Deportes

Omnilife: Un estadio costoso

Para los aficionados rojiblancos resulta caro ir al Omnilife, por el desembolso que tienen que hacer entre traslado, boletos y alimentos

GUADALAJARA, JALISCO (06/OCT/2010).- Por muchos años el Estadio 3 de Marzo fue víctima de todo tipo de chistes humillantes e hirientes, porque sus gradas casi siempre han lucido vacías.

La razón obedece que hasta la fecha, Tecos que representa a la Universidad Autónoma de Guadalajara, no ha logrado captar a una numerosa afición.

Pero ahora es el Estadio Omnilife de Chivas el que se encuentra en una situación similar. Insólito para el equipo que es considerado el más popular de México, pero el imán taquillero que tanto lo caracterizó, no solamente en partidos atractivos, sino ante equipos de poco nombre, ya no es como antes.

Y es probable que en el partido de esta noche ante Morelia, se registre la peor entrada del hogar rojiblanco desde que se inauguró el 30 de junio de este año ante el Manchester United.

Después de la curiosidad que le provocó a la afición la apertura del inmueble, las entradas han ido a la baja hasta llegar a niveles preocupantes, a excepción del encuentro ante Estudiantes Tecos, que registró casi el lleno, pero porque habían bajado considerablemente el precio de las entradas.

De los 45 mil aficionados que asistieron al primer juego se han reportado entradas de 18 mil personas, como en el juego ante Pumas, que en teoría apuntaba para un lleno.

Aficionados explican sus razones


Algunos de los aficionados que esta noche acudirán al juego contra Monarcas, explican los motivos por los cuales se han alejado del Guadalajara, y sobre todo lo atribuyen a los altos costos tanto de traslado, adquisición de boletos y consumo de alimentos en el nuevo recinto, por lo que la nostalgia por el Jalisco se agiganta.

Por ejemplo, Manuel Madrigal, quien vive cerca del Jalisco, comenta que aún cuando no utiliza el servicio del transporte público, el viaje en su auto hacia el Omnilife es tedioso.

"Hago como 40 ó 45 minutos sin tráfico, como una hora y media con tráfico". Y para este día vislumbra un estadio desolado. "Va a estar bien solo (el partido de hoy), pues Vergara tiene los boletos caros y el estadio está muy lejos, el Jalisco me queda más cerca. Allá hay puestos de comida y acá nada, no hay ni árboles, está todo muy caro. El domingo compré un refresco, unos nachos y una pizza y me salió en 130, pues está muy caro".

Hay personas que se aventuran a ver a Chivas, y salen desde su casa en la Colonia Morelos y tienen que tomar tres camiones para llegar al estadio, y otros tres para el regreso, es decir son 24 pesos, más el boleto pagado (que el de esta noche está entre 70 pesos hasta 450 pesos), y lo que se antoje para cenar con unos precios altos para una persona de clase baja o media, ya que un hot dog está en 45 pesos y el refresco en 25 pesos.

Omar Rábago es un auténtico seguidor del Rebaño, apenas este domingo fue al Clásico contra el Atlas, y hoy estará de nueva cuenta apoyando a su equipo, pero acepta que extraña al Jalisco, porque desde Lomas de Zapopan antes hacía un tiempo máximo de 30 minutos, y ahora debe salir con dos horas de anticipación para llegar sin problemas.

"No se siente la misma pasión que en el Jalisco, se siente frío, necesita esa afición que había en el Jalisco. Vine el domingo y tardé tres horas en regresar a mi casa, y eso que está a diez minutos".

Y al igual que otros, enfatiza en la ausencia de los puestos de comida alrededor del estadio.

"Se extrañan los taquitos, la torta ahogada, la birria, la cervecita, todo es más caro acá adentro. Aquí me gasté 400 pesos el domingo pasado que vine, compré cerveza, papitas y nachos, pero no son tan ricos como allá, aquí es muy 'pipirisnais', nada qué con el Jalisco, está muy europeo, nada que ver. No sé vuelva a venir, para que también Vergara vea que está perdiendo a la afición".

Ayer, tanto las taquillas del Omnilife, como el Jalisco lucían con pocos aficionados, eran imágenes que en otros tiempos eran impensables por tratarse de Chivas, y ahora cada vez son más comunes.

Las escasas personas que fueron al Jalisco comentaron que hoy irán por curiosidad como Jorge Blanco.
"Vivo por Lázaro Cárdenas y no he ido. Antes no había ido porque me decían que era mucho trabajo (sic) entrar al estadio porque hay dos vías de acceso y están muy caros los boletos y eso no llama la atención y prefiero verlo en la tele".

“El futbol deja de ser del pueblo”


Bernardo hizo del Estadio Jalisco, un rito fundamental para la vida cotidiana. Aficionado de las Chivas, ha observado a su equipo bajo el sol de las 12 de la mañana y, también, ante los claroscuros del horario vespertino que Jorge Vergara introdujo después de adquirir al equipo.

Siempre ha dicho que el mejor lugar para ver el futbol, son las primeras cinco filas de lo que anteriormente en el Coloso de la Calzada Independencia se le denominaba ala Zona B.

Él recuerda el tránsito de precios, desde los 50 pesos hasta cuadruplicar su precio en el Estadio Omnilife, la nueva casa del Deportivo Guadalajara.

Ahora, ir al estadio no es fácil para cualquiera. El futbol se ha convertido en un espectáculo increíblemente comercializado con precios que desalientan hasta al más futbolero. La paupérrima entrada que registró la primera versión del Clásico Tapatío en tierras de El Bajío lo confirma, los costos de pasar una tarde de entretenimiento futbolero en el nuevo inmueble de Vallarta y Periférico.

Por ejemplo, una familia de cuatro integrantes que vive en la Colonia Independencia, anteriormente pegada al Jalisco, gasta entre mil pesos y dos mil 400 pesos para atravesar la ciudad y ver al "Rebaño Sagrado".

Así, un núcleo familiar gasta 600 pesos en los boletos de la zona más barata del estadio, 400 pesos en refrescos y botanas; 50 pesos en el estacionamiento del inmueble, 60 pesos en el desgaste del automóvil y entre 30 y 50 pesos de gasolina, dependiendo el auto. Lo más caro es ir al estadio en auto particular o en taxi, el costo total oscila entre mil 140 pesos y mil 200. En camión, el gasto se reduce a cerca de mil pesos, aunque la caminata hacia el inmueble es largo y cargado de tierra.

Si la familia decide ir a una mejor zona del estadio, el costo total se incrementa paulatinamente. Comprar boletos abajo, detrás de una portería, eleva el precio a pagar por encima de los dos mil 300 pesos.

El partido que hoy se juega contra Morelia reducirá el costo un poco. El gasto por familia, en la zona más barata del estadio, sería de más de 800 pesos, y hasta mil 400 pesos en caso de que la familia quiera estar más cerca de los jugadores y compre un boleto en la zona inferior.

PARA SABER
El estadio Universitario donde juegan los Tigres, tiene capacidad para 43 mil espectadores. Los números de aficionados que se dan cita al "Volcán" son estables, frecuentemente llenan el recinto.


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