Deportes
Pittsburg y Arizona, una historia peculiar
Hace más de 50 años, ambos equipos fueron parte de la misma franquicia
El inicio de esta historia se registra durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el gobierno estadounidense comienzó a reclutar a hombres para los campos de batalla. Y los Acereros se vieron perjudicados por la falta de jugadores.
Este hecho obligó a que la franquicia se fusionara con Filadelfia en 1943 y se les conoció como los “Phil-Pitt Steagles”, pero no fue suficiente y decidieron incluir en la fusión a los Cardenales un año más adelante. Se les conocería como “Card-Pitt”, donde los emplumados jugaban para ese entonces en Chicago.
Sin embargo, ya como una sola franquicia tuvieron una de las temporadas más lamentables que jamás hayan tenido, cuando disputaron solamente 10 encuentros. La marca del equipo fue de 0-10 y las riendas del equipo estaban bajo el mando de Walt Kiesling y Phil Handler no mostró nivel para competir, con excepción del primer juego de la temporada ante los Carneros de Cleveland, al perder dignamente 30-28.
Tan malo fue su desempeño, que los pasadores de este equipo se combinaron para sufrir 41 intercepciones ese año.
Los despejadores de “Card-Pitt” se combinaron para un promedio de yardaje neto por despeje de apenas 32.7 yardas, que hasta la fecha es el peor de todos los tiempos, con más de una yarda de “ventaja” sobre la segunda peor marca de la historia, lograda por los Bengalíes de Cincinnati de 1986 (33.8).
La fusión de estos equipos provocó que las bromas hacia ellos fueran de lo más normal, incluso el periodista del diario Pittsburg Post-Gazzette, Al Abrams, bautizó al equipo así: “¿Por qué no le llaman los “Carpets” (alfombras), en vez de “Card-Pitt”? Los demás equipos los pisotean”.
Este dato fue recuperado dueño de los Acereros, Dan Rooney, al recordar los malos años, donde la mediocridad era la única versión de este equipo.
“Recuerdo que nos decían los Car-Pitts (como los pits de automovilismo), porque todos nos pasaban por encima”, dijo Rooney.
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