Deportes
Mi salida fue por falta de diálogo: Romano
El estratega sostiene que su cese se puede considerar como una medida dura
TORREÓN, COAHUILA (25/FEB/2011).- El argentino Rubén Omar Romano, ex director técnico de Santos Laguna, ofreció ayer disculpas por la seña obscena que hizo al final del partido ante Querétaro del sábado anterior, situación que costó su despido del club.
Acompañado por los elementos de su cuerpo técnico como su compatriota Norberto Scoponi y el chileno Carlos Alberto Poblete, en rueda de prensa juzgó también que la determinación de la directiva lagunera de cesarlo fue muy dura porque no tuvo oportunidad de aclarar la situación mediante algún diálogo.
“En ningún momento ha pasado por mí el faltar al respeto a quien motiva mi esfuerzo como director técnico y el esfuerzo de todo equipo de futbol: la afición”.
Consciente de que el trabajo de los entrenadores depende de tener resultados positivos y buen accionar futbolístico, no ocultó su sorpresa de que lo que catalogó como un error humano haya sido el detonante para que lo cesaran de la dirección técnica.
“(Creo) equivocado enjuiciar, como se hizo de mí trabajo, por un error de momento, y que como seres humanos que somos en algún momento de la vida podemos cometer errores. También considero que es un error al diálogo y a la enmienda, de allí mi tristeza”.
El timonel, quien lleva 30 años de vivir en México, defendió su postura de que no tuvo oportunidad de enmendar su equivocación, pero no recibió ese chance, pese a que “comunicación y disposición siempre hubo como para dialogar éste y todos los aspectos en torno al proyecto del club”.
Acompañado por los elementos de su cuerpo técnico como su compatriota Norberto Scoponi y el chileno Carlos Alberto Poblete, en rueda de prensa juzgó también que la determinación de la directiva lagunera de cesarlo fue muy dura porque no tuvo oportunidad de aclarar la situación mediante algún diálogo.
“En ningún momento ha pasado por mí el faltar al respeto a quien motiva mi esfuerzo como director técnico y el esfuerzo de todo equipo de futbol: la afición”.
Consciente de que el trabajo de los entrenadores depende de tener resultados positivos y buen accionar futbolístico, no ocultó su sorpresa de que lo que catalogó como un error humano haya sido el detonante para que lo cesaran de la dirección técnica.
“(Creo) equivocado enjuiciar, como se hizo de mí trabajo, por un error de momento, y que como seres humanos que somos en algún momento de la vida podemos cometer errores. También considero que es un error al diálogo y a la enmienda, de allí mi tristeza”.
El timonel, quien lleva 30 años de vivir en México, defendió su postura de que no tuvo oportunidad de enmendar su equivocación, pero no recibió ese chance, pese a que “comunicación y disposición siempre hubo como para dialogar éste y todos los aspectos en torno al proyecto del club”.
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