Deportes
Nazareth pierde la batalla
Fallece el boxeador Marco Antonio “Texano” Nazareth, luego de varios días en donde los médicos lucharon por salvarle la vida
PUERO VALLARTA.- Su corazón de guerrero no aguantó más y ayer por la mañana dejó de latir.
La vida del pugilista Marco Antonio "Texano" Nazareth se extinguió, luego de que el pasado sábado sufrió un derrame cerebral tras los golpes que le dio Omar Chávez durante la pelea que sostuvieron en Puerto Vallarta.
La noticia la dio a conocer el padre del pugilista, también llamado Marco Antonio Nazareth, y quien aún en los momentos de angustia tuvo tiempo para atender a los diversos medios.
“En verdad que me siento agradecido con toda la gente que nos estuvo marcando para saber de la salud de nuestro hijo, eso es algo que nunca podremos pagar; ahora vamos a mirar para adelante y a tener siempre en la mente a nuestro hijo”, expuso.
Tras el deceso del “Texano”, el pueblo vallartense le rindió tributo al boxeador.
Más de dos mil personas pertenecientes a todos los círculos de la población, recibieron con aplausos, porras y lágrimas el cuerpo del joven pugilista a su arribo al Centro de Convenciones, en donde fue velado para después ser trasladado a Guadalajara, en donde será inhumado en una cripta familiar de un panteón ubicado al poniente de la Ciudad.
Cerca de las 16:10 horas de ayer arribó la carroza fúnebre e ingresó hasta el amplio salón del Centro de Convenciones para depositar el cuerpo de “El Texano” Nazareth, en medio de un gran número de arreglos florales que previamente se habían colocado.
En el muro contiguo se colocó una fotografía de gran tamaño del boxeador, quien después de luchar por su vida durante casi cuatro días, desafortunadamente falleció al no poder recuperarse de las lesiones que sufrió en la cabeza y que motivaron dos intervenciones quirúrgicas.
El trágico desenlace en la vida de este joven pugilista, quien contaba sólo con 23 años de edad, caló hondo entre los diversos sectores de la población, quienes sintieron como propio el duelo de la familia Nazareth Aréchiga.
Por momentos parecía que todas las personas presentes en el Centro de Convenciones trataban de consolar a Marco Antonio Nazareth padre y su esposa Livier Aréchiga; ellos con la cabeza baja y sus ojos enrojecidos agradecían que los acompañaran y que les mostraran afecto y solidaridad.
Será en el transcurso de hoy jueves cuando el cuerpo arribe a Guadalajara, y posteriormente sea inhumado en la cripta donde reposan los restos de su abuela.
MIGUEL ÁNGEL INFANTE / CORRESPONSAL
La vida del pugilista Marco Antonio "Texano" Nazareth se extinguió, luego de que el pasado sábado sufrió un derrame cerebral tras los golpes que le dio Omar Chávez durante la pelea que sostuvieron en Puerto Vallarta.
La noticia la dio a conocer el padre del pugilista, también llamado Marco Antonio Nazareth, y quien aún en los momentos de angustia tuvo tiempo para atender a los diversos medios.
“En verdad que me siento agradecido con toda la gente que nos estuvo marcando para saber de la salud de nuestro hijo, eso es algo que nunca podremos pagar; ahora vamos a mirar para adelante y a tener siempre en la mente a nuestro hijo”, expuso.
Tras el deceso del “Texano”, el pueblo vallartense le rindió tributo al boxeador.
Más de dos mil personas pertenecientes a todos los círculos de la población, recibieron con aplausos, porras y lágrimas el cuerpo del joven pugilista a su arribo al Centro de Convenciones, en donde fue velado para después ser trasladado a Guadalajara, en donde será inhumado en una cripta familiar de un panteón ubicado al poniente de la Ciudad.
Cerca de las 16:10 horas de ayer arribó la carroza fúnebre e ingresó hasta el amplio salón del Centro de Convenciones para depositar el cuerpo de “El Texano” Nazareth, en medio de un gran número de arreglos florales que previamente se habían colocado.
En el muro contiguo se colocó una fotografía de gran tamaño del boxeador, quien después de luchar por su vida durante casi cuatro días, desafortunadamente falleció al no poder recuperarse de las lesiones que sufrió en la cabeza y que motivaron dos intervenciones quirúrgicas.
El trágico desenlace en la vida de este joven pugilista, quien contaba sólo con 23 años de edad, caló hondo entre los diversos sectores de la población, quienes sintieron como propio el duelo de la familia Nazareth Aréchiga.
Por momentos parecía que todas las personas presentes en el Centro de Convenciones trataban de consolar a Marco Antonio Nazareth padre y su esposa Livier Aréchiga; ellos con la cabeza baja y sus ojos enrojecidos agradecían que los acompañaran y que les mostraran afecto y solidaridad.
Será en el transcurso de hoy jueves cuando el cuerpo arribe a Guadalajara, y posteriormente sea inhumado en la cripta donde reposan los restos de su abuela.
MIGUEL ÁNGEL INFANTE / CORRESPONSAL
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