Deportes
México, bicampeón mundial
El Tri gana la Copa del Mundo FIFA Sub-17 por segunda vez, tras vencer 2-0 a Uruguay en la final disputada en el Estadio Azteca
-¡Qué grandes!
-Seguiré emocionado por mucho tiempo: Julio Gómez
-Repiten el éxito de la ''Generación Dorada''
-Tricolores Sub-17, los nuevos ídolos del Azteca
-Aficionados celebran en El Ángel pese a la lluvia
-Guadalajara llora de alegría
-Políticos y famosos celebran victoria en Twitter
-Me voy con un buen balance: técnico uruguayo
-El ''fuaaa'' retumba en el Azteca
CIUDAD DE MÉXICO (11/JUL/2011).- Los mexicanos no habían tenido un día tan emocionante en el futbol desde el domingo 2 de octubre de 2005, cuando el equipo que dirigía Jesús Ramírez conquistó el Mundial Sub-17 de Perú, con un triunfo de 3-0 sobre el favorito Brasil. Ayer, la historia se repitió, pero ante Uruguay, teniendo como escenario al Estadio Azteca.
El Tri Sub-17 conquistó su segundo título de esta categoría al vencer al cuadro charrúa por 2-0 en un abarrotado Coloso de Santa Úrsula, en la gran final de la Copa Mundial Sub-17 FIFA México 2011.
Fue la locura. Millones de mexicanos celebraron el título en las calles de las principales ciudades del país.
"Creo que siempre fuimos muy claros con los objetivos que teníamos, desde que tomamos este cargo la idea fue jugar el Mundial y pelear con todo para ganarlo", dijo Raúl Gutiérrez, director técnico de la selección campeona.
Para los tapatíos el título tuvo un ingrediente extra, pues el capitán del equipo, Antonio Briseño, quien pertenece al Atlas, abrió el marcador, mientras que Giovani Casillas, de Chivas, puso el 2-0 final poco antes de concluir el partido.
"La verdad no me la creo. Gracias a Dios se pudo dar (el gol) y qué mejor momento que éste", dijo el capitán Briseño.
México culminó la competencia con una marca perfecta, al ganar los siete partidos que disputó, todo un récord. "Cada quien puso su granito de arena, porque uno los entrena, uno los trabaja, hoy estoy encantado con ellos. El mérito es de ellos porque se encargaron de ganar siete partidos", agregó Gutiérrez.
A los sombreros de charro y el tradicional “Cielito Lindo”, se unió un singular vendaje en la cabeza que lleva el jugador Julio Gómez para protegerse de una cortada que sufrió en el partido de semifinales contra Alemania. Gómez fue el jugador más querido por la afición mexicana en este Mundial, y a la vez, su destacada actuación le valió ser nombrado ayer Balón de Oro.
La policía en todas las ciudades desplegó vigilancia para evitar problemas en las celebraciones; al cierre de esta edición no se habían reportado heridos.
-Seguiré emocionado por mucho tiempo: Julio Gómez
-Repiten el éxito de la ''Generación Dorada''
-Tricolores Sub-17, los nuevos ídolos del Azteca
-Aficionados celebran en El Ángel pese a la lluvia
-Guadalajara llora de alegría
-Políticos y famosos celebran victoria en Twitter
-Me voy con un buen balance: técnico uruguayo
-El ''fuaaa'' retumba en el Azteca
CIUDAD DE MÉXICO (11/JUL/2011).- Los mexicanos no habían tenido un día tan emocionante en el futbol desde el domingo 2 de octubre de 2005, cuando el equipo que dirigía Jesús Ramírez conquistó el Mundial Sub-17 de Perú, con un triunfo de 3-0 sobre el favorito Brasil. Ayer, la historia se repitió, pero ante Uruguay, teniendo como escenario al Estadio Azteca.
El Tri Sub-17 conquistó su segundo título de esta categoría al vencer al cuadro charrúa por 2-0 en un abarrotado Coloso de Santa Úrsula, en la gran final de la Copa Mundial Sub-17 FIFA México 2011.
Fue la locura. Millones de mexicanos celebraron el título en las calles de las principales ciudades del país.
"Creo que siempre fuimos muy claros con los objetivos que teníamos, desde que tomamos este cargo la idea fue jugar el Mundial y pelear con todo para ganarlo", dijo Raúl Gutiérrez, director técnico de la selección campeona.
Para los tapatíos el título tuvo un ingrediente extra, pues el capitán del equipo, Antonio Briseño, quien pertenece al Atlas, abrió el marcador, mientras que Giovani Casillas, de Chivas, puso el 2-0 final poco antes de concluir el partido.
"La verdad no me la creo. Gracias a Dios se pudo dar (el gol) y qué mejor momento que éste", dijo el capitán Briseño.
México culminó la competencia con una marca perfecta, al ganar los siete partidos que disputó, todo un récord. "Cada quien puso su granito de arena, porque uno los entrena, uno los trabaja, hoy estoy encantado con ellos. El mérito es de ellos porque se encargaron de ganar siete partidos", agregó Gutiérrez.
A los sombreros de charro y el tradicional “Cielito Lindo”, se unió un singular vendaje en la cabeza que lleva el jugador Julio Gómez para protegerse de una cortada que sufrió en el partido de semifinales contra Alemania. Gómez fue el jugador más querido por la afición mexicana en este Mundial, y a la vez, su destacada actuación le valió ser nombrado ayer Balón de Oro.
La policía en todas las ciudades desplegó vigilancia para evitar problemas en las celebraciones; al cierre de esta edición no se habían reportado heridos.