matt Stover o de Garrett Hartley. En ambos escenarios habría que morderse las uñas y esperar lo peor de lo peor.
A lo largo de la historia del Super Bowl, el pateador ha jugado diversos roles. Los ha habido villanos, los ha habido héroes, pero también ha habido algunos que han sido intrascendentes.
La pregunta en el umbral de la edición 44 del gran juego es ¿de qué lado se cargarán los de Potros y Santos?
El problema es que esta temporada, los números de Stover y Hartley no arrojan información que pueda traducirse en seguridad a la hora de darles la confianza.
En temporada regular, Stover conectó 9 de 11 para 81% de efectividad y en playoffs va perfecto (5-5), pero después de 20 años en la liga, la pierna pierde potencia. Su gol de campo más largo en 2009 fue de 43 yardas. En los puntos extra se fue 33 de 33.
El caso de Nueva Orleans no es mucho mejor con Hartley. También se fue nueve de 11 en goles de campo, pero el más largo que consiguió en la campaña regular fue apenas de 43 yardas. En la postemporada va perfecto (2-2) y alargó su rango a 43 yardas, pero se fue 10-11 en puntos extra.
Si hay un pateador que en la historia de la postemporada y específicamente en el Super Bowl se haya ganado una reputación de mítico, casi a la altura de un quarterback o entrenador es precisamente Vinatieri, quien a mitad de la temporada fue operado de la rodilla de la pierna con la que patea (derecha) y estará viendo el juego desde las laterales.
Hartley fue suspendido por la liga cuatro juegos debido a que usó un complemento que lo ayudaba a mantenerse alerta por las noches y contenía una de las sustancias prohibidas por la liga y por ello tuvieron que echar mano de un viejo conocido, John Carney.
Hartley veía desde la banca cómo Carney convertía los goles de campo. No fue sino hasta la semana 12, en aquel significativo juego donde vencen a los Pieles Rojas de Washington de manera casi milagrosa, cuando Hartley de nuevo retomó el puesto titular. Conectó cuatro goles de campo, incluyendo el del triunfo y jamás volvió a soltar la titularidad.
En algún momento del juego, es factible que los pateadores entren en acción, pero si Brees o Manning no pudieran guiar a las ofensivas, habría problemas.
Mucha gente ni siquiera sabe cómo se llama el suplente de Manning. Curtis Painter es ese hombre y tuvo la oportunidad de participar en dos juegos esta temporada, justo cuando los Potros perdieron el invicto y en el otro que significó su segunda derrota de la campaña.
Sus números en 2009: completó 8 de 28 intentos (28.6%), dos intercepciones sin touchdown, 83 yardas totales y un pobre rating de pasador (9.8).
Del otro lado, Mark Brunell, quien vivió sus mejores años en los 90 con los Jaguares de Jacksonville, vive de ese recuerdo y está muy oxidado ahora.
Además de su cabellera cubierta de canas, Brunell ha dejado mucho que desear en sus más recientes actuaciones. En 2009, por ejemplo, titularizó un juego, se fue 15 de 29, para 102 yardas con una intercepción. Lejos de lo que fue.
De lastimarse Drew Brees o Peyton Manning, tanto Nueva Orleans como Indianapolis estarían metidos en severos aprietos. Lo mismo pasaría si el juego tuviera que decidirse en la línea con un gol de campo de Matt Stover o de Garrett Hartley. En ambos escenarios habría que morderse las uñas y esperar lo peor de lo peor.
A lo largo de la historia del Super Bowl, el pateador ha jugado diversos roles. Los ha habido villanos, los ha habido héroes, pero también ha habido algunos que han sido intrascendentes.
La pregunta en el umbral de la edición 44 del gran juego es ¿de qué lado se cargarán los de Potros y Santos?
El problema es que esta temporada, los números de Stover y Hartley no arrojan información que pueda traducirse en seguridad a la hora de darles la confianza.
En temporada regular, Stover conectó 9 de 11 para 81% de efectividad y en playoffs va perfecto (5-5), pero después de 20 años en la liga, la pierna pierde potencia. Su gol de campo más largo en 2009 fue de 43 yardas. En los puntos extra se fue 33 de 33.
El caso de Nueva Orleans no es mucho mejor con Hartley. También se fue nueve de 11 en goles de campo, pero el más largo que consiguió en la campaña regular fue apenas de 43 yardas. En la postemporada va perfecto (2-2) y alargó su rango a 43 yardas, pero se fue 10-11 en puntos extra.
Si hay un pateador que en la historia de la postemporada y específicamente en el Super Bowl se haya ganado una reputación de mítico, casi a la altura de un quarterback o entrenador es precisamente Vinatieri, quien a mitad de la temporada fue operado de la rodilla de la pierna con la que patea (derecha) y estará viendo el juego desde las laterales.
Hartley fue suspendido por la liga cuatro juegos debido a que usó un complemento que lo ayudaba a mantenerse alerta por las noches y contenía una de las sustancias prohibidas por la liga y por ello tuvieron que echar mano de un viejo conocido, John Carney.
Hartley veía desde la banca cómo Carney convertía los goles de campo. No fue sino hasta la semana 12, en aquel significativo juego donde vencen a los Pieles Rojas de Washington de manera casi milagrosa, cuando Hartley de nuevo retomó el puesto titular. Conectó cuatro goles de campo, incluyendo el del triunfo y jamás volvió a soltar la titularidad.
En algún momento del juego, es factible que los pateadores entren en acción, pero si Brees o Manning no pudieran guiar a las ofensivas, habría problemas.
Mucha gente ni siquiera sabe cómo se llama el suplente de Manning. Curtis Painter es ese hombre y tuvo la oportunidad de participar en dos juegos esta temporada, justo cuando los Potros perdieron el invicto y en el otro que significó su segunda derrota de la campaña.
Sus números en 2009: completó 8 de 28 intentos (28.6%), dos intercepciones sin touchdown, 83 yardas totales y un pobre rating de pasador (9.8).
Del otro lado, Mark Brunell, quien vivió sus mejores años en los 90 con los Jaguares de Jacksonville, vive de ese recuerdo y está muy oxidado ahora.
Además de su cabellera cubierta de canas, Brunell ha dejado mucho que desear en sus más recientes actuaciones. En 2009, por ejemplo, titularizó un juego, se fue 15 de 29, para 102 yardas con una intercepción. Lejos de lo que fue.
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