Deportes

Por segundos, se escapó el oro en basquetbol

El gran desempeño del equipo nacional no alcanzó para la gloria

GUADALAJARA, JALISCO (31/OCT/2011).- En la duela hubo hombres que soñaron con una semifinal y se van con una medalla de plata en el torso. En otra final de baloncesto contra Puerto Rico, la escuadra nacional no pudo hacer la revancha y cobrar la cuenta pendiente, donde las mujeres también habían perdido apenas el martes pasado. Y de nueva cuenta los aplausos son para esos muchachos que, con todas las trabas políticas, rescataron el orgullo mexicano. Con un marcador de 74 a 72, México salió ayer aplaudido del domo del Code.

La gente llegó desde temprano para ver el juego por la medalla de bronce que se colgó Estados Unidos frente a República Dominicana. Al final del partido, en un gesto emotivo que llenó de alegría a los asistentes; vencedores y vencidos formaron un círculo en el centro de la duela y bailaron al son que sus lenguas marcaban. Fue la primera emoción de la tarde.

A las 12:23 México salió a calentar. Regía el nuevo horario y en el interior del domo mandaba la humedad. Pero ver los cuerpos  de estos “doce guerreros aztecas” como les llamaba el sonido local, causaba las primeras ovaciones para la selección mexicana.

En el primer cuarto México estuvo dos veces arriba y dos veces abajo en el marcador. Empezaron muy fríos. Incluso la tribuna, que estaba llena de aplaudidores, retumbaba poco. México tuvo que hacer cambios, sacar a los más delgados y apostar por las torres, hombres cuya estatura promedia los dos metros. Funcionó un poco. El marcador en los primeros 10 minutos de juego salió mejor para México 21 a 19.

Para el segundo cuarto el camiseta número cuatro de México, Paul Stoll o mejor conocido como “Pistoll” para la afición, entró a la duela. Se notó. Hizo lo que quiso. Marcó fintas, desplegó balones, cubrió desde la mitad del terreno de juego, y con su 1.78 de estatura alcanzó a encestar un par de tripletes que ayudaron que México tomara la ventaja, quien por momentos lucía desconcentrado. Cada equipo solicitó un tiempo fuera, las escuadras no querían caminar sin tener la seguridad de que estaban haciendo todo lo que sus coach les planteaban en las pizarras. México y Puerto Rico se iban al descanso con un empate a 35 puntos.

La segunda parte. Qué sequia de puntos. Casi dos minutos y medio sin que los equipos encestaran. A México le fue peor, duro 180 segundos sin clavar ni una. Los puertorriqueños aprovecharon y se fueron arriba del marcador por una diferencia de seis puntos. El público enmudeció. Luego vino el orden y México empato a 42. México recuperó terreno pero siguió intentando triples sin mucha suerte. El tercer cuarto terminó con una ventaja para México de 51 a 50.

Tres puntos de Harris, una salvada de Mata, una descolgada también de Lorenzo. El último cuarto estuvo lleno de emociones. El estadio retumbaba cuando Puerto Rico tiraba  en los de castigo. Y cuando México tiraba todos pedían silencio absoluto. Abuelas pedían punto para México, había niños con las manos en la cara de tensión, hombres que se envalentonaban y gritaban todos los improperios que recordaban. La final también estaba en las dos mil 700 almas que llenaron el domo del Code.

Y el final. Estaban empatados y cuando faltaban 40 segundos de partido José Juan Barea, de Puerto Rico tomó el esférico. De los 24 segundos que a los que tenía derecho con el balón consumió 20. Tiró. La agonía. El balón entraba y el segundero marcaba 1.5 segundos de vida para el partido. Tiempo fuera, pidió México. Una jugada de pizarrón que tenía que haber sido de relámpago. México sacó de un costado de la cancha. Jovan Harris la tomó de espaldas al aro, dribló. Tiró. Pitó la chicharra. El balón no quiso entrar. México conseguía una medalla de plata más.

Para recordar, quedan este equipo, que no entienden de política y que se dedica a jugar dejando el corazón en la duela. Queda su integración al vapor, y Eduardo Najera rechazando jugar en la selección, gente de pantalón largo dificultando el baloncesto nacional. Para recordar queda esta medalla de plata, que al igual que la de las mujeres, sabe a oro.

EL DATO
Agonía


El partido se acabó cuando faltaban 40 segundos. Puerto Rico hizo que se consumieran, incluyendo su anotación. Restaban sólo uno y medio segundos. La posibilidad de un milagro, que hiciera que el tiro mexicano  pasara por el aro,fue eso: posibilidad.

EL PODIO

Oro: Puerto Rico

Plata: México

Bronce: Estados Unidos

PARA SABER
La deben


México sólo había disputado una final en el basquetbol panamericano, en La Habana-1991, que perdió, también, ante Puerto Rico.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando