Deportes
Por amor al golf: de voluntarios a indispensables
Julio y Maggie se han convertido en parte del staff que lleva a cabo el LOI
GUADALAJARA, JALISCO (15/NOV/2013).- Él tiene 18 años, ella ya tiene hijos en la universidad. Él es tapatío, ella vive en Maryland, Estados Unidos. Una sola causa los une: la dedicación y amor por el golf. Ahora su esfuerzo comienza a rendir frutos: Julio Castillo y Maggie O'Connor han participado como voluntarios en ediciones anteriores del Torneo
Lorena Ochoa Invitational (LOI) y finalmente consiguieron integrarse como empleados al staff.
"Yo soy aficionada al golf y un día estaba en internet buscando un poco más de información acerca de Lorena. Entonces había una convocatoria para ser voluntario, llené un correo y me invitaron a venir a participar", relata Maggie. En ese año formó parte del scoring control, y al siguiente repitió. Sin embargo, al tercero se integró al equipo como coordinadora de locker's room para dar servicio a las jugadoras: "mi función es tomar sus datos cuando llegan, inscribirlas, atenderlas en cualquier servicio. Si se les pierde el equipaje o cualquier cosa, pues yo necesito encontrarlo y que llegue al club".
En 2008, Julio mintió para entrar por primera vez como voluntario al LOI. Tenía 12 años y dijo que tenía 14 para participar: "me metí a la página de internet porque me había dicho mi hermano que iba a estar el torneo y pues ya no había lugar. Como no me aceptaron vine el día que estaban entregando uniformes y capacitaciones y me acerqué a la encargada de voluntarios, le dije que quería participar y me pusieron en admisiones externas".
Julio siguió en los años consecutivos participando como scoring control, hasta que finalmente se convirtió en el líder del tablero más grande e importante, que es el que está en la zona comercial. Este año, cuando cumplió 18, pidió trabajo al torneo y se lo dieron como coordinador de voluntarios.
"A mí no me gustaba el golf porque mi marido jugaba todos los domingos y yo me consideraba como la viuda del golf", recuerda Maggie. "Entonces cuando mis tres hijos se fueron a la universidad y nos quedamos solos, comencé a jugar con él para ver si me gustaba (...) ahora me considero adicta".
La afición de Julio fue más temprana, pues desde los cinco años jugaba con su papá y sus hermanos: "nunca fui muy bueno pero aún así quise colaborar en este torneo en cuanto pude. Empecé por mi papá, todos los domingos jugábamos golf, y ahí me empecé a dar cuenta de la historia de Lorena. Siempre me interesó mucho su carrera".
Maggie asegura que las jugadoras son amables, aunque la regla es que no les puedes hablar si antes no te dirigen la palabra. Sin embargo, algunas de ellas comienzan a charlar amenamente con el staff, según menciona.
"Las jugadoras te tratan muy bien desde el principio; el primer año me regalaron una bola. En el Country siempre nos han apoyado con todo, si faltan sillas nos las prestan, tenemos todo y pues todo lo que hemos necesitado siempre lo ponen a nuestra disposición", dice Julio.
Lorena, la más querida
Hace tres años en un desayuno de voluntarios, Lorena Ochoa se apareció para mostrar su agradecimiento con los participantes. "Nos vino a saludar y nos dijo lo mucho que nos apreciaba por estar con ella. Nos tomamos fotos en la carpa de los voluntarios y fue muy importante para nosotros porque cuando estás trabajando en scoring control, estás encerrado en un trailer, no puedes salir y ver el lugar", comenta Maggie O'Connor.
Además del retiro de Lorena como golfista profesional hace dos años, la próxima edición del torneo no será en Guadalajara. Sin embargo, tanto Maggie como Julio se dicen dispuestos a voluntariar sus esfuerzos en cualquier otra ciudad.
"Ésta es una oportunidad para conocer mucha gente de todo el mundo y hacer amistades que van a durar toda la vida. Conozco a Julio desde que estaba chavito y pues nos entendemos bien, todos son muy cordiales", asegura O'Connor.
Se mantienen en comunicación por Facebook y aseguran haber construido un enorme vínculo, pese a la diferencia de edades.
FRASES
"Es una lástima que se vaya de Guadalajara, porque este torneo empezó aquí por Lorena, quien ya tiene su estrella en el mundo. Realmente no se debería ir pero hay cosas que no se pueden cambiar".
Maggie O'Connor, coordinadora de locker's room.
"Yo estaba muy emocionado porque era de aquí (el torneo), yo soy de aquí, y por eso me da mucha tristeza. Pero si se puede yo me voy allá a México de voluntario, yo sí me la aviento".
Julio Castillo, subcoordinador de servicios especiales.
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
"Yo soy aficionada al golf y un día estaba en internet buscando un poco más de información acerca de Lorena. Entonces había una convocatoria para ser voluntario, llené un correo y me invitaron a venir a participar", relata Maggie. En ese año formó parte del scoring control, y al siguiente repitió. Sin embargo, al tercero se integró al equipo como coordinadora de locker's room para dar servicio a las jugadoras: "mi función es tomar sus datos cuando llegan, inscribirlas, atenderlas en cualquier servicio. Si se les pierde el equipaje o cualquier cosa, pues yo necesito encontrarlo y que llegue al club".
En 2008, Julio mintió para entrar por primera vez como voluntario al LOI. Tenía 12 años y dijo que tenía 14 para participar: "me metí a la página de internet porque me había dicho mi hermano que iba a estar el torneo y pues ya no había lugar. Como no me aceptaron vine el día que estaban entregando uniformes y capacitaciones y me acerqué a la encargada de voluntarios, le dije que quería participar y me pusieron en admisiones externas".
Julio siguió en los años consecutivos participando como scoring control, hasta que finalmente se convirtió en el líder del tablero más grande e importante, que es el que está en la zona comercial. Este año, cuando cumplió 18, pidió trabajo al torneo y se lo dieron como coordinador de voluntarios.
"A mí no me gustaba el golf porque mi marido jugaba todos los domingos y yo me consideraba como la viuda del golf", recuerda Maggie. "Entonces cuando mis tres hijos se fueron a la universidad y nos quedamos solos, comencé a jugar con él para ver si me gustaba (...) ahora me considero adicta".
La afición de Julio fue más temprana, pues desde los cinco años jugaba con su papá y sus hermanos: "nunca fui muy bueno pero aún así quise colaborar en este torneo en cuanto pude. Empecé por mi papá, todos los domingos jugábamos golf, y ahí me empecé a dar cuenta de la historia de Lorena. Siempre me interesó mucho su carrera".
Maggie asegura que las jugadoras son amables, aunque la regla es que no les puedes hablar si antes no te dirigen la palabra. Sin embargo, algunas de ellas comienzan a charlar amenamente con el staff, según menciona.
"Las jugadoras te tratan muy bien desde el principio; el primer año me regalaron una bola. En el Country siempre nos han apoyado con todo, si faltan sillas nos las prestan, tenemos todo y pues todo lo que hemos necesitado siempre lo ponen a nuestra disposición", dice Julio.
Lorena, la más querida
Hace tres años en un desayuno de voluntarios, Lorena Ochoa se apareció para mostrar su agradecimiento con los participantes. "Nos vino a saludar y nos dijo lo mucho que nos apreciaba por estar con ella. Nos tomamos fotos en la carpa de los voluntarios y fue muy importante para nosotros porque cuando estás trabajando en scoring control, estás encerrado en un trailer, no puedes salir y ver el lugar", comenta Maggie O'Connor.
Además del retiro de Lorena como golfista profesional hace dos años, la próxima edición del torneo no será en Guadalajara. Sin embargo, tanto Maggie como Julio se dicen dispuestos a voluntariar sus esfuerzos en cualquier otra ciudad.
"Ésta es una oportunidad para conocer mucha gente de todo el mundo y hacer amistades que van a durar toda la vida. Conozco a Julio desde que estaba chavito y pues nos entendemos bien, todos son muy cordiales", asegura O'Connor.
Se mantienen en comunicación por Facebook y aseguran haber construido un enorme vínculo, pese a la diferencia de edades.
FRASES
"Es una lástima que se vaya de Guadalajara, porque este torneo empezó aquí por Lorena, quien ya tiene su estrella en el mundo. Realmente no se debería ir pero hay cosas que no se pueden cambiar".
Maggie O'Connor, coordinadora de locker's room.
"Yo estaba muy emocionado porque era de aquí (el torneo), yo soy de aquí, y por eso me da mucha tristeza. Pero si se puede yo me voy allá a México de voluntario, yo sí me la aviento".
Julio Castillo, subcoordinador de servicios especiales.
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
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