Deportes
Ochoa corta dos orejas en la Plaza México
El michoacano se alza como el gran triunfador de la corrida 16 de la Temporada Grande 2008-09
CIUDAD DE MÉXICO.- El diestro michoacano Fernando Ochoa se convirtió en el máximo triunfador de la corrida 16 de la Temporada Grande 2008-09 en la Monumental Plaza de Toros México al cortar dos orejas.
Estuvieron también en el ruedo el capitalino Federico Pizarro y el español José María Manzanares, quienes se fueron con las manos vacías a pesar de su empeño, entrega y valor.
Se lidió un encierro de la ganadería de Xajay, el cual tuvo una buena presentación y un juego bastante aceptable, aunque dos de sus ejemplares mostraron cierta debilidad. Mereció arrastre lento el corrido en segundo sitio.
Ochoa logró dos emotivas faenas que gustaron al público por su ritmo y temple, mismas que coronó muy bien con la espada para cortar una oreja en cada turno.
El primer espada, Federico Pizarro batalló con su lote, a pesar de mostrar empeño y mucha voluntad. En su primero se llevó división de opiniones con aviso y cerró con palmas.
Manzanares también tuvo problemas con su lote, pero su experiencia lo sacó a flote. Salió en silencio en su primero con un aviso y concluyó la tarde con leves palmas y otro recado de la autoridad.
Estuvieron también en el ruedo el capitalino Federico Pizarro y el español José María Manzanares, quienes se fueron con las manos vacías a pesar de su empeño, entrega y valor.
Se lidió un encierro de la ganadería de Xajay, el cual tuvo una buena presentación y un juego bastante aceptable, aunque dos de sus ejemplares mostraron cierta debilidad. Mereció arrastre lento el corrido en segundo sitio.
Ochoa logró dos emotivas faenas que gustaron al público por su ritmo y temple, mismas que coronó muy bien con la espada para cortar una oreja en cada turno.
El primer espada, Federico Pizarro batalló con su lote, a pesar de mostrar empeño y mucha voluntad. En su primero se llevó división de opiniones con aviso y cerró con palmas.
Manzanares también tuvo problemas con su lote, pero su experiencia lo sacó a flote. Salió en silencio en su primero con un aviso y concluyó la tarde con leves palmas y otro recado de la autoridad.
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