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Nuevos moradores en Las Grandes Ligas

Rickey Henderson y Jim Rice fueron elegidos ayer para ingresar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas

NUEVA YORK, N.Y.- Rickey Henderson, el líder histórico de las Grandes Ligas en bases robadas y carreras anotadas, fue elevado ayer al Salón de la Fama en su primera ocasión que fue tomado en cuenta.

Por su parte, en su decimoquinto y último intento, Jim Rice también logró sumar la cantidad necesaria de votos para ingresar al “templo de los inmortales”.

Henderson recibió 94.8% del voto de la Asociación de Cronistas de Beisbol de Estados Unidos, superando con creces el mínimo de 75%. Se convirtió en el  jugador número 44 en la historia que logra ingresar al Salón de la Fama en su primer intento.

“Me siento feliz de la vida. Es algo que esperaba desde hace tiempo”, declaró Henderson. “Estaba nervioso con la espera”.

Por otro lado, Rice, uno de los bateadores más temidos a finales de los 70 y comienzos de los 80, recibió 76.4% de los votos tras quedarse corto con 72.2% el año pasado.

Es apenas el tercer pelotero que logra conseguir los votos en su último año, emulando a Red Ruffing (1967) y Ralph Kiner (1975).

Los dos serán exaltados en una ceremonia que se realizará el 26 de julio en Cooperstown, Nueva York. Serán acompañados por Joe Gordon, un ex segunda base de los Yanquis e Indios que fue seleccionado de manera póstuma por el Comité de Veteranos.

Henderson fue seleccionado en 511 de las 539 papeletas y Rice apareció en 412, justo por encima de las 405 necesarias.

Rice apenas recibió 29.8% en 1995, cuando fue incluido por primera vez en la papeleta. No fue hasta 2000 cuando logró sobrepasar el 50% y llegó al 64.8% en 2006.

“Lo único que puedo decir es que estoy contento de que esto terminó”, afirmó Rice.

Andre Dawson se quedó corto por 44 votos al registrar 67%. Fue seguido por Bert Blyleven (62.7 por ciento), Lee Smith (44.5), Jack Morris (44.0), Tommy John (31.7) y Tim Raines (22.6). John apareció en la papeleta por última vez.

Mark McGwire, con el estigma de las acusaciones de que consumió sustancias para mejorar el rendimiento, recibió 118 votos (21.9 por ciento) en su tercer año. Su cantidad de votos mermó, ya que obtuvo 128 en sus dos primeros años.

Henderson, quien en 1990 ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, se retiró con un total de mil 406 bases robadas. Esa cantidad superó ampliamente las 938 del segundo en la lista, Lou Brock. Henderson, quien participó en 10 Juegos de Estrellas, bateó de por vida para .279 con 297 jonrones, mil 115 carreras remolcadas, 2 mil 190 bases por bolas y 2 mil 295 anotadas.

También es el dueño del récord de más robos en un solo año: 130 en 1982. Conectó 81 jonrones al tocarle el primer turno al bate. Pasó 25 temporadas con Oakland, los Yanquis, Toronto, San Diego, Anaheim, los Mets, Seattle, Boston y los Dodgers.

Rice, por su parte, fue el más valioso de la Americana en 1978 y fue a ocho Juegos de Estrellas. Disparó 382 jonrones en 16 campañas con los Medias Rojas de Boston entre 1974 y 1989. Su promedio de por vida fue .298 con mil 451 remolcadas. Entre las campañas de 1977 y 1979 promedió .320 con 41 jonrones y 128 producidas.

FRASES:

“Es un verdadero honor. Estoy anonadado. Realmente no me he puesto pensar qué voy a decir”.
Rickey Henderson.

“Ya estoy ahí y ya nadie me lo puedo quitar”.
Jim Rice.
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